Epílogo

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Un año después

Isla Capri

Las manos de Saúl se pasean por toda mi espalda desnuda, estamos sentados uno encima del otro sobre la cálida arena, las olas del mar están calmadas, al igual que la hermosa madrugada, este complejo de villas es una maravilla.

Mis manos se enredan en su cabello, lo acerco a mis labios, unimos nuestros labios, siendo este el beso más profundo que me he dado en toda mi vida con alguien, siento como nuestras almas conectan una con la otra, formando una sola alma con su unión.

No hay prisa por sentirnos, todo lo contrario, disfrutamos del momento, nos dejamos llevar del mismo, nuestros labios bailan al compás, nuestras lenguas se unen, muerde y chupa mis labios con deseo, pero sin ser rápido, solo disfruta de mí como yo de él.

Se separa de mis labios para morder la piel desnuda de mi cuello, lame y chupa cada parte de mí, sus manos se mantienen en mi espalda trazando caminos, la yema de sus dedos rozan mi piel, siento olas de placer con solo su tacto. Muerde mi cuello y desciende hasta detenerse en uno de mis senos, sus dientes muerden con suavidad mis pezones.

Gemidos se escapan de mis labios, mientras muerde y lame mis pezones quita una de sus manos de mi espalda y toma su miembro para introducirlo en mi feminidad, no hace falta que lubrique mi vagina, esta ya se encuentra lo suficiente mojada por causa del placer.

Una estocada es suficiente para sentirme llena, el placer aumenta y las ganas de seguir sintiéndolo dentro de mí son inmensas, no lo hace rápido. Por la forma en que me toca, me besa o me penetra, es diferente a como lo hacíamos al principio, ahora puedo percibir que me hace el amor y no que solo se basa en sexo.

Es como si nuestros sentimientos estuvieran por medio, mis manos arañan su espalda, mis uñas se entierran en su piel, muerdo sus hombros y beso sus labios con desesperación. Me voltea quedando esta vez de espaldas a él, mi vista ahora es el mar y la suya mi definido trasero, ahora soy yo quien toma el control de la situación y quien lo monta como si vida dependiera de ello.

La brisa mueve mi cabello, este se pega a mi espalda y sé que disfruta la vista que le ofrezco, escucho sus gemidos, como aprieta mis glúteos o como aprieta mis caderas, mi vagina con cada movimiento que hago aprieta su miembro cada vez más y más a tal punto que termino dejándome arrastrar por el placentero orgasmo, él tampoco tarda en llenarme de su semen y besar mi espalda.

Minutos después de ese maravilloso sexo que tuvimos, nos acostamos sobre la arena y cubrimos nuestros cuerpos con una manta, observamos la luna llena que sirve como nuestra única fuente de luz, me quedo pensativa y él lo nota.

― ¿Ya te he dicho que tienes unas cicatrices hermosas?

Sonrío al escucharlo, ha pasado un año del enfrentamiento con Artemisa, meses de haber salido del hospital y ahora es cuando las menciona.

― Creo que habías tardado mucho en darte cuenta.― ambos reímos.

― Pero hablo en serio cuando digo que son hermosas.― una de sus manos traza caricias sobre mi espalda.

― Sé que sí.― dejo un pequeño beso sobre sus labios.

Me quedo en silencio pensando, mi mente se va lejos junto con las olas del mar, puedo ver como el cielo comienza a esclarecerse, eso quiere decir que ya está amaneciendo.

― ¿En qué piensas?― cierro los ojos al sentir sus dedos en mi cabello.

― Realmente en nada, solo pienso en lo feliz que estoy siendo en estos momentos, creo que nunca lo había sido y hoy gracias a ti lo empiezo a ser.― volteo a verlo, nuestras miradas conectan.

― Creo que compartimos los mismos sentimientos en estos momentos.― sostiene mi rostro, sus dedos lo sostienen con suavidad.― Lo siento porque te amo.

― Yo también te amo.

Nos quedamos sentados a la orilla del mar para ver el hermoso amanecer, este momento quedará en mi mente para toda la vida, se tatuará en mi corazón, así como el amor que siento por él.

***

Artemisa falleció luego de haberme disparado, Saúl fue quien le quitó la vida, su hijo Apolo quedó bajo la custodia de mi hermano, vive junto a él en Nápoles. Artemis tiene dos gemelas y vive feliz junto a su esposa, le da todo el amor posible a su hijo para que no sienta tanto la ausencia de su madre.

Lleva a Apolo todos los sábados al cementerio a llevarle flores a su madre y a su hermanita, en el fondo sé que la muerte de Artemisa le afectó a mi hermano, a pesar de todo si llegó a quererla, pues era la madre de su primogénito, pero las acciones de Artemisa lo llevaron a odiarla, ella misma alejó a todos de su alrededor.

Alessandro está en prisión, fue condenado a quince años por lavado de activos, su empresa estuvo inmiscuida en el narcotráfico y recibía dinero de Artemisa para hacer crecer el capital de la misma y tratar de volver legal un dinero que provenía de la mafia. Cada que puede llama a nuestra hija, le he permitido que lo haga, porque a pesar de todo es su padre y tiene derecho de hablar con su hija, al igual que no tuvo la culpa de las decisiones de Artemisa.

Domenico volvió a reencontrarse con la hermosa dominicana, se casaron hace un mes y ya han visitado todo el caribe, piensan vivir en Polonia, todas las noches me llama para saber de mí y de la niña, sé que nunca dejaré de ser su amor imposible como dice, como también sé que siempre tendré un lugar especial en su vida.

Pedro sufrió graves heridas, pero estas fueron curadas en pocos meses, es director del hospital más importante de Florencia, tiene una relación sentimental con una hermosa mujer, quiere mucho a mi hija y de vez en cuando Hera pasa tiempo con ellos, ya que para mi hija Pedro siempre será su padre.

Adriano comenzó a salir con Dania la hermana de Domenico, pensé que era una broma cuando me lo contó, pero días después pude darme cuenta de que las cosas realmente iba en serio entre ese par. Me alegra ver como cada quien obtuvo lo que realmente merecía, fue difícil, más no imposible, ahora nos toca continuar con nuestras vidas y aprender a conocer ese sentimiento que veíamos lejano como la felicidad.

Al final no fue la sed de venganza lo que me dio la felicidad, fue la perseverancia y el amor por los míos, al final es lo único que cuenta, el amor que sientes por aquellos que arriesgan y lo dan todo por ti.

Fin.

Sed de venganzaWhere stories live. Discover now