10. Su primera caída

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Los días que precedieron a la llegada de los hermanos Altair al instituto fueron tranquilos aunque su presencia fue suficiente para revolucionar el ritmo de los alumnos.

Los exámenes, los trabajos y las circunstancias típicas del instituto los eclipsaron, pero, a decir verdad, su distancia prudencial con el resto de la clase los hizo llamar más la atención, a pesar de que pasara la semana sin ningún altercado. Las miradas discretas, los cuchicheos, los murmullos y rumores que involucraron sus nombres seguían vivos.

Deidre le daba la espalda a la profesora de historia para entablar una conversación con Malory y Agnes. La rubia se encontraba ocupada pintarrajeando el pupitre con una caricatura nueva, esta vez, la víctima era Owen, un compañero de su clase con quien no se llevaba bien.

—¿Tenéis ganas de ir a la excursión, chicas?

—Lo que sea para perderme un día de clase —masculló Malory.

Agnes río.

—Me muero por ir... —dijo— ¿Pero vosotras habéis empezado a miraros lo que entra en los exámenes?

—¿Cuándo son?

—La semana que viene, Malory.

—Ah, no.

—¿Vas a estudiar? —cuestionó Deidre con una sonrisa pícara.

—No.

—Deberías hacerlo —musitó Agnes, cerca de Malory.

—"Dibiriias hicirli" —se burló con voz chillona.

Agnes rodó los ojos y habló con Deidre sobre el examen.

—¿Y tú crees que esos podrán hacer los exámenes? ¿Cuánto saben de lengua, por ejemplo? —cuestionó con un gesto de la cabeza.

—Bueno, hablan inglés muy bien... —dijo Deidre.

Entonces, trató de mirar a los hermanos Altair disimuladamente. Se giró sobre su silla y recorrió los rostros de los alumnos a su espalda, sin detenerse en ellos específicamente.

Un chispazo nació en su nuca y se extendió tortuosamente por su espalda, recorriendo sus brazos hasta la punta de sus dedos. Deidre se rascó la piel de ambos brazos con las uñas, sin darse cuenta de la agresividad en su gesto hasta que escuchó a Malory.

—¿Te ha picado algo?

—¿Qué? —preguntó. Miró sus brazos, que comenzaban a enrojecerse y paró—. No, no es nada.

Deidre sonrió cándidamente y no dijo nada más, Malory volvió su atención a su garabato sin insistir y Deidre suspiró., sin los ojos atentos de su amiga sobre ella, Deidre apoyó los brazos sobre la mesa y a su vez la cabeza sobre ellos.

Se concentró en seguir la lección hasta que sonó el timbre que daba por finalizada la clase. Recogió junto a Malory y Agnes y se dirigieron juntas a la puerta para ir lo antes posible a comprar el almuerzo a la cafetería pero un grupo grande de alumnos bloquearon la entrada y no les permitieron salir, por lo que se quedaron de pie, hablando.

—¿Qué creéis que va a preguntar la señora Webb en su examen? —les preguntó Agnes.

—No tengo ni idea, apenas hemos avanzado con el temario.

—Yo pienso que debería cancelar el examen.

Sus dos amigas se quedaron mirándola con las cejas enarcadas en incredulidad.

—Pero, ¿qué más te dará si tú no estudias?

—¡Calumnias! —exclamó Malory en su defensa, fingió estar indignada y les dio la espalda.

CONDENADOS #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora