Otra oportunidad para el amor | Bilogía Otra oportunidad #1

14🥀 | 6 de Noviembre

Mis padres se marchan sobre las seis de la tarde dándome tiempo a prepararme para ir al cine con mis amigos. Estoy sola en la habitación y aprovecho esa soledad para arreglarme acompañada por mi playlist de música favorita.

Rebeca se ha tenido que marchar a ayudar a Jess a arreglarse, porque si fuera por ella se iba al cine en pijama.

Saco la ropa del armario y comienzo poniéndome la blusa, la paso primero por mi cabeza y después la deslizo por mi torso. Abrocho los botones laterales de la falda negra y termino el look con unos botines del mismo color.

Abro el mensaje de Rebeca y me apresuro a terminar de arreglarme. Meto mis cosas en un pequeño bolso y me marcho de la habitación.

No pierdo el tiempo esperando el ascensor, bajo las escaleras hasta el último piso y salgo a la calle, donde me encuentro con mis amigos y con otra persona más.

No puedo decir que no esté sorprendida al ver que Nathan va a acompañarnos. Una vez más Rebeca se ha ahorrado cierta información porque sabía que no iba a querer ir al cine.

—Mel, ¡estamos aquí! —me grita Rebeca, al ver que no me he movido de la puerta.

Me acerco a ellos y Ben nos indica que le sigamos hasta su coche. Rebeca se queda detrás conmigo y rodea mi brazo con el suyo, acercándose todo lo que puede a mí.

—¿Estás bien con que Nathan nos acompañe?

—Sí, ¿por qué no?

—No te lo he dicho porque sabía que me ibas a decir que no. Sé lo que pasó entre vosotros, pero es el hermano de Ben y no podía decirle que no lo invitara ya que él no sabe nada de nada.

—No te preocupes por mí, disfrutemos sin darle muchas vueltas al tema.

Llegamos al aparcamiento y nos detenemos junto al coche de Ben.

Él ocupa el asiento del conductor y Rebeca sale corriendo para conseguir sentarse en el asiento del copiloto. Subo en los asientos traseros, con Jess y Nathan, y me siento en el medio, entre los dos.

El trayecto hasta el cine lo paso en silencio y pegándome todo lo que puedo a Jess, ya que Nathan está demasiado cerca de mí.

Sin avisarme antes, Jess me empuja hacia un lado y se cuela entre los asientos para hablar con Rebeca. No me da tiempo a evitarlo y mi cuerpo golpea sin querer con el de Nathan.

Nathan aparta la mirada de la ventanilla para mirarme. Apoya una de sus manos en mi hombro, estabilizándome, y está a punto de hablar cuando me aparto inmediatamente. Me llevo las manos a las mejillas e intento disimular que no se han puesto rojas por la cercanía.

Ben no tarda en detener el coche y aparca cerca del cine. Nos bajamos y nos dirigimos hasta el lugar andando. Vamos directos a la taquilla y compramos cinco entradas para la película de terror que me ha comentado Rebeca esta mañana. El dependiente nos entrega las entradas junto con unas gafas 3D para cada uno.

Genial, Nathan va a ver cómo te mueres de miedo.

Compramos tres cubos de palomitas y entramos en la sala 3 del cine. Nos sentamos conforme vamos subiendo y agradezco que Nathan haya terminado al lado de Ben, porque así tengo a Jess y Rebeca a mi lado, tal y como quería.

Las luces de la sala se apagan y comienza la película. Me pongo las gafas y cierro los ojos, cuanto antes pase antes nos iremos. Como no veo nada coger un puñado de palomitas se convierte en una tarea difícil, pero doy con ellas y me llevo a la boca un puñado.

—Tranquila Mel, nos tienen que durar toda la película. Por cierto, un consejo, si no abres los ojos no te vas a enterar de nada.

—Prefiero no enterarme, las películas de terror me dan mucho miedo.

—Debería haber dejado que Nathan se sentara a tu lado, así podría abrazarte cuando te asustes...

—Baja la voz Rebeca, a ver si te va a oír alguien.

—Vale, no haré ningún comentario hasta el final de la película, lo prometo —Rebeca se pasa los dedos por los labios, como si los hubiera cerrado con una cremallera, y cumple con su palabra.

Llegamos al final de la película y, aunque he permanecido con los ojos cerrados la mayor parte del tiempo, me he asustado más de lo que pensaba con los gritos de la protagonista y de Rebeca.

Para no darle miedo, se ha abrazado demasiadas veces a Ben.

Salimos del cine y los chicos comentan animadamente que les ha parecido la película. Yo no intervengo porque, en realidad, no la he visto.

—¿Qué te ha parecido la película? —me pregunta Nathan, que rápidamente me alcanza y se coloca a mi lado.

Estamos yendo todos hacia el coche de Ben, pero los dos nos hemos quedado atrás.

—Ha estado bien.

—¿Solo bien? ¡Ha sido espectacular! La mejor película de terror que he visto nunca.

Nathan consigue hacerme reír.

—Si tú lo dices.

Pronto cae la noche y decidimos irnos a cenar todos juntos a una hamburguesería de la zona. Terminamos cenando entre risas y disfrutando de una deliciosa hamburguesa con mucha carne.

Ben nos deja de vuelta en la residencia y Nathan se despide de nosotros antes de darse media vuelta y marcharse a su fraternidad.

Se nos ha hecho tarde, pero todavía no han cerrado las puertas de la residencia.

Entramos todos juntos en el ascensor y cuando se para en la primera planta Rebeca y Ben se despiden de nosotras. Van a dormir juntos esta noche y eso significa más intimidad para mí.

Cuando se abren las puertas del ascensor otra vez, camino junto a Jess por el pasillo y cada una nos detenemos en la puerta de nuestra habitación.

—Buenas noches Mel.

—Buenas noches Jess.

Cierro la puerta tras de mí y tardo poco en prepararme para irme a dormir. Me pongo el pijama y me meto en la cama.

Estoy a punto de cerrar los ojos cuando la pantalla de mi teléfono se enciende y no puedo evitar cogerlo y mirar a que se debe.

Tengo una notificación pendiente.

Me han añadido a un grupo.

Entro y miro sorprendida quiénes están en él: Jess, Rebeca, Ben y un número que no tengo agregado, el cual me imagino de quien es. Lo añado a mis contactos como "Huracán" y apago el teléfono.

Ha sido una noche muy larga y quiero irme ya a dormir.