2. ¿Qué mierda sucede con Ian?

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MELL

-¡Melody! - el grito de mi madre se combinó con el resonar de sus pasos en la planta baja y me despertó.

-¡Cállate, Kate; no me dejas dormir! - grité de nuevo. Me mantuve boca abajo sobre la cama, con los ojos aún cerrados. Mi cabeza estaba orientada hacia el balcón, en dirección opuesta a la puerta.

Pasos en la escalera, en el segundo piso. De nuevo los tacos de Kate golpeaban la escalera. - Melody Ann Reed, ponte de pie ahora mismo y prepárate para ir al colegio.

-¡No quiero! - exclamé cansada, sólo quería dormir. Aún seguía de espaldas a ella, pero estaba segura de que ella había puesto sus manos en su cintura.

-¡No me importa lo que quieres o no!

-Eso ya lo dejaste claro hace años.

-¡Melody!

-Iré más tarde. Tengo sueño.

-¿A quién le pediste permiso para hacer eso?

Me erguí sobre mis codos y la miré por primera vez. Su cabello estaba perfectamente recogido, usaba un traje color azul que era bastante ceñido en la parte de la cintura y unas sandalias negras de taco algo bajo. Era como ver a "Anti- Mell" en persona. Yo siempre tenía el cabello suelto, a no ser que el calor sea insoportable; mi ropa era siempre muy ceñida, pero en todas partes, y mis zapatos casi siempre eran altos y elegantes. Así era yo.

Hice una mueca de incredulidad. -¿Necesito pedir permiso para hacer eso?

-Claro que sí - respondió indignada, haciendo que su cabellera se alborotara un poco.

Bufé. - Como sea -volví a darle la espalda, acostándome de nuevo -. Lárgate de mi habitación.

-No me hables así, niña.

-¡Mark, Kate no me deja dormir; ya haz que se vaya! - le grité a mi papá. No estaba muy segura que aún estuviera en casa, pero no perdía nada con hacerle pasar un mal rato a mi mamá.

-¡Melody! - gritó enojada y me tomó del brazo.

-Kate, ¿no crees que se te hace un poco tarde?- le dije molesta, de verdad quería volver a dormir.

-¡No te salvarás de esto, Melody! - gritó frustrada, azotando la puerta al salir.

-Maldita sea - murmuré de forma gruñona, cuando, al cabo de media hora, me di cuenta que me sería imposible volver a dormir. Me puse de pie, me di una larga ducha de casi una hora y media, y me puse una bata antes de bajar a ver televisión en la sala.

A las ocho de la mañana, estaba completamente aburrida, tirada en mi sofá y con dolor de cabeza. Fui a la cocina y me preparé el desayuno; volví a la sala y vi televisión hasta las diez de la mañana, luego subí a mi habitación y comencé a prepararme para ir al instituto.

Me puse el uniforme y comencé a maquillarme. Me puse lo de siempre: lápiz negro, brillo y base. Me habían llamado la atención varias veces por que la falda azul del uniforme sólo me llegaba el medio muslo, y la camisa mangas largas blanca era muy ajustada, pero me daba igual lo que ellos decían, ya que no se animaban a expulsarme.

Tomé mi bolso y me dispuse a caminar lentamente hacia el instituto; pero apenas di un paso fuera de la casa, recordé que debía llevar mi uniforme de gimnasia. Corrí a mi dormitorio y tomé mi uniforme, el cual consistía en un short azul marino y una camiseta blanca; lo metí todo en mi mochila, al igual que mi zapato deportivo y salí corriendo de mi casa.

Iba sonriendo sin motivo alguno. Tal vez se deba a que había una fiesta este fin de semana, o que hoy saldría con mis amigos después de casi un mes sin una salida relajante.

Mi estúpido EX novio (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora