Yo soy Iron Man (MHA)

Capítulo 135: Adoptando...

[Punto de vista en tercera persona]

Tony miró al ratón después de disipar los constructos y, para su sorpresa, el ratón le devolvió la mirada sin pestañear.

De pie sobre sus patas traseras, el ratón infló el pecho, como si desafiara a Tony. Sus diminutos ojos brillaron con una confianza recién descubierta y el aire entre ellos crepitó con una tensión extraña.

Tony parpadeó, con la boca ligeramente abierta. El ratón había crecido claramente, su tamaño ahora había sido alterado por el simbionte. Medía casi un pie de alto, su cuerpo, que alguna vez fue pequeño y frágil, ahora era musculoso, con bíceps y abdominales definidos. Incluso sus piernas se habían vuelto más grandes, los cordones de músculos eran visibles debajo del pelaje, mientras que su larga cola se movía amenazadoramente.

Su nariz se movió, sus bigotes bailaron en el aire, pero no rompió el contacto visual con Tony, evaluándolo como un fisicoculturista en miniatura listo para un enfrentamiento.

Tony entrecerró los ojos, sonrió, su lengua recorriendo sus dientes. "Te voy a adoptar", se rió entre dientes.

En respuesta, los ojos del ratón se entrecerraron y, en un movimiento sacado de una película de kung-fu, adoptó una postura de karate, haciendo señas a Tony para que avanzara con una pata, con su pequeño cuerpo listo para la acción.

Tony arqueó una ceja, medio incrédulo, medio divertido. "Je", se burló antes de lanzarse hacia adelante, corriendo hacia el ratón.

El ratón se lanzó hacia él con una velocidad sorprendente, sus músculos se ondularon mientras corría por el suelo. Tony se abalanzó, con los brazos extendidos, pero justo cuando estaba a punto de agarrarlo, el ratón saltó en el aire y le dio una rápida patada en la espinilla a Tony.

"¡Ay!", gritó Tony, tropezando hacia atrás, agarrándose la pierna. Su cerebro se apresuró a procesar lo que acababa de pasar. ¿Un ratón acababa de patearlo?

Antes de que pudiera recuperarse, el ratón flexionó sus enormes bíceps y se lanzó hacia Tony, desatando una ráfaga de golpes. Tony esquivó algunos, pero un uppercut bien dirigido lo arrojó de espaldas contra la pared.

"¿En serio?", murmuró Tony, frotándose la mandíbula con incredulidad. El ratón era más fuerte de lo que cualquier roedor tenía derecho a ser.

El ratón se mantuvo erguido, cruzó los brazos, la cola se movió en una victoria arrogante. Su pecho se hinchó y miró a Tony como si acabara de ganar un campeonato de peso pesado.

"Oh, ya está", gruñó Tony, poniéndose de pie.

Se rodearon el uno al otro, ambos esperando el momento perfecto para atacar. Lo absurdo de la situación no pasó desapercibido para Tony: estaba a punto de enfrentarse a un ratón mejorado con simbionte.

Sin previo aviso, Tony se abalanzó hacia adelante, agarrando al ratón por la cola. Pero el ratón fue más rápido, se retorció en el aire y arrojó a Tony por la habitación como si fuera un muñeco de trapo.