Capitulo 33

458 35 3
                                    

Thiago me abrazaba mientras lloraba incontrolablemente, había sido un esfuerzo abismal decir en voz alta los sucesos ocurridos aquella noche, sobre todo cuando nunca me había permitido pensar o hablar de ello, principalmente por vergüenza.

Las señales habían sido bastante claras, pude haberme alejado, pero supongo que el que alguien me prestara atención me cegó.

Me encontraba entre los brazos de Thiago recargada en su pecho, él no me había soltado en ningún momento y mientras le contaba mi pasado podia sentir como se tensaba a mis espaldas y reforzaba su agarre, como si intentara consolarme y decirme que estaba ahí conmigo.

—Todo fue mi culpa. —Solloce.

—Joder no, nada fue culpa tuya.

—Debí alejarme de él. —Sorbí mi nariz. —Si tan solo me hubiera negado a ir a esa fiesta.

—No podías saber lo que ocurriría.

—E-es por eso que ellos m-me llaman...zorra. Y quizá lo soy...

—¡No! no lo eres en absoluto. —Me tomó de la barbilla para que lo mirara. —Entiende esto bonita. No fue tu culpa, no debías cargar con ese peso ni debes seguir haciéndolo, si alguien aquí es culpable es ese imbécil y te juro que lo matare. 

—Thiago...

—No, esta vez no Evelyn, no podrás detenerme de darle su merecido a ese hijo de puta.

Una parte de mi me decía que él no me creería y ni siquiera sabía porque, pero ahora se le veía bastante enojado, furioso, a decir verdad y lo último que deseaba era llamar la atención de nuevo y si Thiago hacia algo en contra de Harper, este no se quedaría callado sino todo lo contrario y estaba segura de que no iría tanto en contra de mi novio si no mío.

—No quiero que te embrolles en este lio y salgas perjudicado.

—Cariño, quemaría vivo a ese bastardo por hacerte daño.

Aquello me robó una ligera sonrisa, si bien la idea no me desagrada del todo, prefería mantener todo tranquilo. Nos quemados unos minutos en silenció hasta que rompí el silencio.

—¿Tu... aun me... quieres? —Frunció el ceño y me miró extrañado, pero evite su mirada a toda costa.

—¿Qué clase de pregunta es esa?

—Yo...

—¿Por qué crees que no lo haría más?

—Bueno es que... a los chicos no os gusta que...—Tome aire dándome valor. —No os gustan las chicas usadas...

La palabra se quedó allí flotando en el aire, Thiago no respondió solo se quedó mirando un punto fijo con la mandibula tensa, mi intención no era incomodarlo y por supuesto no pensaba así de él, solo que era lo que la mayoría de los tíos pensaban acerca de las chicas.

 —Te dire que no me gusta lo que ese cabrón te hizo y lo hare pagar, pero esto no cambia mi forma de verte, sigo tan enamorado de ti como desde el primer día que te vi y lo único que has logrado al contarme esto es que te quiera aún más, por lo fuerte que has sido.

—Ni siquiera pude darle la cara.

—No me refiero a eso, sino a que a pesar de todo has seguido adelante, aunque tu no lo notes, me refiero a que no te has derrumbado, al menos no completamente, aun sigues levantándote.

Nunca lo había visto así, quizá porque estaba demasiado entumecida con respecto a mis emociones y a mi misa que no lo note. Varias ocasiones pude haber acabado con todo, aquellas noches en las que la necesidad de hacerme daño me atacaba, pude haber cortado más profundo y acabar con mi martirió, pero no lo hice.

Lazos de SangreWhere stories live. Discover now