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—Si sigues moviendo el pie de esa forma, harás un hueco en el suelo —Dijo el menor, cruzándose de brazos en la esquina de la cama. El príncipe suspiró y paró el movimiento.

Hoy por fin era el gran día por el que Hyunjin se había estado preparando toda su vida y no podía estar más emocionado; pero la emoción era tanta que los nervios lo empezaban a dominar. Apenas había logrado dormir bien anoche por estar sobre pensando las cosas, aunque una buena sesión de sexo con su amado lo había dejado agotado y cayó como un tronco.

Pero ahora, los nervios se hacían más grandes conforme pasaban los segundos y justo ahora, se encontraba sentado frente al espejo gigante en su habitación mientras que una mujer de unos 35 años intentaba peinar su cabello, siéndole difícil la tarea porque Hyunjin no paraba de moverse de un lado a otro en un intento de calmar sus nervios. 

—Su Alteza, en serio necesito que se quede quieto —Habló la fémina, tratando de que la frustración no se le notara en la voz, pero Felix si pudo darse cuenta de ello y quiso reír.

—Oh... Si, lo siento —Se disculpó el más alto, aún sabiendo que volvería a moverse en un par de segundos. Felix negó con la cabeza suspirando y se levantó de la cama para acercarse a la mujer y a su novio que estaba en ropas interiores. 

—Señorita, ¿Podría hablar con el príncipe un momento, a solas? —Preguntó el rubio con amabilidad y una suave sonrisa de boca cerrada. La mujer lo miró un momento y luego a Hyunjin, buscando su aprobación ya que, si bien ellos se casarían algún día, Felix no era rey aún y nadie en el palacio estaba bajo sus órdenes. Habían algunos sirvientes que tenían la obligación de servirle por ordenes de Hyunjin, pero el menor usualmente se negaba y hacía todo por el mismo.

—Puedes retirarte, Grace. Será solo un momento —Dijo el príncipe, mirándola por el espejo. La mujer asintió e hizo una reverencia antes de marcharse de la habitación y cerrar la puerta, dejando sola a la pareja.

Felix caminó hasta estar frente a Hyunjin y se sentó en su regazo, atrayéndolo en un abrazo y acariciando su espalda mientras tarareaba suavemente en un intento de calmarlo. Hyunjin se dejó hacer y apoyó su cabeza en el hombro de su novio, soltando todo el aire de sus pulmones y volviéndose gelatina en sus brazos. El príncipe podría estar como un chihuahua, temblando y siendo inquieto, pero de alguna forma el rubio lograba traer un poco de calma a su corazón.

—Tienes que relajarte un poco, Cielo —Susurró al mayor como si estuvieran compartiendo un secreto —Este es tu día y será perfecto, como siempre lo has soñado.

—Tengo miedo, Lixie, ¿Y si hago algo mal? ¿Y si me caigo frente a todos? ¿Y si la corona no me queda? —Balbuceó el mayor. Felix negó con la cabeza y dejo un suave beso en sus labios, callando sus balbuceos.

—Dijiste que los ensayos antes de la coronación eran estrictamente necesarios para que todo saliera perfecto, así que estoy seguro de que la corona te queda —Acarició sus mejillas y le mostró una sonrisa que fue correspondida de inmediato —Estás preparado para esto, Hyunjin, nada saldrá mal, no pienses así.

—Es que, ya sabes... A veces las cosas no salen como queremos —Hizo el amago de bajar la cabeza pero Felix no se lo permitió.

—Este no será uno de esos casos, tu coronación será increíble y estaré apoyándote desde la lejanía —Al escucharlo, Hyunjin soltó un suspiro pesado.

El plan era que Felix se sentara en primera fila junto a Jisung, Minho, Seungmin y Jeongin; sin embargo, Felix no se sentía preparado para mostrarse al publico y tirar por la borda los planes de citas con Hyunjin al aire libre porque el tendría que cubrirse del ojo público; prefería esperar hasta el día de la boda para mostrarse y así disfrutar de su privacidad un poco más de tiempo. Así que, tomó la decisión de hacerse pasar por un guardia y ver la coronación oculto, pues nadie le prestaría especial atención a un ordinario empleado.

𝑬𝒍 𝒄𝒐𝒓𝒂𝒛𝒐́𝒏 𝒅𝒆𝒍 𝒑𝒓𝒊𝒏𝒄𝒊𝒑𝒆 ♕︎ { 𝑯𝒀𝑼𝑵𝑳𝑰𝑿 }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora