⚠️La novela está siendo editada poco a poco, estoy corrigiendo la ortografía y haciendo los capítulos más largos, así que no os asustéis si los capítulos van cambiando. Aquellos capítulos en los que ponga BORRADOR, no están editados.
Desde que termi...
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Ya con el vestido puesto, salgo al pasillo y me detengo a ver la hilera de cuadros que hay colgados en la pared. No me había fijado antes de que estuvieran ahí.
Hay uno que capta toda mi atención.
En la foto aparece toda la familia Donovan al completo, vestidos con jerséis a juego y posando como si fuera una postal navideña de esas que envías solo en ocasiones especiales a tus familiares y amigos.
Observo detenidamente la foto y entre ellos veo una cara desconocida para mí. Al lado de Nathan hay una chica y no consigo sacarle ningún parecido ni con sus padres ni con ellos.
¿Es que acaso tienen una hermana?
Ben nunca me ha hablado de ella, aunque tampoco es que conozca todavía mucho a mis amigos.
En comparación con Ben y Nathan, ella es más bajita que ellos. Tiene el cabello largo y pelirrojo e intuyo que los tres tenían la misma edad cuando la foto fue tomada.
Intento coger el cuadro, para verlo desde más cerca, pero alguien extiende su mano hacia mí y me detiene, dejándolo de nuevo en su sitio.
—Señora Donovan me ha asustado.
—No era mi intención querida —Se coloca a mi lado y las dos admiramos el cuadro en silencio—. Es preciosa, ¿verdad?
—¿Quién es ella? —Le pregunto señalando a la chica.
—Ella era nuestra hija, se llamaba Brooke y se unió a la familia cuando tan solo tenía diez años.
—¿Cuándo dice que se unió se refiere a que adoptasteis a Brooke?
—Sí —me responde y echa un rápido vistazo al cuadro—. Era una niña muy buena, solo tenía a su madre y la perdió unos años antes de que eso pasara. Fue de una casa de acogida a otra, pero no terminaba de encajar con ninguna familia. Nosotros fuimos buenos amigos de su madre antes de mudarnos aquí y no conocíamos la situación que estaba viviendo Brooke, así que decidimos acogerla durante un tiempo. Lo que no sabíamos es que nos encariñaríamos tanto con ella.
No paso por alto que habla de ella en pasado.
¿Brooke ya no vive con ellos?
—¿No ha venido a pasar Acción de gracias con vosotros?
—Desgraciadamente hace dos años nos dejó, justo cuando estaba comenzando a vivir su vida. Tenía muchos sueños, quería ir a la universidad con sus hermanos y convertirse en trabajadora social para poder ayudar a niños como ella, a los cuales el sistema no los trata como debe.
—Siento escuchar eso.
—¿Podemos seguir hablando en un lugar más tranquilo? No me gustaría que ninguno de mis hijos me escuchara hablar de ella.
—Por supuesto.
Entramos en el que creo que es el despacho del señor Donovan y nos sentamos en dos butacas, la una enfrente de la otra.
