Curvas Perfectas

26- Te amo

Berlín. Adams

Seis meses después actualidad

El tiempo lo cura todo poniendo cada cosa en su lugar. Mi rehabilitación va viento en popa, y paso a paso. No me apresuró, no me agobio, simplemente vivo. Dejando atrás esas inseguridades que me hacían sentir menos. Si soy una mujer con curvas, con mis estrías, con esos salvavidas de más en mi abdomen. Pero aún así me miró en el espejo cada mañana y sonrió por un día más. Al final entendí que la única persona que me puedo dañar soy yo, y que esos miedos solo viven en mi cabeza.

Alex es esa persona especial que encontré donde menos lo esperaba, de la nada con un contrato irreal, casi de cuento; dándole esa pizca de sazón a mis días que necesitaba, para creer en mí y amarme a mí; para luego amarlo a él.

Estamos en un punto, dónde solo nos conformamos con las pequeñas cosas. Después de esa noche que al fin nos diera una real oportunidad, pasamos de estar juntos como el chicle, a aceptar la realidad de mantener una relación a distancia por mi oportunidad en América.

Hubo un punto en que me replantee posponerlo, pero Alex me impulso a seguir mis sueños. Y aunque lo extraño un montón, sé que ha sido lo mejor. Nuestro amor en la distancia lejos de lo que todos podrían estipular, es lo mejor que podría pedir. Nos hacemos videollamadas a cada hora, por tonterías, como la última cosa que hicimos en el trabajo. O reímos ante la travesura de mi bebé Rico, un perrito Chihuahua que Alex me regaló hace tres meses. O sobre el vecino gruñon del frente y los nuevos contratos de Alex. También el hecho de que Ashley fuera a la oficina de Alex a rogar por trabajo, incluso insinuando su cuerpo. Cosa impactante y como Alex la mando a hechar con los de seguridad impidiéndole cualquier otro trabajo en la moda. Extremo sí, pero igual no siento remordimiento.

En cuanto a Figuer, es como si se la hubiera tragado la tierra, ni si quiera se presentó en la última audiencia. Luego descubrimos que la policía estaba tras de ella como sospecha de mi accidente, pero aún asi los sobres escalofriantes continuaban llegando.

Alex contrato a un investigador privado, y un guardaespaldas para mí. Quería un equipo de seguridad completo pero me negué. Aún así tener a una persona siguiéndome todo el rato es demasiado raro.

Hoy por fin estoy dando mis primeros pasos con unas muletas, y según mi fisioterapeuta pronto estaré caminando completamente.

Tara me envía fotos cada día de su pancita y de lo mucho que me extraña. Recientemente consiguió un trabajo en un estadio como relaciones públicas; nada que ver con la moda pero está contenta de estar rodeada de jugadores fuertes de hokey, aún cuando el donador de esperma del padre de su bebé como ella lo llama, no ha parado de seguirla.

Me encuentro camino a mi apartamento el chófer para frente al enorme edificio y respiro hondo revisando nuevamente el móvil, ya que se me hace extraño que Alex no me halla llamado hoy.

- Señorita Adams- la voz del chófer me saca de mis pensamientos y asiento, aceptando su ayuda para bajar, situandome en mi sillón.

Rosa me espera afuera sonriente ha sido como una amiga para mí y un apollo, otra de las cosas que Alex hizo por mí debido a mi condición actual y los quehaceres en el apartamento, aunque aún en el sillón me desenvolvía bastante bien y pronto estaría sobre mis pies en la pasarela que tendría dentro de dos meses.

Por ahora solo había hecho fotos, en la nueva campaña titulada Curvas Perfectas, dos palabras que encierran mis miedos, mi historia, mis inseguridades y me hacen quien soy. Un ejemplo para muchas personas en el mundo, no solo para mujeres a mostrarse tal y como son sin complejos.

Cómo un grito de sí, puede que no sea como tú quieres que sea, pero no tengo porque amoldarme a una sociedad, solo debo ser yo, tal y como soy; si me aman, si encajo, si doy suficiente, no importa porque igual sigo siendo auténtica y real.

Gabriel estuvo encantado con la idea de la campaña, mi nuevo jefe y amigo de Alex. Y yo tenía mi propio grupo de fans que a penas podía creerlo. Aunque todavía había ese grupo de personas ignorantes que dejaban comentarios negativos en mis post que eran manejados por Rosa. Pero eran palabras que si antes me dañaban ahora carecían de valor.

- Rosa no tenías que esperarme aquí - la reprendo y ella niega con una sonrisa amable que hace brillar su cara moviendo sus risos, es una mujer de mediana edad, pero siempre viste con estilo.

- Este es mi trabajo y para mí no es ninguna molestia.

Nos guía hacia el edificio, saludamos a Jorge el conserje y subimos por el ascensor, le cuento mi día. Y ella se alegra por mi victoria y por lo de la fisoterapeuta. Ya cuando estamos frente a la puerta del apartamento, pone la clave y se detiene mirándome.

- Tiene una sorpresa señorita lo mejor es que valla sola.

- ¿Una sorpresa?-

Ella asiente dejándome confundida y se retira. No sé que podra ser y por más que le doy vuelta, no me imagino. Una parte de mi se acelera ante la mínima posibilidad que sea...así que avanzo encontrandome con un camino de pétalos de rosas rojas y velas.

Es tan hermoso que hace que los ojos se me llenen de lágrimas de felicidad por la emoción. Y más cuando mis ojos conectan con esos que hacen que mis sentidos cobren vida.

El viene a mi al ver que a penas puedo moverme y cuando estamos frente a frente lo detengo, quiero que él sea el primero. Me tiemblan los pies, el corazón me late a mil latidos por segundo pero aún así, ante sus ojos llenos de emoción y confundidos, logro levantarme sobre mis propios pies.

Alex jadea, yo sonrió, él me acompaña en mi alegría, en mi esperanza, me tambaleo pero me atrapa.

- Te extrañe mucho cariño- susurra en mi pelo abrazándome y yo me sostengo abrazándolo aún más.

- Yo también- respondo y aún cuando no nos queremos soltar mis pies no aguantan mucho y su fuerza no es suficiente por lo que me deja nuevamente en el sillón y para mí absoluta sorpresa se arrodilla ante mí aún con una de mis manos ante las suyas.

- Berlí Adams, sé que no tuvimos el mejor comienzo pero aún así creo que podemos tener un gran final,  aún cuando no crea en los finales felices y solo en los momentos que nos regalan la vida- traga nervioso y es raro verlo así ya que Alex es muy seguro, mete su mano derecha en el bolsillo de su traje y saca una cajita que me hace abrir los ojos, a medida que la abre para mí mostrando un anillo hermoso de pétalos- Que este sea un nuevo comienzo en nuestras vidas, qué tú caos altere mi paz y me robes los besos que quieras cada día - sonríe y eso me hace recordar a nuestro primer beso sacándome una sonrisa igual- ¿Está vez te casarías conmigo sin contrato ni tiempos? ¿De verdad?

No me salen las palabras, ya que mi corazón late tan rápido que no sé que hacer, por lo cual tomo a Alex de las mejillas y uno mis labios con los suyos. En un beso que el me devuelve, acercándome a él y haciendo que caigamos ambos al piso riéndonos.

- ¿Eso es un sí?- me exige y río ante su puchero y su ceja enarcada.

- Eso es un Te amo- lo vuelvo a besar antes de que pueda protestar y se rinde en mis brazos. Aunque creo que soy yo la que se derrite en los suyos.

Fin