Capitulo 36

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La mañana del Lunes se hizo presente. El clima no era muy favorecedor, pues estaba nublado. ________ estaba lista para irse, solo faltaba que Shawn llegara. Se cepilló por última vez su largo cabello, se puso pintura de boca transparente y salió de su habitación. Caitlin miraba televisión.
—Hoy cumples 2 meses con Aaron, felicidades— Felicitó ________, mientras se ponía su sueter. Caitlin voltió a verla y sonrió.
—¡Gracias!— La observó de pies a cabeza. —Uh... alguien se ve sexy hoy— Dijo Caitlin. ________ se rió.
—¿Sexy? ¿Bromeas acaso?— Preguntó ella. Pero efectivamente, si lucía así. Tenía puestos unos pantalones pegados, unos botines cafés, un sueter café con una pequeña blusa abajo, color gris transparente, que hacía notar ligeramente su brassiere y su envidiable abdomen. Su cabello estaba suelto y le llegaba poco más abajo del pecho.
—¡Amo tu blusa! ¿Por qué te pones sueter? Dejarás babeando a Mendes— Dijo Caitlin. ________ volvió a reír.
—Porque está haciendo frío afuera. Esperemos que en Nueva Yersey el clima me favorezca— Dijo divertida. De pronto, el clackson de una moto se escuchó afuera.
—¡Es Shawn! Oye, dejará su moto en la cochera— Dijo asomándose por la ventana.
—Si, losé. Anda, corre. Diviertanse mucho, te veré mañana, ¿Cierto?— Preguntó Caitlin. ________ tomó su bolso y sus llaves.
—Si amiga, hasta mañana. También diviértete, cualquier cosa yo te llamo— Se despidió de beso y abrazo de Caitlin. —Adiós Cait— Dijo saliendo por la puerta.
—¡Adiós ________!— Gritó ella.
________ salió apresurada. Shawn apenas había metido su moto a la cochera y la estaba cerrando. Ella le quitó la alarma a la hummer. Shawn volteó de inmediato, pues no la había visto llegar.
—Hola preciosa— Dijo acercándose a ella, quien estaba parada frente al auto. Luego la observó de pies a cabeza.
—Hola, ¿Listo?— Preguntó ________. Shawn se acercó hasta ella y la tomó de la cintura.
—Que bien luces— Le dijo Shawn. Ella sonrió y se amarró a su cuello.
—Y no me has visto debajo del sueter— Le susurró ella, cerca de su boca. Shawn se lamió los labios.
—¿Puedo?— Preguntó Shawn, acariciándola por la espalda. Ella se rió y le apartó la mano.
—¡No! Vámonos ya, travieso— Dijo riéndose.
—Bueno, pero ese brillo labial te estorba— Dijo él. Se pegó totalmente a ella y le dio un beso, lento y candente, sólo de los que Shawn sabía dar a la perfección. Un beso tan lento pero a la vez tan excitante, que seguramente mataría a cualquier mujer. Mezcló su lengua, haciéndola estremecerse por completo. Se separó de la forma más lenta posible de ella, luego la observó. ________ apenas abría los ojos.
—Si así lo quieres, vámonos ya— Dijo el sonriendo. Ella abrió los ojos por completo, aún tenía a Shawn a unos centímetros de su boca. ________ comprendió lo que Shawn acababa de hacer, quería provocarla. Sonrió y apartó sus brazos del cuello de él. Sin avisar, empezó a explorar sus manos por la entrepierna de Shawn, con las llaves en la mano. Shawn se sorprendió ante el gesto, había semi-rozado su miembro.
—No eres el único que sabe jugar, Mendes— Le susurró al oído, mordiéndoselo ligeramente. Shawn sintió un escalofrío de pies a cabeza. Ella sin esperar respuesta, le metió las llaves del auto al bolsillo del pantalón y se apartó de él, para subirse al copiloto. Shawn se mordió los labios, sacudió su cabeza y sonrió. Luego se subió al auto y lo encendió.
—Comenzaré a manejar en carretera— Avisó Shawn. —Ponte el cinturón, será un largo viaje—.
—Ya me lo puse— Dijo ella sonriente. Shawn pisó el acelerador, tranquilamente. Empezó a conducir, sin decir nada. ________ decidió encender la radio, buscó una canción, pero noticias es todo lo que había. Una en especial que llamó su atención, se hizo presente: 'Un fuerte huracán se acerca desde la costa a la ciudad de California. Hay pronosticadas fuertes lluvias para el próximo fin de semana. También hay un 81% de probabilidades de fuertes tormentas. Las autoridades han recomendado permanecer en casa, pues los próximos días serán lluviosos, sobre todo el fin de semana en el cual será preferente no salir, debido al huracán que llegará para esos días. Por favor, manténganse seguros. Gracias.'
—¿Has oído eso?— Preguntó ella a Shawn. Él asintió, sin perder la atención al camino.
—Si— Afirmó.
—Un huracán llegará el próximo fin de semana...— Dijo ella.
—Si, lo escuché cariño— Afirmó él una vez más. Ella frunció las cejas.
—Uy, perdón mi capitán— Dijo ella, burlona, haciendo el significativo gesto de saludo que hacen los soldados. Shawn no evitó reírse.
—Perdón, princesa. Esque no me gusta distraerme mientras conduzco, es eso. Pero cuando lleguemos toda mi atención estará en ti— Informó él, sin esquivar su vista del camino. Ella sonrió.
—¿Cuánto falta?— Preguntó.
—Poco más de una hora— Avisó él. ________ bostezó.
—¿Te importa si me duermo?— Preguntó ella.
—No, adelante. Has hacia atrás el asiento, es muy cómodo. Yo te despierto cuando lleguemos— Le dijo. ________ hizo lo que él pidió.
—Bien, buenas noches— Dijo ella sonriendo. Shawn se rió.
—Dirás buenas mañanas. Duerme bien—.

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—¡AARON! ¡POR DIOS, GRACIAS! ¡Es tan hermoso!— Gritó Caitlin, aún no podía creerlo. El arreglo floral era enorme, rosas rojas y blancas. Casi abarcaba todo el espacio de la mesa. Le había encantado, era hermoso.
—No agradezcas, lo mereces, eso y mucho más— Dijo él abrazandola de la cintura. Caitlin le dio un cálido beso.
—Eres el mejor, ¿Lo sabias? Te amo— Susurró Caitlin. Él sonrió y le dio un beso en la frente.
—Yo soy tan afortunado de tenerte. Te amo más— La cargó en sus brazos y le dio un profundo beso. —Vamos a pasarla de lo mejor hoy, lo prometo—.

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Shawn detuvo el auto, pues el lugar estaba enrejado. No podía creer lo que sus ojos veían, tal como ________ se lo había dicho, más que una mansión, parecía un castillo. ¿O lo era? Se impresionó por completo. Y no solo eso, a sus alrededores contaba con enormes terrenos, jardines llenos de arboles, flores, arbustos, pequeños caminos, una hermosa fuente, en fin. Un lugar completamente divino. Shawn le sacudió el hombro para despertarla.
—________, princesa, despierta— Le susurró al oído. Ella abrió poco a poco los ojos, luego se incorporó en el asiento. —Llegamos—.
________ entreabrió los labios, sorprendida.
—Wow... esto es mejor que en internet...— Dijo totalmente emocionada.
—Definitivamente tu padre te consideraba una princesa. Por eso te ha dejado este castillo— Afirmó Shawn. Ella volteó a verlo.
—Tu eres mi príncipe, ¿Lo ves? Este lugar está hecho para nosotros— Dijo sin borrar su enorme sonrisa. Shawn asintió.
—Correcto. ¿Quieres ir a echar un vistazo?— Preguntó. Ella asintió al instante.
—¡Por supuesto!— Dijo inmediatamente.
Ambos se bajaron del auto, ella sacó las llaves de la enorme reja. La abrió y entraron, primero caminaron por el patio de enfrente. A paso lento llegaron hasta la enorme puerta de la casa, la cual era de madera gruesa y brillante.
—¿Lista?— Dijo Shawn apunto de dar vuelta a la chapa. Ella asintió.
Shawn empujó lentamente la puerta, un leve rechinido se escuchó. Ambos entraron, se quedaron boquiabiertos. El piso era de madera fina, lo primero que vieron fueron unas enormes escaleras en forma de curva, impresionantes. Voltearon a sus alrededores. Había una sala enorme. Un comedor no enorme, gigante. Para una población entera. Más allá, una cocina preciosa, con una barra.
—Oh-Mi-Dios— Pronunció Shawn. —Si así es abajo, no puedo imaginar como es arriba— Dijo él. ________ sonrió.
—¡Vamos!— Semi-gritó ella. Subió corriendo las escaleras, Shawn la siguió, divertido.
Al pisar el segundo piso, ninguno de los dos habló. Primero, había una estancia enorme, tenía una mesa de billar. En lugar de pared, había unos enormes vidrios polarizados por fuera, que mostraban toda la vista de frente, que era casi toda la ciudad de Nueva Yersey, pues la casa estaba en una parte alta de una montaña.
—Esto me encanta— Dijo Shawn acercándose a la mesa de billar.
—Shawn, mira esto— Avisó ella. Él volteó. Había un largo pasillo, que al final daba con un balcón. El se acercó hasta ahí. El balcón era enorme, tenía una pequeña mesa en el centro y dos asientos, y podía observarse todo el patio de atrás de la mansión.
—Me fascina Shawn... esto es increíble, un sueño— Susurró ella acercándose a la orilla del balcón, poniendo sus manos en el respaldo. Shawn la abrazó por la cintura.
—Aún faltan las habitaciones— Le susurró el. ________ se giró, le dio un beso en los labios, rápido pero dulce.
—Vamos— Le dijo. Él asintió. Ambos caminaron de nuevo hasta el pasillo. Había 4 habitaciones. Vieron una por una, todas eran increíbles, con enormes camas y ventanas, baños, tocadores, todo era fabuloso. Hasta llegar a la última. ________ abrió la puerta. Había una enorme cama, perfectamente tendida, confortable. Un tocador grande con un espejo precioso. Esta habitación era diferente a las demás, pues tenía un pequeñísimo balcón.
—Esta será para nosotros— Dijo ________ sin pensárcelo dos veces. Entró y Shawn cerró la puerta. Se acercó poco a poco a la cama.
—Se ve tan cómoda...— Dijo ella acariciando la sábana. Shawn se acercó lentamente.
—¿La probamos?— Le susurró de la forma más sensual posible al oído, acariciándole la cintura con ambas manos. Ella sintió que todas sus hormonas despertaban en un dos por tres

Kilometros (Shawn Mendes y Tu) TERMINADAWhere stories live. Discover now