Wash away | Yeonjun

CAPITULO 18: polaroid

Heeseung

—¿Hyori?—abrí un poco más la puerta del dormitorio.— ¿Qué estás haciendo aquí? Son las 2 de la madrugada.— tallé mi ojo derecho y bostecé.

La castaña se abrió paso por si sola y se sentó en la sala de estar.

—Es Hyeji. Ella volvió. — despeinó un poco su cabello. Las ojeras debajo de sus ojos me indican que no ha estado durmiendo bien durante días.

Cerré la puerta lentamente y fui a sentarme en el sofá frente a ella no sin antes colocar boca abajo la polaroid de nosotros dos que tenía sobre uno de los estantes de la entrada.

Lo sabía. Sabía que Hyeji era esa chica de la cual Hyori me contaba recién llegamos a Corea, aquella que robó el corazón de Yeonjun cuando ella intentaba recuperarlo.

El mundo es muy pequeño. Es decir, ¿quién diría que los cuatro estaríamos envueltos en este embrollo?

El mejor amigo de Yeonjun le quitó a su primera novia y también resultó ser el hermano de su más grande amor, al mismo tiempo que mi más grande amor resultó ser la persona que lastimó a mi hermana perdida a causa de su amor no correspondido por mi mejor amigo, su más grande amor.

Es un caos.

Solo necesitaba acto de presencia por parte de Hyori para confirmar mis sospechas.

Hace años que no nos hablamos; ella decidió que iba a intentarlo con Yeonjun una vez más y cortó todo tipo de lazos conmigo. Por mi parte nunca la busqué, quise respetar su decisión y mantenerme al margen, incluso si eso iba en contra de lo que yo sentía por ella.

Lo sabía. Desde el inicio sabía que todo esto no iba a terminar bien.

Si tan solo hubiera sabido que mi hermana sería el más grande amor de Yeonjun, yo jamás me hubiera atrevido a lastimarlo... aunque bueno, una cosa lleva a la otra y estoy seguro que todo eso tuvo que ocurrir para que ellos dos se encontraran.

Qué dilema.

—Tu karma— me crucé de brazos y recargué mi espalda sobre el sofá blanco— Ya sabías que tarde o temprano volvería, recuérdalo, tú misma lo dijiste aquella noche que Yeonjun te recibió con los brazos abiertos.

Si bien sabía la historia de Hyori y aquella amiga suya de la pizzería, jamás me cruzó por la mente que mi hermana y esa chica fueran la misma persona. Lejos de ser karma para Hyori, también es karma para mí.

Aún así es mi hermanastra, y siempre soñé con tener familia más allá de mamá y papá, así que no puedo dejar que por nada del mundo, ni aún por todo el amor que le tengo a Hyori, sufra.

Si Hyeji ama a Yeonjun a pesar de todo, entonces haré hasta lo imposible por que esos dos queden juntos de nuevo.

Aún si eso implica traicionar al amor de mi vida.

—Yo lo sé, yo lo sé. —bufó.

Se quedó un momento viendo a la nada y después dirigió su vista hacia mi.

—¿Qué harás?— pregunté. —¿Te quedarás con los brazos cruzados?

—No dejaré que me lo quite otra vez, si es que eso es a lo que te refieres.— dejó ver una sonrisa molesta en sus labios.—Han pasado cinco años y aún no he podido hacer que la olvide después de todo.