20: Acto final

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(Narrador omnisciente)

Kaeya miró horrorizado a lo que solía ser Albedo, lo que antes eran unos ojos llenos de curiosidad y vida, ahora solo eran un par de esferas negras y sin brillo alguno, sus manos que alguna vez amó tocar ahora estaban cubiertas de una sustancia negra y sus creaciones que antes eran Geo gracias a la bendición del arconte Geo, ahora solo eran destellos carmesí dotados de un poder destructivo.

Kaeya estaba congelado, no sabía qué es lo que había pasado ni cómo habían llegado a esto, solo sabía que no tenía oportunidad de vencerlo y solo les quedaba resguardarse y rezar para que esa cosa no pudiera encontrarlos.

"Kaeya vete de aquí!"

Jean gritó mientras intentaba retener los poderes caóticos de Albedo, Jean sabía que era el más indicado para liderar en caso de que algo le pasara a ella y debía mantenerlo vivo, kaeya queria ayudarla, pero Lisa, quién también estaba impotente por no poder ayudar a su amada, tuvo que intervenir.

"Kaeya... Sabes que entre tú y yo, eres el más indicado para hacer una estrategia, vete de aquí y ponte a salvo, el viajero está en camino, yo... Haré lo que pueda para ayudar a Jean"

Fue lo que dijo Lisa, ella sabía que no le quedaba tiempo e iba a darlo todo para retenerlo, Kaeya aún quería quedarse, pero no podía, la ciudad habia sido evacuada y los pocos que habían podido salvarse corrieron lejos de la ciudad, no había más que él pudiera hacer por su gente, así que se fué sintiéndose impotente de no poder ayudar a sus dos mejores amigas que lo habían ayudado en muchas ocasiones.

Llegó al viñedo del amanecer, tenía algunas heridas por los golpes que había recibido mientras corría, sabía perfectamente que ahí había alguien que podría ayudarlo, así que corrió hasta llegar y se derrumbó en la entrada.

"Tienes suerte de que aún te tenga un mínimo cariño"

Escuchó una voz seria antes de desmayarse, Diluc sabía perfectamente que ni siquiera él podría detener a aquella bestia que alguna vez fue Albedo, así que lo único que pudo hacer fue resguardar a unos cuantos mientras esperaba que Albedo no llegara al viñedo.

"¿Sabes dónde está el viajero actualmente?"

Le preguntó a Amber, la cuál estaba muy mal herida ya que intentó salvar a mucha gente del ataque de Albedo.

"Lo último que supe es que él estaba en liyue... No debería tomarle mucho tiempo volver"

Dijo ella mientras observaba como diluc se llevaba a kaeya a uno de los sillones, klee estaba dormida junto a eula, la cuál buscaba una forma de poder hacer algo.

"Alguien debe salir a buscarlo, no sabemos si esa cosa venga hasta acá y Jean no podrá retenerlo por mucho tiempo"

Dijo diluc mientras intentaba hacer un plan... Pero no podía, aunque él no lo demostraba, estaba muy preocupado y no sabía qué hacer, Venti estaba desaparecido y era el único que podría detener a Albedo en caso de que el viajero no llegara, pero no sabía dónde estaba y ni siquiera sabía si estaba vivo.

"¿Dónde está nuestro arconte cuando lo necesitamos?"

Murmuró, pero luego vió que kaeya despertaba y parecía estar mejor.

(Pov: Kaeya)

Ya tenía algo en mente, era una única oportunidad para ganar y rehacer la vida en mondstadt.

"Diluc! Debemos atacarlo juntos, así tendremos una oportunidad de vencerlo"

Dije, él pareció desconcertado, pero luego aceptó y dijo que tal vez sí tendríamos una mínima oportunidad de vencerlo... Él pesaba eso, pero lo que iba a hacer era sacrificarme, sabía que diluc no iba a dejar que lo hiciera, pero yo había causado esto y ahora era mi responsabilidad, pero no le dije eso, así que nos alistamos y nos fuimos, al llegar a la ciudad, nos escondimos detrás de unos escombros mientras esperábamos la oportunidad para atacar... Desde la lejanía observé los cuerpos inertes de Jean y Lisa, quienes dieron su vida para tener esta oportunidad y ganar...

"Kaeya! ¡¿Qué mierdas estás haciendo?!"

Diluc grito en voz baja al vez como salía del escondite y me ponía frente a lo que era él gran cazador y empezaba a gritar.

"Oye Albedo! Soy yo a quién buscas, ahora ven aquí!"

Grité con fuerza para que me escuchara, la mitad de mondstadt estaba hecha escombros y podría escucharme perfectamente... Me parece increíble que lo único que sigue completamente es la estatua de barbatos frente a la catedral.

Albedo apareció frente a mí en un abrir y cerrar de ojos, dió un ataque con ese nuevo poder que tenía y casi me dejaba fuera de combate, pero no lo dejé y me acerqué a él.

"Basta Albedo, tú no eres así, ¿Por qué haces esto?"

Dije mientras esquivaba sus ataques como podía, él estaba completamente estático mientras atacaba, Diluc aún estaba escondido y estaba esperando una señal para meterse a la pelea.

"Tú no eres mi Albedo... Déjalo en paz, él está sufriendo mientras tú destruyes lo más preciado para él"

Dije con rabia mientras lo tomaba por él cuello, él era Albedo pero... Sabía que el Albedo que yo conocía estaba adentro de esta cosa, así que lo tomé desprevenido y lo besé, luego sentí como me atravesaba con ese poder destructivo que tenía, ese era el plan, retenerlo para que diluc terminara con esto.

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Nadie supo exactamente qué sucedió, lo único que pudo observarse fue un destello y a continuación, un par de cuerpos inertes en lo que solía ser el centro de la ciudad, diluc había atacado y parecía haber obtenido la bendición del arconte anemo, ya que ningún mortal hubiera tenido la fuerza suficiente para acabar con una de las creaciones de Oro.

Albedo no volvió a despertar después de aquello, lo único que quedaba de él era su cuerpo, ya no tenía funcionamiento ni utilidad alguna, solo había un cuerpo sin alma...

Y de Kaeya, ni hablar, su cuerpo estaba completamente destruido ya que no pudo resistir el impacto del poder de Albedo, pero pudo cumplir con su última voluntad, pudo pasar sus últimos instantes junto a su amado...

Diluc observó a los dos amantes desde la lejanía, había quedado herido gracias al impacto, pero estaba vivo, ahora lo que tenía en mente era enterrar a la pareja junta, aquella pareja que alguna vez fue la más popular de mondstadt fue reducida a un par de cuerpos inertes que carecían de vitalidad.

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"Querido kaeya.

Me arrepiento de no haber podido interactuar más contigo y nos haces mucha falta en la capital, en estos últimos meses hemos podido reconstruir parte de lo que alguna vez fue nuestro hogar... No soy muy bueno con las palabras, pero lo único que puedo decir es... Lo siento.

Te extraño, fuiste y siempre serás mi hermano, mi compañero y mi mejor amigo, siento no haberme podido disculpar por todo lo que te hice en el pasado, pero nuestro padre alguna vez nos dijo que no debíamos llevar rencor en nuestros corazón y a decir verdad, no te guardo rencor, sea donde sea que estés ahora, espero que seas feliz y que puedas descansar en paz, tu sacrificio nunca será olvidado y tu amor por Albedo quedará guardado en el corazón de los historiadores"

-De: Diluc
-Para: Kaeya

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Bien, después de dos años de trabajo pude concluir mi primera historia, el final es un poco flojo, lo sé... Pero lo intenté, esta no será mi última historia, traeré más historias con una mejor redacción, se los aseguro.

Este es mi último anuncio aquí, gracias por acompañarme a lo largo de este trayecto y por haberme apoyado, los adoro

Gin se despide por ahora <3

ᴏɴʟʏ ʏᴏᴜ [ᴋᴀᴇʙᴇᴅᴏ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora