Yo soy Iron Man (MHA)

Capítulo 136: Proyecto Malware (1)

[Punto de vista de tercera persona]

Poco después, Melissa escuchó el timbre de la puerta. Suspiró, levantando la vista de su trabajo.

"¿Esperábamos alguna visita, Friday?"

[Es la becaria del jefe. Llegó temprano] respondió Friday, mostrando un video de Mei Hatsume de pie junto a la puerta. Estaba saltando de puntillas con las manos entrelazadas detrás de la espalda, su habitual energía emocionada en plena exhibición.

"Déjala entrar. Dile que nos encuentre aquí abajo", instruyó Melissa, exhalando suavemente.

Momentos después, Mei bajó las escaleras saltando con su típico entusiasmo, sus botas golpeando ligeramente contra los escalones. Aterrizó con un pequeño salto e hizo un saludo exagerado, sonriendo de oreja a oreja. "¡Mei Hatsume se presenta para el servicio!"

"Llegas temprano", observó Melissa, levantando una ceja, su tono neutral pero curioso.

"¡Sí!", respondió Mei alegremente. —Tony dijo que como ya no tenían que ir a la pasantía, podía pasarme y ayudar.

—Ah, ya veo... —Melissa asintió, procesando la explicación—. Supongo que tiene sentido.

Mientras tanto, la mirada de Mei se desvió hacia Tony, que estaba sentado en su banco de trabajo. Estaba quieto, con la visera puesta, mirando al vacío como si estuviera perdido en sus pensamientos. Frente a él, sobre la mesa, había algo inesperado: un ratón. Pero no cualquier ratón. La pequeña criatura estaba sentada erguida junto a un plato de queso y salami, agarrando casualmente un trozo de queso con sus pequeñas patas. Cuando comenzó a comer, su mandíbula se abrió de forma antinatural, revelando dientes afilados que atravesaron el queso de un solo bocado alarmante.

—¡¿Qué diablos es eso?! —exclamó Mei, con los ojos muy abiertos por la sorpresa.

Melissa se frotó las sienes, sintiendo ya el cansancio del día a pesar de que recién comenzaba. —Esa... es la nueva mascota de Tony. Decidió llamarla 'Maestro Splinter' —explicó, con voz monótona, claramente sin compartir el entusiasmo de Tony por la criatura.

Antes de que Melissa pudiera detenerla, Mei había desaparecido de donde estaba parada, ahora agachada junto al ratón, agitando ansiosamente su cola—. ¡Ratones para conocerte, Maestro Splinter! Jeje, ¿entiendes? —Mei sonrió, claramente orgullosa de su juego de palabras.

El ojo de Melissa se crispó ante la vista. —Genial... Si un Tony no era suficiente, ahora tengo que lidiar con dos de ellos —murmuró en voz baja.

En ese momento, Tony levantó su visor, haciendo crujir su cuello de un lado a otro mientras salía de su trance concentrado. —Muy bien, creo que lo tengo. Oh, hola Mei.

—¡Hola, jefe! —Mei lo saludó con un saludo juguetón con dos dedos.

—¿Te gustaría ayudarme con un proyecto? Tony preguntó, aunque ya sabía cuál sería su respuesta.