Capítulo VII

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—Nuestra Universidad tiene el mejor centro de educación del país

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—Nuestra Universidad tiene el mejor centro de educación del país. Siendo familia de los reyes seria un honor tenerla en nuestro grupo de estudiantes.

—Soy hija del presidente y primera dama de Dusmurk y aun así considero que las influencias que están usando no son las correctas.

La mujer de melena canosa y traje gris me observa en silencio por unos minutos y asiente.

—Sería un honor tener a la hija de Maksym Boss y Kätharina Zakharova.

—¿Cuándo puedo comenzar?

—Está misma semana si lo desea.

Asiento.

Salgo de allí dejando a una mujer aterrada, la mención de mis padres jamás es en vano. Solo quienes saben quienes son en verdad reaccionan con temor lo cual significa que ellos también hicieron o conocen el mundo oscuro.

Italia sonríe abrazándome con fuerza. Ella siempre se ha preocupado por mí y por el hecho de que haga cosas por mí misma como estudiar. Nunca ha sido mi fuerte y decidí dejarlo porque tengo seguro mi futuro con mi familia pero ahora que soy madre todo cambia, necesito avanzar y madurar por la pequeña de ojos cafés que me espera en casa.

Caminamos por la ciudad seguidas por tres enormes hombres vestidos de negro escoltandonos. Hace una semana que pasó lo del bar y desde entonces Dashiell no ha estado cerca a mi por el contrario ordenó a sus tres mejores soldados que me cuidaran.

—¿Y? —suelta la castaña a mi lado abrazándome.—Dia seis intentando que me confiese algo que todos los de esa noche vimos.

—No sé de que hablas.

—Katrina quiero saberlo. —exige. —los moretones en tu piel lo confirman de que sirve ocultarlo.

—Si, dormimos juntos pero solo porque Chris le dio su bebida mágica.

—Sabes perfectamente que Christopher puede alegarse aun más el día con su magia pero aun así eso no es excusa para nuestros actos.

—Él lo dijo, mientras me follaba mal decía gritando que era una puta tormenta.

Mi amiga me observa poco convencida.

—¿Te gusta?

Niego.

—Me dio en el ego que dijera eso.

—Vas a llamarme loca pero siempre creí que tu le gustabas. —Rio fuerte. —Es en serio, quizá solo discutía contigo por mantener ese sentimiento muerto.

—Estás loca. Mejor vamos por el regalo para Alaska.

—¿Qué quieres comprarle?

Eso es lo que amo de Italia ella no insiste cuando sabe que un tema me cansa y respeta mis decisiones sin juzgarme.

ZAKHAROVAWhere stories live. Discover now