Wash away | Yeonjun

CAPÍTULO 21: mañana

Hyeji

—¿Y ahora qué sigue?— pregunté divertida recargada sobre la puerta; me crucé de brazos y levanté la cabeza para mirarlo fijamente a los ojos.

Yeonjun vino a dejarme hasta la puerta de la suite y ya llevaba más de diez minutos intentando despedirse. Yena nos acompañó a petición mía para no estar completamente a solas con Yeonjun pero fue la primera en entrar cuando llegamos.

El convivio en la casa de la familia Choi salió de maravilla. Danielle dijo que había estado en su fiesta de cumpleaños pero que no alcanzó a verme por ciertos motivos que no quiso revelar, y no, no era por ella más bien por el pelinegro, Yeonjun le dijo que se detuviera ahí ya que más adelante hablaría de eso conmigo. Aún no sé a qué se refiere, pero a juzgar por la expresión que puso, supongo que es un tema delicado.

En fin, mientras esté con Yeonjun nada puede salir mal, es decir, la peor parte ha pasado, ¿verdad?

Yeonjun mordió su labio inferior y se recargó con una sola mano en el marco de la puerta.

—¿Qué sigue de qué?

—Pues si... ¿qué sigue?— también mordí mi labio inferior y sonreí.

—Amm.. bueno.. — movió las cejas de arriba hacia abajo, pícaro. Después volteó a ver hacia el pasillo e inmediatamente regresó la mirada hacia mí. — Yena está dentro, ¿quieres que mejor vayamos a mi habitación?

Creí que era muy claro a lo que me estaba refiriendo, pero ya vi que no. En cuanto Choi Yeonjun terminó de pronunciar aquellas palabras sentí como mi cuerpo se erizó y al mismo tiempo mi rostro enrojeció.

—¡Hey!—le di un golpe en el brazo. —¡No me refería a eso!

—¡¿Qué?! ¿Entonces?

—Me refería a mañana, a qué haremos mañana, sucio.—sonreí divertida.

—¡Ah!—el pelinegro sonrió divertido y acomodó su cabello para el despiste.—Bueno Hyeji, en realidad ya no somos unos niños como para avergonzarse, ¿lo sabias? Podemos hacer lo que sea que tu cabecita esté pensando — tocó suavemente mi frente con el índice y después la besó. —No pasa nada si vienes a dormir conmigo, corazón de melón.— besó mi frente de nuevo. — Todo está bien.

—Ajam...— sonreí.— Podemos hablar de eso en otra ocasión, por ahora hablemos de lo que haremos mañana, ¿está bien?

Yeonjun entrecerró los ojos.

—Está bien, por ahora, pero no olvidaré el tema, ¿eh? Este tema no ha terminado aquí, señorita.

Solté una risita y asentí.

—De acuerdo.

—Bien, entonces... ¿quieres saber a donde iremos mañana?— preguntó.

—Por favor.

—¿Y si te digo que es una sorpresa?

—¿Y si te digo que es importante saber ya que debo terminar unas cosas de la empresa?

Yeonjun arrugó el entrecejo y chistó los dientes, todo por supuesto, con aegyo.

—Yah, deberías apartar tiempo para mi. Yo por ejemplo tengo libre otro día más— dijo orgulloso.— Nadie me molestará mientras estemos juntos.— se acercó un poco más y me depositó un beso en la nariz.