Me encontraba en mi habitación arreglándome para acompañar a Thiago al partido de Hockey contra la escuela rival. Lisa y Emma me ayudaban a elegir atuendo (pues lo único que sabía de ropa es que se hacía con tela) claramente rechazando todo, porque era muy obscuro, pero en mi defensa casi toda mi ropa era negra, si no es que toda.
La semana había pasado volando, la situación en casa estaba relativamente hablando normal, gracias a la salud precaria de mi abuela, yo no sabía que sentir al respecto, jamás fui demasiado unida a ella, pero si que la apreciaba.
Las cosas con Thiago iban mejorando, cada que tenía la oportunidad me besaba y aun así había veces en las que no sabía cómo reaccionar o me costaba seguirle en ritmo.
Era raro la relación que teníamos si es que se lo podia llamar así, pues hablando basándonos en los hechos, él nunca me había pedido ser su novia, ni le habíamos puesto alguna etiqueta a lo que éramos.
Una parte de mi temía preguntarlo, pues pensaba que tal vez el solo quería algo libre, sin presiones ni compromisos, aunque lo obvio seria preguntar qué es lo que tenía con el chico que besaba, tomaba de la mano y en ocasiones abrazaba.
En fin, tal vez solo debía dejar de analizarlo todo y disfrutar de él, en un buen sentido claro. Aunque lo que verdaderamente me ponía los pelos de punta era la cena a la que su madre me había invitado, no podia negarme, no después de que había dicho que ella y su esposo cancelaron reuniones y trabajo para poder estar ahi.
Debía pensar en cómo haría para que Miriam me permitiera ir.
—Dios mío, es que un demonio obscuro poseyó tu armario. —Exclamó lisa. —Dale un poco de color a tu vida mujer.
Rode los ojos, a pesar de que ella también usaba el negro constantemente, la diferencia era que siempre buscaba usar algo alegre, ella era una chica tierna y llena de colores, así que lo entendía, pero yo era todo lo contrario.
—Vamos, no me veo tan mal.
—Que no eh dicho que te veas mal hermosa, solo que parece que siempre vas a un funeral.
—Ya, pero cuando valla a uno real sera la mejor vestida. —Continuo Emma.
—Muy graciosas.
Llevaba puesto un short negro, junto con una playera negra que había fajado, unas botas negras y la chaqueta de cuero negra de Thiago, la cual le pedí prestada (el termino real sería robar) hace unos días cuando la llevo a la escuela, en mi defensa, me había encantado, la chamarra también.
Ese día se veía demasiado sexy, dios creo que terminé de enamorarme de él, aunque claro no se lo dije directamente, el no necesitaba que alimentara su ego.
Guarde las cosas necesarias en mi mochila y me sente para aplicar algo de maquillaje.
Estos días había retomado la comunicación con Lisa y Emma, hablábamos más seguido y ahora estábamos al tanto de nuestras vidas y esperaba que no volviésemos a distanciarnos, pues no podia verlas a menudo, gracias a que mis padres no me permitían salir.
Cuando termine de arreglarme baje avisando a mis padres que era hora de irme, había sido complicado, tuve que contenerme demasiado para no responder de malas formas a sus continuos desplantes o comentarios estúpidos.
La ventaja es que era un evento escolar, por así decirlo, así que me permitieron ir.
Y tuve que rogarle que no saliera conmigo. Thiago ya estaba esperando por mí en la entrada y no quería más intentos por hacerme quedar mal frente a él.
Thiago se encontraba recargado en su auto, solo que esta vez traía un Audi r8, si, era una fanática de esos autos ¿porque? no lo sabía, pero eran mis autos favoritos.
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Lazos de Sangre
RomanceEvelyn, vive bajo los malos tratos de su familia, quienes constantemente la hacen sentir menos, donde no le permiten ser ella misma y disfrutar de su juventud. Ella quería ser libre, quería dejar de sentirse un lastre y que no encajaba dentro de su...