La Periodista Belieber.©

C3

En el papel estaba escrito un número de teléfono. Saqué por conclusión que era el de él. No sabía que hacer. No sabía si llamarlo o no. Me quede pensando un momento.

La verdad es que él es bastante hermoso pero sólo es una celebridad más. Abrí mi notebook y lo puse en mi regazo. Escribí "Justin Bieber" y me apareció un montón de información actual. Hace más de dos años que no buscaba su nombre en el ordenador.Comencé a leer información y los recuerdos invadieron mi mente. Un vídeo llamo mi atención. Tenía el título;

" JUSTIN BIEBER NO QUIERE SACARSE FOTOS CON SUS FANS"

Le di click al vídeo y la imagen se expadió por toda la pantalla. Estaba Justin entrando a un hotel y una fan lo seguía por atrás pidiéndole una foto. Justin solo negaba mientras se acercaba a la puerta de entrada sólo le decía que pare de pedirle fotos.

Cuando terminé de ver el vídeo una ola de decepción me invadió. Podría haber sido la única oportunidad de la chica para sacarse una foto con él y el la niega. Cerré el notebook con rabia. No iba a llamar a ese engreído.

Me desvestí y me coloqué la pijama.

Me acosté bajo las tapas cansada de el agitado día y el sueño se apoderó de mi.

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Tomé mi celular mientras cocinaba y comencé a pensar en el vídeo que ayer vi de Justin. Lo único que se me vino a la mente, es que es un completo engreído pero, ¿Quien se pone en su lugar? ¿Y si había tenido un problema minutos antes de eso? Siempre hay que ponerse en el lugar de el otro. Mirar la situación desde distintos puntos de vista.

¿Lo llamo?. Pensé. Caminé a mi habitación buscando el papel que Justin me había entregado ayer, pero no lo encontraba. Luego recordé que en la mañana lo había dejado adentro de una chaqueta. Fui a buscarla a mi clóset pero no había rastro de esta. Luego recordé que estaba sucia, la había dejado en la lavadora. La preocupación me invadió. Fui a el patio trasero donde se encontraba la lavadora, abrí la tapa de esta y ahí estaba. Toda la chaqueta hundida en el líquido espumoso. La tomé y la estrujé mojándo parte de mi ropa, no me importó. Introduje mi mano en el bolsillo derecho, nada. Ahora en el izquierdo y sentí una especie de masa. Lo saqué y mis ojos contemplaron el papel ahora convertido en una masa deforme con tinta azul. No puedo negar que me sentí esperanzada por un momento, pero ahora sentía todo lo contrario. Todas las esperanzas se fueron dejandome derrotada mirando la chaqueta sin saber que hacer. No había nada que hacer. Suspiré. Volví a poner la chaqueta dentro de la lavadora y la cerré entrando a la casa. ¿Cómo no fui mas precavida? .

Entré a la casa derrotada, fui a poner la mesa por que pronto vendrían una amiga a verme, Rebecca.

El timbre sonó. Fui a abrir la puerta y al abrirla una hermosa alta figura femenina esperaba apoyada en el marco. Ella siempre ha sido hermosa, pero ahora se notaban sus rasgos mas maduros y estaba mas maquillada. No la había visto hace mucho, ella estudia medicina en mi misma universidad, por eso la conocí. Salió de mi universidad unos meses antes que yo.

-¡Amiga! -Gritó ella y se lanzó a abrazarme. Sonreí.

-¡Hola! -Hablé.

Ella entró a mi casa sin inmutarse y se sentó en la mesa. Me quede parada un momento en la puerta, luego la cerré sin tomarle importancia.

Tome ambos platos mientras ella tecleaba en su celular y los serví en la mesa.

-¿Ya te lo follaste? -Habló cortando un pedazo de carne.