☆Taza☆

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Este capítulo es un especial por el día del padre. Disfruten a nuestros padres asesinos. 🫀❤️

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—Por favor, démosle un fuerte aplauso a la señorita Lecter Graham —el director de la Universidad llamó a Abigail para que fuera a recibir su diploma —La cual se ha destacado por sus excelencia académica y participación en ámbitos intelectuales.

Will y Hannibal miraban orgullosos cómo su hija subía al escenario; su toga color uva destacaba de entre todas las togas de las demás chicas y, sin duda, los rizos que Hannibal le había hecho con ayuda de tutoriales en YouTube resaltaban sus facciones a la perfección.

—Señorita Lecter, ¿le gustaría dar unas palabras?

—Sí, señor —respondió ella tomando el micrófono con nervios.

—Perfecto, tiene dos minutos.

—Eh, buenos días con todos los presentes. Mi nombre es Abigail Lecter Graham y me siento muy feliz al por fin tener mi diploma en mis manos —la chica buscó entre el público a sus padres y les dio una mirada sonriente —También quiero agradecer a mis padres, los cuales siempre han estado a mi lado y han forjado mi carácter. Gracias, papá Hannibal, por lograr que toda la facultad me conociera como "La taza" —entre el público todos los alumnos soltaron una carcajada, mas Will vió a Hannibal con vergüenza mientras que el otro estaba intentando mantener tanto la risa como la compostura —¿Acaso pensaste en eso cuando me cortaste la oreja y se la metiste en la garganta a mi papá?

Toda la sala volteó a ver a la familia Lecter. El rizado se hizo chiquito en su asiento gracias a la bochornosa situación, mientras que el mayor miraba a su hija con una sonrisa, asintiendo con la cabeza; sin duda, amaba y odiaba lo desubicada que podía llegar a ser su familia en ciertos momentos, no se parecían en nada a él.

—Eh... —el rector se quedó perplejo al oír la declaración de la joven. Todos sabían que ella no tenía esa parte de su cuerpo, no obstante, todos guardaban sus preguntas para sí mismos —Muchas gracias por tus palabras, jovencita... ya puede sentarse.

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—Abigail, no era necesario ventilar los problemas familiares —el ojiazul comía del pedazo de pastel que le habían entregado en la fiesta de grado.

—Yo sé que no, sin embargo necesitaba que todos supieran por qué soy "La taza" y de quién es la culpa de ello.

—Soy inocente, hija —Hannibal se acercó a la sala al escuchar la conversación —Mi único delito fue enamorarme.

—¡Me metiste la oreja de Abigail por la garganta! —exclamó el menor con molestia.

—Por amor.

—¡Le cortaste la oreja!

—Por amor.

—¡LE DICEN "TAZA"!

—Por amor —repitió Hannibal por tercera vez, enfatizando la última palabra.

—¿Saben qué? Disfruten de mi pieza de pastel, recordar tanto hizo que se me fuera el hambre.

Will se levantó del sillón y, con paso acelerado, se encerró en la habitación matrimonial.

—Hija, quiero que sepas algo.

—Dime, papá.

—Te cortaría la oreja que te queda con mucho gusto si de eso dependiera salvar la relación con tu padre en algún momento.

—Espera... ¿Qué?

—Cómete tú ese pedazo de pastel. El betún se ve demasiado grasoso y la masa reseca —Hannibal ignoró la pregunta de su hija y, tomando sus cosas se dirigió a su habitación —Mañana haré un pastel que valga la ocasión, sin embargo, que sea la primera y la última vez que creas esta discordia.

Abigail cruzó miradas con su padre y al momento de sentir que otra parte de su cuerpo peligraba de verdad, solo asintió y desapareció entre el pasillo para ir a su habitación. 

"Eres increíble, Hannibal, realmente te logras superar a ti mismo sin siquiera saberlo" —sonrió el mayor al percibir todo lo que había logrado causar... lástima que tendría que rogar para que lo dejaran entrar a su propia habitación esa noche.

☆ONE SHOTS☆ HANNIGRAM Where stories live. Discover now