Capitulo 8. Una nueva aventura

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Los ojos del Rey se dirigieron serios hasta los de la joven reina mientras esta le sostenía la mirada con toda la determinación que le fue posible. Porque en realidad estaba determinada a lograrlo, traería a su hermana de vuelta pasara lo que pasara.

-¿Estas segura de que quieres hacer esto?- pregunto el Rey Frank deseando que la reina le respondiera que no, pero no podía encontrar ni rastro de un ligero titubeo en sus ojos, no había dudas en ella y eso sinceramente le molestaba, quería mantenerla a salvo y jamás lo lograría si no estaba cerca de ella para vigilarla.

-Completamente- Su mirada únicamente reflejaba lo que sus palabras decían.

-Entonces querida- dijo la Reina Helen con una sonrisa tierna en los labios, Lucy dirigió hasta ella una mirada mientras la reina se daba la vuelta y se alejaba a pasos lentos y largos. -Acompáñame.

Lucy siguió a la Reina por largos pasadizos, algunos oscuros como boca de lobo y otros tan iluminados que casi cegaban, cada vez más abandonados hasta que detuvieron frente a una puerta negra que la reina abrió con una llave de oro tan vieja que apenas podía distinguirse en esta el material del que estaba hecha.

Apenas entrar Lucy descubrió algo maravilloso.

Dentro había algo parecido a una galería de estatuas, pero todas estaban muy parecidas. Se trataba de hombres y mujeres, todos vestidos con hermosas ropas de gala y todos llevaban hermosas coronas sobre sus cabezas, de oro y de plata sin embargo parecía que algunos tenían un estilo muy antiguo y otros mucho más modernos. Entonces su mirada se detuvo en cuatro estatuas que descansaban casi a la mitad de la galería, mucho más resplandecientes y hermosas que todas las demás.

Se trataba de ella y de sus hermanos.

Entonces empezó a reconocer en las estatuas a todos los reyes que vivian en Cair Paravel, la mayoría estaban en aquella galería, otros no los reconocía pero supo que la galería estaba llena de estatuas de antiguos reyes de Narnia.

-Aquí están todos los reyes de Narnia- murmuro la reina Helen como si temiera romper con su voz la calma del lugar.

-¿Que hacemos aquí?- pregunto Lucy mientras se sacaba de la cabeza la capucha que había utilizado para acercarse al Rey Frank sin ser vista.

-Vinimos por eso- susurro la reina mientras señalaba las estatuas de los Pevensie, entonces Lucy diviso que la estatua de Susan llevaba colgado en el hombro su arco y su carcaj lleno de todas esas maravillosas flechas de cola roja que le había regalado papa Noel, seguido también pudo observar el escudo y la espada de Peter cuidadosamente acomodados a su lado y en la estatua de Lucy vio colgados a su cintura un cinturón con la botellita de diamante llena a poco más de la mitad de poción curativa y su pequeña daga.

-Maravilloso- murmuro Lucy mientras saltaba para despojar de las armas a las estatuas, primero quito su cinturón con la poción y la daga y seguido fue a por las armas de sus otros hermanos bajo la atenta mirada de la Reina Helen. Una vez que hubo tenido en su poder las armas de todos se giró para encarar a la reina que la miraba con una sonrisa.

-Que dios los bendiga en su viaje, querida- murmuro la reina mientras salía del salón seguida de Lucy.

Por la noche ya todo estaba listo

La tripulación del Viajero del alba V abordaba en el barco cargados de provisiones, armas, medicinas y todo lo que pudiesen llegar a necesitar.

Al final únicamente irían en el viaje Lucy, Susan, Tirian, Rilian, Corin, Reepechip y Jill ya que Eustace parecía estar completamente en desacuerdo con dejar a Narnia al puro cuidado del Rey Frank o más bien estaba en desacuerdo con dejarlo solo a cargo de absolutamente todo.

Lucy había guardado en un enorme baúl las armas de sus hermanos con la idea de entregárselas si en algún momento fuesen necesarias.

-Creo que llevar a Susan es un error- Murmuro Jill para Rilian una vez que se encontraron en la cubierta del barco. Toda la tripulación lo pensaba ya que ella resultaba en pocas palabras una boca inútil que alimentar sin embargo Lucy se había negado rotundamente a dejarla, dejar a su hermana sola en el castillo le parecía una idea aun peor que llevarla con ella.

-Por más que lo intentemos no lograremos hacer que Lucy entre en razón así que mejor dejemos ese tema por la paz- le pidió Rilian mientras miraba fijamente a la chica. Llevaba en vez de sus habituales vestidos un pantalón de marinero hecho a la medida y una blusa de un estilo que a él le parecía rarísimo aunque según ella era: "El estilo del lugar donde nosotros provenimos". La blusa era ajustada y estaba llena de pequeños bolsillos, y también llevaba un arco colgado a la espalda, siempre lo llevaba con ella así que eso no resultaba realmente extraño.

En realidad su vestimenta era casi idéntica a la de Lucy pero ambas lucían muy diferente ya que Jill lucia dulce y femenina vestida incluso con eso y Lucy lucia tan fuerte... tan imponente que por un momento se preguntó cómo era posible que la reina fuera tan masculina a pesar de tener el hermoso rostro que tenía.

Misterios de la vida.

Cuanto todo estuvo listo, cuando todos estuvieron dentro del barco zarparon hacia el horizonte guiados únicamente por la luz de la luna.

-¿Vamos por una nueva aventura majestad?- pregunto Reepechip a Lucy que se asomaba por la proa mirando el agua que en esa oscuridad parecía negra.

-Deja' vu- se rio Lucy logrando que el enorme Ratón parlante soltara también una ligera risa antes de mantenerse ambos el silencio pero adorando la compañía mutua.

-¿Cree usted que sus hermanos se esperen algo como esto, mi señora?- pregunto Reepechip de pronto sacando a Lucy de sus pensamientos.

-Supongo que no aunque deberían de imaginárselo... dejarnos a ti y a mi fuera de esta aventura es casi un crimen- comento ella como restándole importancia aunque en el fondo el ratón sabía que las palabras de la reina eran completamente en serio.

-Pues entonces... ¡Vayamos por nuestra nueva aventura, mi reina!

Las Cronicas de Narnia. El fin de los tiempos (#JustWriteIt)(#Fanfic)Where stories live. Discover now