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- ¿Estás en tu casa o el estudio?

Pregunto Astrid al otro lado de la línea, cuándo contestaron.

- Hola, yo estoy muy bien y tú?- Contestó con sarcasmo y Astrid rodo los ojos.

- Oh vamos, ¿Dónde estás?

- Estoy en casa y ¿Por qué le llamas estudio al otro apartamento?

- Porque allí trabajas. Bien, esperó que no estés ocupado porque en medía hora te recojo.

- ¿Es una cita?- Preguntó con cierta coquetería.

- Piensa lo que quieras, porque vamos a trabajar.

- Argh, eres una aguafiestas. Aquí te Esperó.

- Bien, adios.

Y colgó.

Astrid se preparó y empezó a guardar sus cosas de estudios y trabajo, para prepararse y salir lo más rápido posible. Esa idea de la salida la tenía desde que despertó y lo planteo luego de que ocurriera eso con Hiccup, así que sin más dejo todos sus ideales y lo invitó.

- Astrid, ¿Estás ocupada?- Su madre llegó a su habitación y encontró un desastre en la cama de la chica, algo nada habitual- ¿Pero que pasó aquí? ¿Qué haces?

- Nada, solo buscó algo para ponerme pero no encuentro nada que me guste.- La mujer entró al armario y lo encontró hecho un desastre.

- ¿Qué estás buscando? ¿A dónde vas a ir?- Empezó a recoger ropa que había en el suelo.

- Exactamente no sé que estoy buscando y voy a ese lugar que papá y tú nos llevaban a Aroon y a mí siempre a inicios de vacaciones, ¿Lo recuerdas?

- Por supuesto. Pero, ¿Irás sola o con Heather?

- Con... un amigo.- Se mordió el labio y buscó en más cajones.

- ¿Un amigo? ¿Qué clase de amigo?

- Un amigo del trabajo, nada importante. Solo llegó a la cuidad y pues quiero llevarlo allí... ¡Aquí está!- Exclamó emocionada al encontrar lo que había estado buscando, lo tomó y se metió al baño para probarselo.

Meredith no era estúpida y sabía que ese lugar era muy importante para Astrid y no llevaría cualquier "amigo" allí. Además, también recordaba lo de hace dos días y también sabía que no había ido exactamente dónde Heather, pero su pequeña tenía muchos secretos y no la iba obligar a que se los dijiera, era más tranquila en ese tema no como su querido esposo.

- Bien y creo que con mis tennis negros quedarían bien. ¿Que dices?

- Te vez adorable, mi niña.- Busco los zapatos y se los entrego.

Después de eso la dejo para que se siguiera alistando y llamó a la nana para que la ayudará un poco en su desastre, porque se notaba que Astrid estaba apurada. Con la habitación algo más arreglada y con sus cosas listas, salió de casa y menos mal su padre no estaba en casa para responder preguntas, las cuáles no tenía tiempo de oír.

Manejo rápidamente hasta el apartamento de Hiccup y lo esperó cerca de este, dónde habían acordado encontrarse.

- Muy tarde para nuestra primera cita.- Se quejó Hiccup entrando al auto.

- Es de trabajo, recuérdalo.- Mantuvo su sonrisa.

- Y bueno, ¿A dónde vamos?

- Ya lo verás.- Colocó música y no dejo que el chico hablara.

: PARADISE :Where stories live. Discover now