La Periodista Belieber.©

C7

Sonreí al ver como Justin se revolcaba en el suelo, el paisaje era hermoso y muy variado, nunca había visto tanta belleza natural.

-¡Bien, ahora corre! -Gritó el director y Justin comenzó a correr por el pasto resbalándose en este hasta caer literalmente de cara. Todos estaban serios pero yo no podía aguantar asi que una carcajada se me escapó de mis labios llevando rápidamente la mano a mi boca. Ups. Toda la atención estaba en mi, tragué saliva incómoda. Llevé la mirada a Justin quién me miraba divertido también comenzó a reír y sentí un alivio inmenso pero a la vez curiosidad por los hombres que nos rodeaban, ¿Es que acaso no se puede reír de Justin Bieber? Pensé.

-¿Eso no estará en el vídeo cierto? -Habló Justin al director y este negó con la cabeza riendo.

-Ok, ¡sigamos! -Habló un hombre sosteniendo una especie de cartel frente a la cámara que decía "I'll show you toma 065."

Justin siguió moviéndose naturalmente encantando a la cámara. Tenía que caminar por un precipicio natural en el que una cascada decoraba el fondo.

-¡Cuidado! -grite sin pensarlo cuando él caminaba. Tenía nervios, no quería que nada le pasara. Él desvió la mirada hacia mi y curvando sus labios.

-¡Acabas de arruinar una toma! -Gritó el director a mi lado y di un pequeño saltito de susto por su gruesa voz.

-Lo siento. -Dije avergonzada haciendo una mueca.

-No la trates así. -Habló Justin serio devolviéndose a el lugar seguro. Un silencio absoluto invadió el lugar, sólo se podía oír el caer violento del agua de la cascada.

-No importa Justin, él tiene razón, es

-No. -Me interrumpió. -Puedo hacer la maldita toma un millón de veces, él no puede tratarte así tú también estás trabajando.

Nadie respondió, sólo Justin volvió a su lugar y todo se repitió una y otra vez.

Luego de eso, nos encontrábamos bajo la cascada, luego él estaba en un skate arriba de un pedazo de avion viejo, una carretera con una arcoíris en el final montañoso y ahora estábamos muertos de frío donde se posaba un gigantesco glaciar rodeado de agua.

-Bien, descanso. -Dijo el director y Justin se dirigió ami.

-¿Cómo la estás pasando? -Sonrió.

-Bien. -Esvié la mirada hacia alrededor.-Es demasiado hermoso.

-Si...

De pronto una idea loca se me cruzó por la cabeza.

-¿Corres rápido?

Él elevó una ceja interesando. -¿De donde viene todo eso?

-¿Ves ese gigantesco arbol? -apunté a un lugar lejano y el asintió.-Si me ganas corriendo hasta allá, haré lo que quieras. Si yo gano, debes meterte al agua hasta sumergir tu cuerpo completamente. -Dije y él se detuvo sonriendo divertido.

-¿Sabes que no vine con traje de baño, cierto?

Encogí mis hombros. -Para eso está la ropa interior.

Se quedó en silencio un momento. Y luego habló seguro. -Acepto. -Me tendió su mano y la estreché. Él mantenía su sonrisa seguramente pensando que ganaría, pero no sabía que yo hice atletismo.

-¡No se vale! -Gritó él luego de llegar al árbol completamente agitado. Reí. -¡No sabía que eras una jodida profesional!

-¿Profesional? -pregunte haciéndome la extrañada.

-Por favor. -Habló con ironía tomando un fuerte respiro apoyando su mano en el árbol. -Eras como un puma.

No pude evitar reír por eso.-Bien, bien. No importa, igual te gane Bieber. -Hablé victoriosa.

El bufó sentándose a los pies del árbol. Hice lo mismo a su lado.

-¿Cuál es tu sueño?-Habló mirando el horizonte desconcertándome por su pregunta repentina.

-Mmh...ir a las Islas Maldivas.

-¿Islas Maldivas?

-Si. -Sonreí mirándolo. -Ahí el mar brilla...es un mar de estrellas.

Él frunció el ceño. -¿Eso es posible?

-No literalmente, pero parece como si lo hiciera. Es asombroso...

-¿Y que hace que brille? -preguntó atento. Sonreí al notar su interés.

-Son unos microbios marinos que hay que son capareces de crear un resplandor azul brillante cuando son perturbados por el aire caliente en las orillas.

El asintió concentrado, pareciendo que prestó atención o eso creo.

Sólo el sonido de la naturaleza se podía oír. Era tan relajante y a la vez tan perturbador pensar que las personas matan esto. Abrí mis ojos de golpe observando la hermosa vista, aprovechándola.

-Hay que volver. -rompió el silencio levantándose para tenderme su mano, la tomé haciendo lo mismo. Nos encaminamos hasta llegar.

-Recuerda que perdiste. -Le dije elevando las cejas.

Chasqueó su lengua. -Eres cruel.

Comenzó a sacar su ropa en medio de todas las miradas, él no se inmutó hasta quedar en calzoncillos. -Bien, terminemos esto rápido. -Dijo frotando sus brazos con sus manos y comenzar a caminar a el agua extremadamente fría. Lo miré divertida.

-¡Todo el cuerpo!-Le recordé riendo y se sumergió rápidamente y así mismo salió caminando hasta afuera. Estaba temblando causándome un poco de culpa, espero que no se enferme.

Miré a mi alrededor sin darme cuenta que todas las cámaras estaban firmando este momento atentos a nosotros. Me sentí un poco incómoda. Unos brazos heladísimos me envolvieron el cuerpo.

-Ahora te toca ati. -Murmuró Justin tomándome.

-¡No! No eres capaz. -Dije casi gritando tratando de convencerlo.

-No me conoces. -Eso y una carcajada fue lo último que escuché cuando mis oídos fueron invadidos de una fría agua al igual que todo mi cuerpo. Cuando salí tragué todo el aire y muerta de frío comencé a salir del agua.

-M-moriré d-de hipotermia por t-tu culpa. -Dije en un estúpido intento de darme calor abrazando mi cuerpo con mis brazos.

Todos estaban riéndose. Claro, ahora se ríen. Me uní imaginando lo ridícula que me veía en estos momentos.