Capítulo 44: Un sueño de alegría

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Todos observaron cómo la Titán Femenina abrió su mano, mostrando a Reiner Braun; le cortaron los brazos y los muñones que quedaron humeaban mientras su cuerpo intentaba sanar; La Titán Femenina lo colocó en el suelo ante los demás.

Reiner sintió que su conciencia se le escapaba como arena entre las yemas de sus dedos, pero escuchó a un soldado de la Guarnición acercándose antes de apuntar su espada directamente a su cara. "Titán Acorazado, por los crímenes contra la Humanidad, serás castigado".

En medio del caos y la tensión, el grito ensordecedor de "¡Mátenlo!" resonó en el aire, reverberando en los edificios y calles de abajo. Los soldados, en los tejados y dispersos por el terreno accidentado, bramaron al unísono, sus voces mezcladas con una mezcla de ira, venganza y sed de justicia.

Sus espadas brillaron siniestramente en la luz mortecina mientras se preparaban ansiosamente para castigar a Reiner, que yacía inconsciente y vulnerable ante ellos. Sintiendo la gravedad de la situación, Ian giró rápidamente, sus ojos se encontraron con los demás que se habían reunido a su alrededor, sus expresiones grabadas con determinación y un toque de desesperación. A su lado estaba Rico, una chica rubia decidida cuya lealtad inquebrantable sólo era igualada por su silencio inquebrantable. Aunque su corazón se alineó con el coro de voces que abogaban por la muerte de Reiner, sabía que la importante decisión no descansaba en sus labios.

En medio del tumultuoso alboroto de la disensión apasionada, descendió una profunda quietud que envolvió el aire como un pesado sudario. "Silencio. Soy el segundo al mando de la guarnición. Reiner Braun será encarcelado y tendrá un juicio". Desde dentro de este silencio conmovedor surgió la voz decidida de Ian, resonando con una autoridad inquebrantable. Las palabras de Ian resonaron a través del caótico tumulto, pero su impacto pareció ser sólo un susurro fugaz contra la tempestuosa tormenta de ira que envolvió a la multitud. En lugar de sofocar su furia, su proclama pareció encender un infierno dentro de sus almas, ya que muchos desenvainaron sus relucientes espadas, alzándolas amenazadoramente tanto hacia Ian como hacia el desventurado Reiner, su ira colectiva amenazaba con consumir toda razón y moderación a su paso.

"¡El Titán Acorazado mató a mi hermano pequeño!"

"¡Mi bebé fue devorado justo antes que yo debido a esos monstruos!"

"¡Quémenlos vivos!"

"¡Córtales la cabeza!"

"Alimenta a los titanes con esos monstruos. ¡Veamos si les gusta!"

Los soldados, unidos por una furia compartida, alzaron sus espadas en alto, desafiando las órdenes y listos para desatar su ira sobre Reiner y Bertholdt.

Ian, Mitabi y Rico, con los rostros empapados en sudor frío, estaban frente a Reiner, con las mentes plagadas de una incertidumbre paralizante sobre cómo sofocar la furiosa tormenta dentro de sus camaradas. A pesar de sus rangos y entrenamiento, parecía inútil ya que la tensión en el aire aumentaba con cada momento que pasaba. De repente, un ruido sordo atravesó el caos y resonó en el terreno desolado. El suelo tembló bajo sus pies cuando todos los ojos se volvieron al unísono para presenciar la llegada del Titán Mandíbula. Con una mirada penetrante que pareció atravesar sus almas, ella examinó la escena, su presencia imponía tanto miedo como asombro.

Mientras los ecos de ira reverberaban en el aire, la proclamación solemne del Titán Mandíbula resonó con una presencia imponente. "Entiendo tu enojo", resonó la voz del titán, que emanaba comprensión y autoridad. Con determinación inquebrantable, tranquilizó a la multitud inquieta, prometiendo una rápida retribución para los malhechores. Sin embargo, en medio de la gravedad de la situación, un rayo de conocimiento estratégico brilló en sus palabras. "Les aseguro a todos que serán castigados, pero pueden darnos información valiosa. Ahora sigan sus órdenes." Un gruñido primitivo escapó de su forma, un testimonio de su inquebrantable determinación de desafiar a cualquiera que se atreviera a cuestionar su intención.

El Imperio de los TitanesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora