39. Mujer agresiva+cama=....

1K 73 0
                                    

Alexander

Summer, está con el torso casi desnudo en mi cama, boca arriba, sudando y con la boca semi abierta intentando tomar aire. Por más que intento hacerlo despacio, sé que cada movimiento que hago le duele demasiado. Creo que casi puedo notar lágrimas corriendo por sus rosadas mejillas. Sus puños se encuentran apretados, y casi siento el dolor que le produzco cada que la rozo.

-¡Dios mío, Alexander!, ¡¿podrías ser más cuidadoso?!, ¡no aguanto el dolor!

-Te juro lo hago con el mayor cuidado que puedo, pero si no dejas de moverte como gusano en sal, no voy a poder hacer que duela menos.

-¡Mejor date prisa!

-Deja de gritarme, pues dudo que puedas hacerlo tú solita. Me necesitas.

-No dudes de mis capacidades.-Entonces una carcajada sin filtro, sale de mi boca.-Si me encuentro en esta situación es por tu culpa.

-Vamos Summer, nadie te obligó, ¿o sí?

-Mejor cierra la boca.

-No sé en qué estaba pensando la persona, que dice que una mujer agresiva en la cama es mejor.-Summer y su cara de seriedad, sólo aumentaba mi risa.

-Sabes que no se refiere a una mujer literalmente acostada en una cama, ¿no?

-Summer... Es la segunda vez que te dije que no lo hicieras y lo hiciste. Ahora te encuentras tumbada en mi cama, con solo un sostén llorando, y sufriendo por la herida de casi diez centímetros en tu vientre.

¿Qué estaban pensando?, Summer y yo salimos un rato a pasear al parque, y a escuchar el cantar de los pequeños pajaritos revoloteando por los árboles, hasta que una mariposa de un color demasiado extraño, pero sin duda hermoso y llamativo, se cruzó por nuestras miradas. Ella como toda una niña pequeña, se paró y comenzó a perseguir al pequeño animalillo. Al principio tan sólo la miraba cruzarse por enfrente de mí, mientras yo me mantenía acostado sobre el pasto recién podado y verde, hasta que una de las brillantes ideas de Summer, se le apareció por su bella cabecita.

La mariposa parecía huir de Summer a tal nivel, que voló hasta posarse en lo alto de un árbol. Mi hermosa... <<Diablos, ni siquiera puedo llamar a Summer mi novia, pues aún no se lo pregunto de manera oficial, pero veamos, continuaré con la anécdota>>. Summer comenzó a intentar escalar el árbol, trepándose en las ramas, ignorando mi advertencia de que ya era la segunda vez que quería subir un árbol, y podía ser también la segunda vez que caería de uno.

Tan sólo suspiré y me crucé de brazos, posándome justo por debajo de donde ella se encontraba escalando, por si se daba la necesidad de tener que atraparla. Para mi sorpresa, ella logró llegar hasta arriba y seguir observando su nueva admiración. Ya un poco más tranquilo, me senté en el pasto, y saqué mi pequeña libreta, pues conocía a Summer, y sé que tardaría en moverse de su sitio.

Sin darme cuenta, ella comenzó a bajar del árbol. Todo iba bien, pero llegué demasiado tarde cuando noté que su pie no iba a alcanzar la última rama y llegar al pasto. Cayó de golpe, rozando su torso por el tronco, haciendo que una enorme mancha roja comenzara a extenderse por su blusa. Rápidamente la tomé en brazos y la llevé a casa, haciendo que se quitara la blusa, y así poder hacerle una curación con algo de agua oxigenada, alcohol, y ponerle algunas gasas para cubrir la barbaridad que se había hecho.

Sé lo que pensaron al principio, pero ni siquiera he podido darle un beso a Summer en un par de semanas, como para tenerla debajo de mí en otras circunstancias.

-¿Ya acabaste?, diablos, Alexander, eres un lento.

-No lo soy, sólo finjo serlo.

-¿De qué...-Enseguida abrió su boca formando una perfecta O, al tiempo que subía y bajaba mis cejas.-¡Maldito cínico aprovechado!-Dijo riendo aventándome su blusa en el rostro.

-Y tú tan exhibicionista, que acabas de darme tu blusa.-Solté riendo, y parándome con la blusa entre mis manos. Ella se incorporó enseguida, mientras yo me preparaba para huir de ella, y evitar que tomara su prenda.

Ella comenzó a corretearme por mi habitación, hasta detenerme, mientras ella daba saltitos para alcanzar su blusa, la cual mantenía por encima de mi cabeza. Es obvio que jamás va a alcanzarla. De momento, sentí el jalón de la ropa, y en mi intento de evitar me la quitara, ambos caímos sobre la cama. Yo encima de ella. Summer mordió su labio, con los ojos bien abiertos. O está deseando besarme, o está a punto de soltar un grito, porque es obvio que se encuentra herida, y yo acabo de caer sobre ella.

-¡Mi panza!-Grita lo más bajo que puede, empujándome y haciendo que me levante velozmente.

******
Jade

Desde el último incidente en casa, donde Jason salió golpeado por mi hermano, mi novio y yo, no hemos tenido un acercamiento tan íntimo como aquel. Jason se la pasa de aguafiestas evadiéndome, cuando sabe que los besos comienzan a subir de intensidad. Creo que por primera vez nos enfocamos en cosas más tranquilas e inocentes de pareja, como ver películas, pero para ser sincera, ya llevamos como tres el día de hoy, y comienzo a fastidiarme.

-¿Podríamos hacer ejercicio al menos?

-¿Qué?, no, no, yo no quiero que aparezca Alex y mi hermana por aquí, y nos encuentren...

-Jason... ¿Es en serio?

-No quiero otro ojo morado, Jade.

-Y yo no quiero seguir un segundo más viendo películas que ni siquiera me gustan.

-Jade... Hasta no encontrar un sitio dónde hacerlo, tenemos que abstenernos.

-Jason, en verdad eres idiota.-Su cara reflejaba indignación, pero era la verdad.-Hablo de... Salir a correr, ir al gym, algo productivo, y no seguir vegetando en tu sillón.

-Oh... Yo creí que...

-Mejor me voy a casa, en verdad prefiero ir a dormir temprano.

Sin más, tomé un pequeño bolso que suelo usar, y me dirigí a casa. Al entrar escuché gritos. Unos gritos chillantes y desesperantes de mujer, que evidentemente eran de Summer. No sé lo que ocurre, pero subo lo más rápido que mis gruesas piernas me permiten, y me aseguro de ver lo que sucede. Al abrir la puerta de la habitación de Alexander, me encuentro a Summer quitando cabello alborotado de su rostro, y enseguida noto que tan solo lleva su sostén puesto, mientras que su blusa se encuentra sobre la cama.

Llevo ambas manos a mi boca, y me abstengo de decir algo que pueda delatar mi presencia ahí, pero es demasiado tarde, cuando Summer termina de quitar el cabello que le tapa la visión, y me mira algo asustada y avergonzada.

-No... No es lo que crees. Puedo explicarlo.-Balbucea ella, cruzando sus brazos por enfrente suyo, tratando de cubrir su cuerpo.

-Jade, descuida, ya terminamos.-Dice Alex guiñando su ojo, aumentando la sorpresa de Summer y mía.

-¿Qué?, ¡no!, ¡guarda silencio, Alexander!-Exclama desesperada Summer.

-Yo... La próxima vez toco la puerta.-Ahora mis manos se van a parar sobre mis ojos, como si eso fuese a borrar la imagen de mi amiga semi vestida. Doy la vuelta y me encierro en mi habitación.

Summer

-¿Ya terminamos?

-Vamos Summer, es obvio que no pasó nada. Pero ella cree que así fue y... Mierda.

-Y si le cuenta a Jason, van a venir a golpearte innecesariamente, ¿no lo crees?

-No lo había pensado.-Dice Alex apretando sus ojos.

-De todas formas, eso no va a pasar.

-¿De qué hablas?

-De eso... No hasta que lo pidas. Mínimo.

-¿Pedir qué?

-Que sea tu novia.

Inexplicable Onde histórias criam vida. Descubra agora