Capitulo 34

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Un día más en ese martirio. Jueves. Realmente estaba poniéndole todo el empeño que le fuese posible, pero exigían demasiado. Sentía todo el cuerpo adolorido otravez. Se cambió de ropa, guardó su uniforme en la pequeña mochila y lo guardó en su casillero. Se sentó en una banca, cuando de pronto, un muchacho se sentó junto a él. Justin lo miró con extrañeza.
—¿Un cigarrillo?— Preguntó él, encendiendo el suyo. Shawn negó.
—No, gracias. No fumo— Afirmó Shawn sin problema. Aquél joven rió.
—Ni yo fumaba viejo. Sólo es para relajarme un poco, créeme, lo necesitarás— Advirtió exhalando humo.
—Aún así no quiero, será en otra ocasión— Shawn volteó la mirada hacia el campo en el cual entrenaban.
—Bien, como quieras. Me llamo Niall Horan— Estiró su brazo en gesto de saludo. Shawn le estrechó la mano.
—Shawn Mendes— Se presentó, soltándole la mano.
—¿Mendes?— Hizo gesto de sorpresa. —¿Tu padre es Manuel Mendes?— Preguntó.
—Así es. ¿Lo conoces?—.
—Toda esta jodida escuela militar lo conoce, es el gran capitán de la guerra en Irak, hombre, y tú eres un Mendes— Dijo sorprendido. —Los Mendes se respetan al máximo aquí, deberías sacarle provecho viejo, podrías hasta ser capitán de todos nosotros, al igual que tu padre— Se admiró. Mendes hizo gesto de confusión.
—¿Qué rayos dices? No se de que me hablas, no me considero así de importante— Dijo Mendes. Niall rió burlón.
—Pues deberías. La familia Mendes ha ido a la guerra por generaciones, ¿Tu padre nunca te lo contó? han pasado jefes, capitanes, coroneles, soldados, todos en batalla. Pocos sobreviven, otros mueren. Pero al menos aquí, se les da su lugar y reconocimiento. Los Mendes son los que más valentía han tenido en guerras. Casi todos han dado la vida por su nación, incluyendo sus compañeros de batalla y sus familias. Deberías estar orgulloso de tu apellido— Afirmó Niall. Mendes se quedó perplejo con lo que él le había contado.
—Lo estoy. Mi padre y mi hermano están ahora en la guerra por segunda vez, eso me hace sentir orgulloso— Confesó Shawn. —Pero lo demás no lo sabía. Quizá por ser un Mendes me den una mejor comida que la mierda que sirven adentro, ¿No?— Dijo sonriendo, divertido. Niall rió también.
—Si, bueno...— Sonrió. —Por otra parte, no lo creo. La comida que sirven aquí es para estar en forma, ya sabes, la necesitamos— Dijo.
—Claro—.
—Bien, Mendes. Tengo que irme— Se puso de pié y pisó el cigarro. —Ha sido bueno conocerte, capitán— Hizo un gesto de saludo con la mano en la frente, uno que identifica a los soldados. Shawn se rió.
—Igual, Niall. Pero no vuelvas a llamarme capitán, todo menos eso, todos somos cadetes aquí, solo quiero ser igual que todos y que esto acabe pronto— Pidió él. Niall sonrió y afirmó con la cabeza.
—Pues, tienes todo para serlo, cualquiera quisiera estar en tu posición amigo. No volveré a llamarte así, pero quizá pronto te nombren como tal. Hasta luego— Se dio la vuelta y se fue.
Shawn sacudió su cabeza y pasó su mano por la frente. Por ahora, lo que menos quería era llegar a ser 'capitán'. Lo único que quería era terminar sus clases, ir a la guerra, salir con vida y volver. No tenía nada más en mente, él era igual que todos... ¿O no? Quizá estaba equivocado. Porque en realidad, Shawn no tenía ni la menor idea de lo que ser un 'Mendes' significaba para la nación.

-

—¡Me alegra que hayas venido!— Dijo Caitlin feliz. Aaron la saludó con un beso en la mejilla, al igual que a ________.
—A mí me alegra verlas— Afirmó él. Ambas sonrieron. Aaron se sentó en la silla de aquél restaurante.
—Que bueno que llegas, Caitlin no dejaba de hablar de ti— Dijo ________. Caitlin le dio un pequeño golpe bajo la mesa, Aaron rió.
—Es mentira, esta retrasada— Dijo Caitlin inocente. ________ frunció el ceño.
—Bien...— Sonrió. —¿Shawn no ha llegado aún?— Preguntó.
—No— Contestó ________. —No entiendo como el jefe de su empresa es tan pasado. Esta semana les ha dejado horas extras, sin pagarles extra. ¿Pueden creerlo?— Dijo algo molesta.
—¿De verdad? ¿Ha salido a las 5 estos tres días?— Preguntó Aaron confundido.
—Si— Afirmó ________, sin saber siquiera la verdad del asunto. —No debe tardar en llegar—.
De pronto, ________ sintió como unas manos cálidas le tapaban los ojos. Sonrió y las sujetó. Caitlin y Aaron sonrieron.
—¿Quién soy preciosa?— Preguntó Shawn a su oreja. Ella sonrió.
—El guapo mesero que nos atiende— Contestó ella. Shawn la soltó de inmediato e hizo rostro de enojo. ________ empezó a reírse, al igual que Aaron  y Caitlin. Luego se puso de pié y lo abrazó por el cuello.
—No es posible eso... ¿Hay alguien más guapo que yo aquí?— Preguntó sin poder creerlo. Ella le dio un golpecito en el pecho.
—No, tonto. No lo hay— Le dio un pequeño beso en los labios.
—¡Oye! Si que lo hay— Dijo Aaron, haciéndose notar. Caitlin rió.
—Ya, ya, ya. Eres un galán— Dijo Shawn sonriendo, sarcástico. Luego él y ________ se sentaron.
—Bien chicos, perdón la tardanza— Se disculpó. —¿Ya han pedido algo?— Tomó en sus manos la carta del día.
—Caitlin y yo pedimos antes de que ustedes llegaran. La comida del día, comida china y sushi— Dijo ________. —Les gustará—.
A partir de ese momento, solo plática y risas invadió su mesa. Comieron más agusto que nunca, la comida estaba deliciosa. Pero más que eso, era que se sentían libres. Apenas el día anterior se habían librado de Zac. Era una carga a la basura, un motivo nuevo para sonreír.
La merienda terminó. Aaron  y Caitlin se fueron al cine al salir, Shawn y ________ prefirieron irse a casa de él, más bien, porque Shawn se lo había pedido.
Llegaron, Shawn abrió la puerta, la hizo pasar, cerró y dejó su chaqueta en el sillón.
—Ponte cómoda— Pidió sonriente. Ella se sentó en el sillón.
—¿No te molesta si me quito los tacones? Me tienen muy cansada— Dijo ella.
—Quítate lo que quieras, cariño— Le guiñó un ojo. Ella rió.
—Tonto— Dijo y prosiguió a quitárselos. Shawn caminó hasta la cocina.
—¿Quieres un poco de vino?— Preguntó él.
—¿Tinto?— Preguntó ella.
—Tinto o blanco, del que guste mi princesa—.
—Tinto— Dijo ella al instante. —Pero sólo un poco...—.
Shawn sonrió, sacó dos copas y sirvió una proporcionada cantidad. Tomó las copas y se sentó junto a ella en el sillón, entregándole la suya.
—Gracias— Dijo ella.
—Brindemos— Pidió Shawn. ________ sonrió. —Por... ti— Dijo sonriente. ________ se rió.
—¿Por mi?— Preguntó confundida.
—Si, por ti. Por mí. Por nosotros. Por nuestro amor— Dijo regalándole una cautivadora sonrisa. Ella lo tomó de la mano con ternura.
—Por que pase lo que pase, lo que ambos sentimos...— Pausó. —Este amor, no termine nunca. ¿Lo prometes?— Dijo ella esperanzada. Shawn se acercó más a ella, luego la miró profundamente.
—No lo prometo, lo juro— Alzó su copa y la chocó con la de ella. Ambos se sonrieron antes de tomarle al vino. Luego Shawn le dio un cálido beso.
—Mmmh...— Pronunció cerca de ella. —Chianti. El mejor vino italiano, y sabe mejor aún en tus labios— Susurró dejando la copa de vino en la pequeña mesa de centro. Volvió a besarla, abrió su boca y recorrió la suya, cada centímetro que le fuese posible. Acarició su cabello, luego fue bajando por su brazo, hasta dar con la copa que ella aún sostenía en su mano. Se la arrebató de la mano y la dejó en la mesa, junto a la suya.
Siguió besándola, la pasión iba incrementándose. De un ágil movimiento, ella quedó arriba de él. Shawn sentado y ella encima, con sus piernas cruzadas. Él la abrazó por la espalda, luego le besó el cuello, dejándole una gran marca de besos en todo su contorno. Ella tomó a Shawn de ambos costados del rostro, haciéndolo que la mirara.
—Shawn, espera. Hay algo que quiero decirte— Dijo. Él la observó, poniendo toda su atención.
—Dímelo— La besó rápidamente con suavidad. Ella sonrió.
—Mi padre me dejó toda una herencia, Shawn...— Dijo ________ rodeándolo por el cuello. Shawn le acarició la espalda con delicadeza.
—Losé, es increíble— Le sonrió.
—Si... pero el terreno que me dejó en Nueva Yersey... lo he visto por internet, es...— Su voz se pausó de lo sorprendida que estaba. —¡Es enorme! Casi tan enorme como el lago Ritch de tu familia. Es una enorme mansión, con grandes hectáreas, debiste verla... es fascinante, es como un castillo...— Dijo feliz.Shawn sonrió.
—¿De verdad? Wow...— Respondió él.
—Si, Shawn. Y yo...— Se pausó. Él la miró con detenimiento.
—¿Qué cosa, cariño?— Preguntó.
—Quiero que nos vallamos a vivir ahí... juntos— Dijo ella. Shawn abrió los ojos, sorprendido.
—¿Qué, ________?— Preguntó Shawn, más sorprendido que nunca en su vida.
—Si. Tu y yo, juntos. Quiero pasar el resto de mi vida contigo, Shawn— Confesó ella, con un gran rostro de felicidad. Shawn se quedó pasmado, no pudo gesticular ni hablar. Se quedó callado por unos segundos, simplemente viéndola. La propuesta había sido fuerte... simplemente algo que cambiaría sus vidas. Ahora Shawn no sabía que responder. La amaba, eso estaba claro. Pero vivir con ella, siendo que se iría pronto a la guerra... estaba complicado. Si la situación fuera diferente, le diría que si sin pensarlo. Pero ahora, la mente le daba vueltas, la vida quizá no se lo permitiría. Cerró sus ojos, tratando de encontrar una respuesta. ¿Era momento de decirle la verdad ahora?

Kilometros (Shawn Mendes y Tu) TERMINADAWhere stories live. Discover now