CAPITULO 17: la promesa

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Hyeji

—Woah... — exclamé mirando los hermosos cerezos en su máximo esplendor. —¿Qué es este lugar?


Beomgyu sonrió nostálgico y me invitó a tomar asiento en una de las bancas cerca de la preparatoria en la que estábamos. Todo era realmente precioso, parecía sacado de un cuento de hadas; el viento, las hojas de las flores de cerezo volando por todas partes, los rayos de sol atravesados entre las ramas de los árboles, el aroma dulce... todo era perfecto.



—Aquí fue donde empezamos a conectar.— volteó a verme y sonrió sincero. —¿Quieres escuchar la historia?— preguntó con una ceja levantada y se cruzó de piernas.— Yeonjun hyung me dijo que no recuerdas nada de tu pasado y que juntos están tratando de que recuerdes aunque sea un poco sin forzarte demasiado. No  quiero que te sientas obligada a nada así que por eso pregunto si quieres saber un poco más sobre tu pasado.


Sonreí lentamente al recordar la gentileza de Yeonjun y asentí al mismo tiempo.


Adelante, te escucho.


El castaño sonrió y se acomodó en la banca para hablar cómodamente. Yena se había ido a conseguir unas cosas que tanto había buscado en Inglaterra pero que jamás encontró, así que aprovechó la oportunidad y se fue a conseguirlas por ella misma.


—Bien. Todo comenzó cuando la profesora Hanjoo nos hizo compañeros de equipo; yo no te caía muy bien porque creo que pensabas que era un "bad boy" o algo parecido, y—




—Ah, Yeonjun me contó algo sobre eso — lo interrumpí. Tengo la mala costumbre de interrumpir a las personas cuando están hablando. Beomgyu sonrió animado y a continuación me disculpé por interrumpirlo. — Lo siento. Te escucho.



—Nah, no pasa nada— aclaró su voz antes de seguir hablando. —¿Qué te decía? Ah si, prácticamente todo fue obra de la maestra Hanjoo, sin ella creo que jamás hubiéramos sido tan amigos.




—¿Qué tan cercanos éramos?—pregunté curiosa.



—Muy cercanos. Yo te llegué a contar todo sobre mi, desde la pérdida de mi hermano, las peleas en casa, hasta mi amor secreto por Hayun.




—¿Hayun?




Sonrió y negó con la cabeza.




—Una vieja amiga.





—Oh... entiendo.



Beomgyu siguió hablando durante los siguientes treinta minutos acerca de muchas cosas que compartimos juntos, algunas de ellas venían a mi mente como escenas congeladas y de vez en cuando tenían movimiento. Mi corazón se alegró al escucharlo y también al darme cuenta de que a pesar de todo lo malo que viví en el pasado tuve un buen amigo como Gyu que cuidaba y velaba por mi.




—Yeonjun-hyung se quedó esa noche en el hospital para cuidarte.— abrió la botella de agua que traía en la mano y bebió un poco antes de seguir hablando. — Es gracioso, ¿sabes? Recuerdo que tú me mandaste a casa y me dijiste que no me estabas preguntando, en tono mandón y cuando salí de ahí para llevarme a los chicos Yeonjun dijo exactamente lo mismo — soltó una risita. — Desde ahí supe que ustedes estaba hechos el uno para el otro.— dijo victorioso.



Me quedé pensando un momento en sus palabras. Definitivamente había algo entre Yeonjun y yo en aquellos días, y está más que claro que las demás personas también lo notaban, así  que me armé de valor y le pregunté a Beomgyu al respecto.



Wash away | YeonjunWhere stories live. Discover now