18.

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Para Dante, Valerie era una guerrera. La observaba mientras andaban en el auto, camino hacia la casa de Sergei, y pensó en lo maravillosa que era. Entendía porque Hunter estaba enamorado de ella y podía verse enamorado de una chica así, si conseguía alguna. Valerie no demostraba ningún tipo de temor en ese momento, pero podía ver a través de su muralla de ladrillos. Tenía sus manos cruzadas en su regazo y las apretaba con fuerza, casi peleando por mantenerse estable. Era sorprendente, estaba seguro que Valerie iba a seguir con los Williams por muchos años más.

Pensar en la mujer indicada y toda esa porquería, le hizo pensar en Lydia. Ni siquiera entendió el sentimiento, simplemente apareció frente a él antes de poder entenderlo. Estaba ahí, la chica en su mente y de la nada, estaba pensando en ella.

Desde que habían vivido aquella experiencia horrible, se había unido de una manera que nadie iba a entender. Eran uno, a cada momento y a veces sufrían lo mismo. Se consolaban mutuamente en silencio, con un abrazo lograban sobrevivir a todos los miedos. Era una unión inexplicable, que él necesitaba para seguir viviendo y, al parecer, ella también.

Lydia se había vuelto su primer y último pensamiento, llegando a la obsesión con ella, con su seguridad. Quería saber si estaba bien, la cuidaba a toda hora y estar viajando hacia la mansión de Sergei, sabiendo que ella iba a quedarse sin su protección lo ponía un poco nervioso.

No sabía con quien hablarlo, a quien contarle eso que estaba viviendo sin que entendiera lo que realmente sucedía. Cualquiera iba a pensar que estaba pasándose con su sobrina y pensar lo peor de él. Pero no era así, tenía una unión especial con ella. Única. Miró a Valerie y pensó en contárselo a ella, en confesarle lo que le sucedía pero prefirió guardarlo. ¿Estaba bien hacer aquello? Ya ni lo sabía.

Se detuvo frente a la mansión de Sergei, esa que había construido cuando llegó a Auburn y cuando quiso decirle algo a Valerie, ella ya estaba bajándose del auto. Parecía que quería terminar aquello con rapidez, para volver a la seguridad del cuartel. Era una mujer Williams, pero eso no significaba completa seguridad. Podían asesinarla por venganza en cualquier momento y Dante estaba para impedir eso.

—¿Está todo bien, Dante? —le preguntó ella frunciendo un poco el ceño, atenta a sus expresiones. Solía tener eso Valerie, de observar demasiado a las personas y descubrir si todo estaba bien o no—. Puedes quedarte en el auto si quieres...

—¿Estás bromeando? No voy a dejarte sola. Primero porque no quiero y segundo porque me matarán si se enteran.

Ella se rió y Dante se sintió mejor por hacerla reír en una situación como esa. Siempre funcionaba de ese modo las cosas para él, se sentía completo cuando hacía reír a las personas. Valerie se acomodó la camisa y le hizo un gesto al chico para acercarse a las rejas de la mansión. Aquella casa no era tan grande como la mansión de los Reeves, pero si estaba mucho mejor que el departamento de los Williams. Sabían que el ruso tenía otras propiedades alrededor de Auburn, pero esa era la más conocida y a la que podían acceder.

Varios guardias observaron a Valerie caminar hacia el timbre y uno de ellos se acercó a la chica. Iba armado y Dante se preguntó si debía sacar su arma para demostrarles que no eran idiotas, solo algo suicidas. Valerie se presentó ante ellos como la hija del alcalde, con una seguridad que le resultaba sorprendente a Dante y ellos le dijeron que Sergei estaba esperándola, luego de hablar con él por una especie de teléfono.

—¿Cómo haces para lucir tan tranquila cuando estamos entrando en la boca del lobo, Valerie? —le preguntó Dante cuando ambos comenzaron a caminar hacia la mansión. Un guardia les mostraba el lugar mientras que otro les cuidaba las espaldas. Valerie miraba fijamente hacia delante, sin demostrar ningún tipo de miedo en su mirada—. Me das miedo...

HUNTER. Tierra de salvajes #1 [Terminada]Kde žijí příběhy. Začni objevovat