Guía para criar al villano enfermo (Adaptación a Liskook).

Capítulo 35: Concurso

Lisa no había estado en casa durante más de diez días, pero la familia Manobal no se lo tomó en serio. En aquel entonces, su segundo hijo también se había escapado durante uno o dos meses, por lo que todavía estaban maldiciendo y jurando.

Por ejemplo, se había vuelto atrevido y ya ni siquiera los escuchaba. Estaba bien si no regresaba, pero solo mirarlo los enojaba. El Padre Marcos también estaba extremadamente descontento con la fuga de Lisa. Dijo varias veces que cuando Lisa regresara, le daría una lección y vería si todavía se atrevía a huir.

Al final, antes de que Lisa regresara, Chitthip descubrió accidentalmente que la persona que robó el dinero podría no ser Lisa.

Podría ser Bambam.

Después de que los compañeros de clase de Bambam se fueron, la cara de Chitthip se puso verde. Le dijo a Marcos que tenía algo que hacer y se fue a casa primero. Una vez que llegó a casa, fue directamente a la habitación de Bambam.

Bambam se sorprendió. Su familia lo había mimado, así que cuando vio a Chitthip hurgando en su bolso, dijo con impaciencia: "Mamá, ¿qué estás haciendo?".

Quería arrebatarle el bolso.

Había algo en su bolso que Chitthip no podía ver.

Al final, Chitthip, que normalmente no soportaba decirle una palabra dura, le dio una palmada en la mano y le gritó que se sentara.

El corazón de Bambam dio un vuelco y de repente una mala premonición surgió en su corazón.

Luego vio a Chitthip sacar de su bolso tres novelas de fantasía que acababa de comprar y una pinza para el cabello sin abrir. Este era el regalo de cumpleaños que le había comprado a Yeri hace dos días.

El pequeño Gordito era muy vanidoso. Recientemente, había estado mostrando su riqueza frente a sus compañeros de clase, por lo que cuando compró el regalo, dejó deliberadamente la etiqueta del precio en la pinza para el cabello.

218 yuanes.

A su edad, un regalo costaría como máximo una docena de yuanes. A veces, incluso regalaban dos carteles de celebridades. Bambam dejó deliberadamente la etiqueta del precio para que Yeri pensara que era más rico y más considerado. También haría que los otros chicos sintieran envidia.

¿Quién hubiera pensado que su madre se enteraría de repente?

Sólo quedaba un pensamiento en su mente. Si lo hubiera sabido, habría arrancado la etiqueta con el precio. Si no pudiera ver el precio, podría haber inventado algo que costara una docena de yuanes.

Bambam encogió el cuello. "... Mamá, ¿qué estás haciendo? Revisaste mi bolso en el momento en que entraste..."

"¿De dónde has sacado esto?" Chitthip miró fijamente el número 218 en la pinza para el cabello. Se enojó aún más cuando vio las novelas de fantasía. Gastaba miles de yuanes cada mes dando clases particulares a Bambam, pero Bambam leía novelas todos los días.

"¡¿De dónde sacaste el dinero?!"

"Sólo... sólo el dinero que ahorré". Bambam también estaba un poco asustado. No esperaba que Chitthip ya supiera que él fue quien robó el dinero. Principalmente tenía miedo de que su madre dijera que no estudiaba mucho ni leía novelas. Todos en la familia lo adoraban, incluida su madre. Sin embargo, a diferencia de su abuela y su padre, cuando no estudiaba mucho ni comía en secreto por la noche, su madre lo regañaba si se enteraba. Por lo tanto, Bambam todavía le tenía un poco de miedo a Chitthip.

"No gasté el dinero que me diste. Lo he estado ahorrando..."

. "¿Lo salvaste?" Chitthip arrojó la horquilla al suelo y algunos de los diamantes se cayeron. Bambam sintió que le dolía el corazón cuando vio esto. "Mamá, no lo dejes caer". Estaba a punto de recogerlo cuando Chitthip lo inmovilizó contra el suelo.