15. AMOR Y GUERRA.

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Era su segundo día juntos, y Sebastian no iba a perder el tiempo, quería hacer todo lo que estuviera en sus manos con tal de reconquistarla.

Así que con un elaborado plan de Kimi y un poquito de ayuda de Fabián, se ponía en marcha el combate en contra del americano que esperaba a Emily con un pie en el altar.

Bien dicen que en la guerra y el amor todo se vale.

-¡Emi!,¿Estás lista?

-¡Dame un segundo! - gritó en respuesta mientras acomodaba sus tacones bajos, rodó los ojos antes de murmurar - Que desesperado.

Con un pantalón de vestir y un abrigo capa, ambos en color gris oxford, salió de la habitación y escaleras abajo se encontró con el rubio mirándola como si fuera el quinto campeonato.

-Oye, hablo en serio cuando digo que si quieres que salgamos a las nueve, dime que será a las siete y media, así estaré lista a tiempo. - carraspeó al no obtener respuesta - ¿Todo bien?

-Estoy viendo un ángel.

-Ay Seb, que ridículo.

Pasó por un lado del hombre caminando hacía la puerta, jalando la correa de su bolso Hermés del sofá en el proceso.

-Emi, traje ésto para ti. - dió la vuelta y recibió el ramo de flores desordenado con una sonrisa enternecida pero la mirada confundida - Las corte yo mismo del jardín, iba a enrrollarles un listón pero creo que Hanna se llevó la caja de hilos y listones.

La mención innecesaria, vaya forma de arruinar el momento. Pensó para si misma.

-Gracias, muy amable de tu parte. Las pondré en un florero y luego nos vamos.

-Claro, tomaré mi abrigo.

Una vez listos, subieron al auto con dirección al centro comercial, pensaban desayunar algo ligero antes de empezar con las compras de la francesa, pues según ella necesitaba ropa para su luna de miel.

Lo que ella no sabía era que el alemán ya tenía en mente una luna de miel en la que Joseph Burrow no estaba incluido.

-Quiero comprar un par de vestidos y demasiados trajes de baño, iremos a Hawaii y no quiero tener que estresarme por comprar ropa estando allá. - iba explicando la chica con una ilusión notoria en su voz - Nunca he estado allí, ¿Tú?

-Si, dos veces. - respondió sin compartir su emoción, no porque no estuviera contento por verla feliz, más bien se sentía celoso del hombre que la llevaría de blanco.

-Joe tiene todo el viaje planeado, dijo que tenía algunas sorpresas para mí pero sinceramente no sé que esperar.

El nerviosismo de la chica ablandó su carácter y tomando una respiración profunda para alejar los sentimientos negativos la miró con una sonrisa amistosa.

-Si es verdad que te ama, no tienes que preocuparte más que por fluir con el momento.

-Gracias Seb, me reconforta tenerte a mi lado en este momento.

El rubio se arriesgó a tomarle la mano con cariño y sostenerla sobre su muslo, se alegró de que la castaña no se resistiera y al contrario le diera un apretón.

No hablaron más hasta llegar al centro comercial, donde caminaron hasta una cafetería de postres franceses.

-Buenos días,¿Están listos para ordenar? - preguntó la mesera.

-Si. Yo quisiera una caja de seis macarons de fresa y un té blanco.

-Yo pediré un créme brûlée y un té negro.

The Last Day || Sebastian Vettel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora