﹝ESE NIÑO﹞

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Si ves una falta de ortografía, favor de marcarmela para que lo corrija, sería de mucha ayuda, gracias!<3

— ¡Nikkocchin, espera! —grita entre jadeos Kise mientras intenta alcanzar al pequeño que corría rápidamente.

—Ese niño es flash o ¿qué? —llego detrás del rubio Takao.

Después de él llegaron los demás, al igual que ellos, jadeando.

—Ese niño no se parece nada a Tetsu —comento sentándose en una banca Aomine.

Asintieron todos en aprobación.

La generación de los milagros, sin Akashi y junto con Momoi, Takao, Himuro y Kagami, se encontraban en el parque de diversiones; el clon de Kuroko quería ir, pero para su mala suerte su padre no podía llevarlo, tenía trabajo desde la mañana hasta la noche, Modegi tampoco podía y Akashi debía de viajar, así que un muy animado Kise se había ofrecido, Kuroko no le agrado mucho la idea, pero después de que el rubio incluyera a los demás sin siquiera preguntarle accedió.

Ahora se encontraban en ese lugar, desde hace más de una hora, corriendo de un lugar a otro para subirse a las mejores atracciones que permitían subir a los niños, pero aun así no les quitaba que terminaran algo mareados y cansados.

— ¡Vamos! —se acercó corriendo Nikko —. Aún nos falta visitar la casa de las nieves, la cabaña de los dulces, la mansión embrujada, los espejos locos, troncos bailarines —empezó a enumerar con sus dedos —...y no se pueden olvidar también de ir a probar el dulce más raro del mundo —sonrió.

—Yo me apunto con lo de los dulces —dijo Murasakibara.

—¿Aun tienes energía Mu-kun?

— ¿Cómo es que tienes tanta energía? —lo miro Himuro.

El niño torció su cabeza y se encogió de hombros mientras alargaba su sonrisa y salía corriendo hasta un puesto de comida.

—Nikko no te vayas así —hablo Midorima siguiéndolo.

—Shin-chan saca el dinero —comento divertido Takao alcanzándolo.

—Es tan extraño ver a Midorimacchi junto con Nikko —comento Kise viendo como Midorima tomaba la mano del niño y luego Takao le pagaba al vendedor para que le diera una manzana de caramelo.

Los ojos dorados del chico rubio se quedaron mirando la escena que estaba frente a él: Midorima sosteniendo una mano del niño y Takao la otra. Era en ocasiones algo distraído, pero no tanto como para no notar algo tan obvio. Cuando los dos ex compañeros de equipo llegaron hasta ellos, Kise se levantó y se acercó a ellos, mirándolo con los parpados entrecerrados.

—Takaocchi, tú y Midorimacchi parecen pareja —comento solo siendo escuchado por los tres.

Midorima se sonrojo —intentado ocultarlo acomodándose los lentes—, y Takao sonrió mostrando sus dientes.

—Me alegra que lo parezcamos ya que lo somos.

Sin esperar más salto abrazarlo tomando desprevenido a los demás que los miraban sin entender.

—Me alegra tanto por ti, ya sabía yo que terminarían juntos — susurro —. Luego me cuentas —le guiño un ojo y luego se acercó a todos los demás —. Entonces vamos a la cabaña esa de terror —dijo tomando al pequeño Kuroko.

—Es la cabaña de los dulces, Kiseniichan —le corrigió.

—Sí, bueno ¡Vamos! —grito a lo que todos solo gruñeron, asintieron o soltaron algún sonido que significaba aprobación.

El pequeño Kuroko #PremiosKnB2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora