Capítulo 15

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Fernando con mucho esfuerzo logró apartarse del grupo con que estaba charlando, se aproximó a Andrea quien lo recibió con una sonrisa y preguntándole como se había sentido en el programa.

FERNANDO: Muy bien Andrea, me la pase increíble en el programa, gracias por todo.

ANDREA: Que bueno.

FERNANDO: Oye y Lucero donde está?

ANDREA: ella se tuvo que ir, me pidió que la disculpara con todos.

FERNANDO: Le pasó algo?

ANDREA: No, no creo, eso fue que seguro la llamó su novio y se fue corriendo a encontrarse con él, ya sabes así es el amor.

FERNANDO: Si así es el amor (le dijo fingiendo una tranquilidad que no sentía). Bueno yo creo que ya es hora de irme, tengo cosas que hacer, fue un gusto haber estado hoy con ustedes, espero que me vuelvan a invitar pronto.

ANDREA: Claro que si, cuando quieras puedes volver.

FERNANDO: OK, nos vemos entonces, que estés bien. Adiós. (Se despidió dándole un beso en la mejilla)

Fernando salió del set hecho un mar de celos, no le había gustado nada lo que le había dicho Andrea, como era posible que después de lo que acababa de pasar Lucero se hubiese ido sin darle la oportunidad de hablar y para colmo se fuera en busca de su novio.

FERNANDO: (Pensamiento) "Cálmate Fernando, no es nada seguro que ella esté con él, a lo mejor tuvo otro asunto que resolver; o si estará con él?, será que no le importa lo que sucedió en el ascensor?, será que ahora estará en los brazos de él?". "Ay ya Fernando deja de sacar conclusiones sin fundamento, lo que tienes que hacer es buscarla, si eso voy a hacer buscarla, tal vez esté en su casa".

Y sin pensarlo más salió en busca de ella, necesitaba confrontarla, decirle que la deseaba y la necesitaba, quería que ella aceptara que también sentía algo por él, y sobre todo deseaba volver a besarla y tenerla en sus brazos.

Fernando había tomado el rumbo correcto, pues Lucero si se dirigió a su casa, quería llegar allí para poder pensar y analizar la situación que estaba viviendo, quería estar sola alejarse un poco del mundo exterior. Pero tal parece que su objetivo no iba a ser cumplido, Fernando estaba dispuesto a encontrarla y hablar con ella, no iba a dejar que se escapara otra vez, ambos tenían que dejar claras las cosas de una vez por todas.

Lucero se había cambiado, había optado por ponerse algo más cómodo, tenía una blusa de tiras y unos shorts de jean. Quería relajarse así que bajó a la sala, se recostó en un enorme mueble y prendió la televisión, quiso encontrar algún programa o película que la distrajera, pero pasó todos los canales y no halló nada interesante, así que decidió apagarla, simplemente se quedó allí recostada, pero ahí mismo empezaron a llegarle los recuerdos a su mente, todavía podía sentir las manos de Fernando acariciándola, sus labios recorriendo su boca y su cuello, y sus respiraciones agitadas que demostraban el deseo que irradiaban sus cuerpos.

LUCERO: (Pensamiento) "Porqué Lucero, porqué te tenías que dejar llevar por la pasión, ahora como le vas a negar que si sientes algo por él?". "No puedo creer que mi mundo haya cambiado tanto, no puedo creer que lo desee con locura, Ahora que voy a hacer?, que hago con esto que siento?"

"Será que él siente lo mismo?, lo más probable es que si, porque si no la situación no hubiera llegado a tanto en el ascensor. Pero es que las cosas no pueden ser así, hace unos días nos odiábamos y ahora las cosas han tomado otro rumbo, además tengo un novio al que quiero y lo que menos deseo es hacerle daño, lo he traicionado y me siento fatal".

Sus pensamientos fueron interrumpidos por el timbre de su puerta, Lucero se paró de su mueble, decepcionada porque no quería ver a nadie, solo quería estar sola. Al abrir la puerta se llevó una gran sorpresa al descubrir que quien había llegado era aquel hombre que tanto la estaba perturbando, Fernando.

FERNANDO: Hola Lucero.

LUCERO: Que hace usted aquí?

FERNANDO: Necesitamos hablar. Puedo pasar?

LUCERO: No claro que no, yo no quiero hablar con usted.

FERNANDO: Porqué?, a que le tienes miedo?

LUCERO: No tengo miedo.

FERNANDO: Bien, entonces si no tienes miedo, significa que puedo pasar, permiso (y sin que Lucero pudiera detenerlo él entró pasando por el lado de ella).

LUCERO: Oiga que hace?, yo no le he dado permiso, salga inmediatamente.

FERNANDO: No me voy a ir hasta hablar contigo, así es que mejor cierra la puerta y escúchame.

A lucero no le quedó más remedio que hacerle caso, sabía que él no se iría de su casa hasta que hablaran, así que cerró la puerta y enseguida se dirigió hacia él, quien ya se encontraba sentado en aquel mueble grande.

Del desprecio al amorWhere stories live. Discover now