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-¿T-Taehyung?- susurró.- ¿Qué es esto? -preguntó refiriéndose a la cadena que se encontraba en su pierna.

El mayor no respondió solo se dispuso a acercarse poco a poco hasta el rubio, cuando ya se encontraba frente al chico lo tomó de las muñecas y tiró a la cama con brusquedad sin importarle su estado de embarazo.

-Mi pequeño gatito.- acarició sus mejillas con total delicadeza y amor.- No puedo creer que alguien más que no fui yo, te tocó.- se acercó más a su rostro y besó sus labios sin importar que el menor se estaba negando.- No puedo permitir que el fruto de tu engaño viva, ¿lo sabes verdad, cariño?

Los ojos del menor se llenaron de lágrimas mientras en su cuerpo se presentaban grandes espasmos por el miedo de perder lo único que lo estaba manteniendo fuerte en estos momentos tan dolorosos de su vida.

Porque sí eran dolorosos. Su novio era un maniático posesivo, está esperando un bebé del hombre al que más le tenía miedo hasta momento y sobre todo querían arrebatarle a su hijo de su lado, eso no podía permitirlo.

No iba a permitirlo.

-Taehyung este bebé es tuyo.- le volvió a repetir con lágrimas en los ojos.- En serio es tuyo.

-Deja de mentirme, ¡Maldita sea!- gritó- Sólo quieres proteger al maldito que te embarazó y a este bebé que concebiste con él.

-¡No te estoy mintiendo, Tae!- le gritó de vuelta- El día que descubrí que estaba esperando este bebé fue cuando huí de tí luego de escuchar a Namjoon.- tocó su pancita.- Mi corazón te pertenece a ti, Tete, no sé porque piensas que le entregaría mi cuerpo a alguien más.

Un silencio realmente incómodo se instaló en aquella habitación, el menor estaba al borde de un colapso por la ansiedad que estaba sintiendo en esos momentos, pero de algo ya podía estar seguro, Kim no iba a tocar a su hijo, no podía quitarle la vida a su propia sangre.

-¿En serio es mío, Yoongi?- preguntó, aguantando las ganas de llorar- ¿No me estás mintiendo para salvarlo?

-Sí, es tuyo, Tae.- respondió lo más rápido que pudo.

Min quedó en shock al momento de sentir como Taehyung lo estrechaba en sus brazos y empezaba a repartir pequeños besos por todo su rostro mientras suspiraba de pura felicidad.

Estaba feliz, bastante feliz.

¿Y como no estarlo? Iba a tener un hijo con la persona que más ama en esta vida, luego de su difunta madre, que en paz descanse, no podía pedir nada más para sentir que su vida ya estaba completa.

-Te amo, dormilón.- susurró al momento que el abrazo que compartían se rompió.- Te quedarás aquí, a mi lado para siempre.- tocó su cabello.- No te irás de aquí jamás.

toxic ➵ taegiᵃᵈᵃᵖ ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora