Encuentro

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Silencio y oscuridad reinaban en un vacío carente de vida. Flotando a la deriva en ese lugar, Phil solo contemplaba un punto inexistente, perdido en sus pensamientos. ¿Había muerto? Era extraño... su esposa le había contado sobre el "limbo" de manera completamente diferente. A pesar de eso, se sentía tranquilo, una sensación que no experimentaba desde hacía tiempo. Entrando en un estado de relajación donde no percibía dolor, disgusto o tristeza, Phil se dejó llevar, realmente necesitaba un momento de paz después de esas horribles pesadillas. Su tranquilidad se vio interrumpida cuando una luz apareció sobre su rostro, como un hada pequeña que emanaba una cálida sensación. Al abrir sus ojos, el hombre de cabello rubio miró la luz; era reconfortante y al tenerla cerca sentía un fuerte deseo de dormir; había pasado mucho tiempo sin descansar adecuadamente, él también deseaba dormir. Al alzar su mano en un intento de tomar la luz, experimentó un escalofrío que recorrió su cuerpo, una sensación de nostalgia y añoranza lo estremeció y le hizo sentir la misma tristeza de siempre. Cuando atrapó el destello, sus ojos se abrieron de golpe, esta vez en el mundo real; al final, todo había sido un extraño sueño, al menos no fue una pesadilla. ¿Eso era bueno? Le gustaría pensar que así era. Estando ya en la realidad y habiendo despertado en su totalidad, un fuerte dolor lo invadió. Podía sentir como sus extremidades se contraian en un tortuoso suplicio; definitivamente tenía muchos huesos rotos.

Tratando de soportar el dolor, intentaba desviar sus pensamientos hacia algo más; ignorar los problemas solía ser más sencillo en momentos tan horribles como esos. Al observar a su alrededor, se dio cuenta de que estaba en una casa destartalada con grietas en la madera, a través de las cuales podía ver el cielo azul.  Moviendo sus ojos de un lado a otro, examinó el lugar. No podía girar el cuello, así que se limitó a observar los objetos cercanos. El lugar parecía ser una casa abandonada con muebles muy viejos, algunos rotos e incluso quemados. Al pasar su mano por el lugar donde estaba recostado, sintió una cama dura, como un ladrillo. ¿Realmente estaba en una piedra? No era tan incómodo si no lo pensaba demasiado. Tampoco se podía quejar, ni siquiera se sentía incómodo a causa del dolor. Durante varios minutos, todo permaneció en silencio, e incluso Phil pensó que el lugar estaba abandonado. Sin embargo, alguien apareció.

Una cabeza asomó por encima de Phil, haciendo contacto visual con él. Sintió miedo, nunca había visto a esa persona y en un estado tan vulnerable no podía defenderse, era natural sentirse en peligro. Su expresión mostraba miedo y su cuerpo se encogió, como un ave que intenta esconder su cabeza entre sus plumas. La reacción del rubio asustó a la persona, que inmediatamente retrocedió y trató de disculparse.

– ¡Lo siento! ¿Te asusté? ¡Perdón! Dios, no quería eso... ¡Ah! Soy un tonto, tonto. - El desconocido se dio pequeños golpes en la cabeza, reprendiéndose a sí mismo, era algo extraño... -

La expresión de Phil se tornó incómoda y confundida, pero al mismo tiempo aquel gesto le dio un poco de risa, era un chico inusual. Sin mencionar nada, se limitó a mirar al sujeto, expectante a su próximo movimiento.

Al analizar al desconocido, Phil destacó tres detalles importantes que podía ver desde su posición:
1. El chico era pelinegro, con un negro azabache intenso, como la oscuridad misma. Su cabello era largo y le llegaba hasta los hombros.
2. Portaba una máscara en forma de calavera que cubría su rostro y al mismo tiempo sus ojos. Parecía ser un objeto imbuido en magia, ya que las cuencas donde se suponía que debían estar los ojos solo tenían dos puntos blancos que fungían como pupilas. ¿Era magia, verdad?
3. Usaba una capucha marrón que cubría todo su cuerpo, una tela muy desgastada y parchada con trozos de otras telas, tenía muchos parches. Debajo de la capucha, el chico vestía ropa muy sencilla, lo único diferente era un peto morado y unas botas negras ya viejas y llenas de barro.

El hecho de que Philza hubiese estado tanto tiempo alejado del contacto humano lo hacía sentirse extraño y al mismo tiempo curioso sobre ese chico tan peculiar. También sentía curiosidad sobre por qué tenía ese aspecto tan desgastado, por qué su casa estaba en esas condiciones y principalmente, por qué lo había ayudado. No es que fuera alguien que juzgara por primeras impresiones, simplemente tenía muchas preguntas.

Dulce Deseo | QSMP | | AU | | DeathDuo |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora