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La coronación de Hyunjin era mañana.

Por supuesto que todos estaban nerviosos, en especial el príncipe, pero Felix sugirió pasar su último día como príncipe en un picnic en el patio del palacio. El plan original era estar con Seungmin, Jeongin, Chris, Jisung y Minho; pero la parejita tenía un cita y Seungmin y Chris dijeron que estaban ocupados.

Extrañamente usando las mismas palabras y respondiendo al mismo tiempo.

Al final, solo fueron Jeongin, Hyunjin y Felix, pero realmente lo estaban pasando muy bien. Jeongin ya había agarrado confianza con Hyunjin y le contaba anécdotas de cuando eran niños mientras este solo lo escuchaba atentamente y Felix negaba con la cabeza mientras reía. Escuchar las anécdotas de Jeongin, era darte cuenta que ambos hermanos tenían un punto de vista de sus vidas muy distinto. Jeongin se centraba en los buenos momentos, Felix relataba la cruda verdad.

De igual forma, a Hyunjin le gustaba las historias de Jeongin, aliviándose de que al menos, ellos siempre estuvieron juntos y sirvieron de apoyo para el otro. Tal vez sin Jeongin, Felix no hubiera siquiera llegado a los dieciocho.

—Y entonces, le echó sal en vez de azúcar a las galletas —Estalló a carcajadas el menor. Hyunjin estuvo a punto de ahogarse con su jugo por la historia y Felix rodó los ojos.

—Cambiar la sal de envase fué caer muy bajo, Lee —Dijo el rubio, poniendo los ojos en blanco y mordieron una fresa —Y por gracioso, tuviste tu merecido.

—¿Que te hizo, Jeongin? —Preguntó Hyunjin limpiando su barbilla.

—Me hizo tragarme todas las galletas.

—¿Cuántas eran?

—Diez...

Hyunjin soltó una ruidosa carcajada y Felix sonrió con orgullo de solo recordar a Jeongin comiéndose las galletas con lágrimas en los ojos y suplicando el perdón de su hermano de rodillas; cosa que no consiguió hasta que pasaron dos días.

Los hermanos Lee no tenían peleas fuertes casi nunca, ambos eran un rollito de canela, muy amorosos. Sin embargo, en su adolescencia, a Jeongin le encantaba hacer bromas pesadas y Felix era siempre la víctima de ellas, lo cual lo sacaba de quicio muchas veces. Creyó por un momento que su hermano menor era masoquista, porque sin importar el castigo que recibía por ser travieso con sus bromas, él continuaba molestándolo solo para acabar arrepentido después. Felix no era muy pacífico cuando le jodían la existencia.

—Oww, pobre bebé pan —Hyunjin también había agarrado mucha confianza con Jeongin, y como no, el chico era demasiado adorable; tanto, que creía fielmente que ningún ser humano en el planeta podría odiarlo. 

Abrazó al menor de los tres, revolviendo su cabello y cesando poco a poco sus carcajadas. A Jeongin le encantaba la actitud de Hyunjin y siempre lo hacía reír cuando bromeaba al decir que lo adoptaría como su hijo. Felix por otro lado, los veía con adoración. Desde que empezó a salir con chicos, se preguntaba si algún día conocería a alguien especial con quien mantener una relación y que tanto sus amigos como familia lo adoraran. Felix antes de Hyunjin se preguntaba diariamente si tendría esos romances clichés de Wattpad algún día.

Suerte que fué exactamente lo que sucedió.

 Los tres reían, comían, cantaban e incluso bailaban. Hacían de todo, disfrutando al máximo de una feliz tarde antes de la coronación. Si le dijeran a los antiguos hermanos Lee que estarían en el jardín del palacio real haciendo un picnic con el príncipe heredero a unas cuantas horas de convertirse en rey y que estarían jugando charadas y haciendo el ridículo, probablemente se reirían. Sin embargo, ahí estaban, en un pésimo intento de que Hyunjin adivinara que la palabra en su frente era "electrocutarse" y no "exorcismo".

𝑬𝒍 𝒄𝒐𝒓𝒂𝒛𝒐́𝒏 𝒅𝒆𝒍 𝒑𝒓𝒊𝒏𝒄𝒊𝒑𝒆 ♕︎ { 𝑯𝒀𝑼𝑵𝑳𝑰𝑿 }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora