La profecía de la loba

Capitulo 1

30 de octubre

-Clea... vamos tienes que ir a la escuela.

Odio este momento, odio las mañanas, odio mi vida, odio a todos.

-No quiero mamá, quiero dormir por favor... regalo de cumpleaños – le grito a mi madre que anda por algún lugar de la casa.

-No puedes faltar más, ya es tu última semana de colegio y después lo terminas y apuesto a que quieres ver los regalos que te han comprado tus amigos – reconsideré lo de levantarme, todo sea por los regalos.

Me levanto como puedo y pasé directamente al baño, me doy una ducha rápido y vuelvo a la habitación para vestirme. Pongo un poco de música a un volumen un poco alto ya que necesito despertarme y a mis hermanos también les gusta que lo haga todas las mañanas.

Me coloco frente al espejo y ya puedo darme cuenta que he cambiado en cierta manera, me siento diferente. Hoy es mi cumpleaños número 18, hoy por fin conoceré a mi loba.

-Clea al finnnn tienes 18, soy Caly.

-Al fin tenemos conexión Caly – Caly es mi loba – estoy tan feliz.

-Yo estoy más feliz que tú, en este momento estoy muy inquieta. Vamos ya al colegio, quizás allá nos está esperando nuestro mate.

Me río de tal insinuación, lo único que le importa es su mate mientras yo solo tengo que preocuparme en aprobar las últimas dos materias que me quedan.

Bajó a la cocina encontrándome con mis dos hermanos que son gemelos y dos años mayores que yo.

Aris mi hermano que nació primero y después Alice.

-Buenos días feos – me siento a su lado a tomar el desayuno, ambos me miran y siguen comiendo. Que buenos hermanos, ni siquiera se acuerdan de mi cumpleaños.

Termino el desayuno y voy a preparar mi bolso, cuando meto mi libro siento algo, vuelvo a meter la mano y saco una cajita roja de terciopelo. Miro a mis hermanos y están sonriéndome, abro la cajita y dentro hay una pulsera con algunos dijes. El primero es un lobo, después un corazón, unos gemelos y un dije que tenía la palabra familia.

-Gracias - dije abrazando a los gemelos y a mis padres que se sumaban al abrazo. Siempre voy a estar agradecida por la familia que me toco.

Luego de colocarme la pulsera y despedirme de todos me fui caminando al colegio que quedaba cerca.

Al llegar fui recibida por mis amigos. Beau es mi mejor amiga desde hace más tiempo que Amber y Gael. Los tres son mis mejores amigos pero igual, a Beau la conozco desde el jardín.

Los tres ya tienen 18, por lo tanto ya tienen a su lobo.

-¡Feliz Cumpleaños! – gritan todos en mi oído.

-Gracias pero por favor, mi oído sufre – ambos reímos y pude ver que tenían regalos - ¡Regalos! – chillé emocionada.

Primero abrí el de Gael y era un perfume - ¿Intentas decirme algo con este perfume?

-No pero no sabía que comprar ya sabes... soy hombre y ellas no quisieron ayudarme, tuve que pedirle ayuda a mamá – me reí ante lo idiota que era.

Luego abrí el regalo de Amber y era otra pulsera, pero era diferente esta tenía cuatro dijes y cada uno tenía un nombre y pude darme cuenta que era el nombre de nosotros cuatro – Me encanta, gracias.

Y por último abrí el de Beau y era un anillo de oro y plata.

Antes de que pudiéramos seguir el timbre sonó. Con Beau nos fuimos a nuestra primera clase mientras Gael y Amber se iban a las suyas.

-Espera Beau, puedo oler algo.

-Es nuestro mate Clea, está en nuestro salón de clases. Entra rápido.

-No me digas que es... - la interrumpo.

-Sí.

Después de una pelea interna con Caly por querer entrar rápido lo hice. Busque con la mirada y sentí decepción al ver de quién se trataba. Él levanto la vista y pude ver que sentía la mismo que yo. Hiso una mueca de asco y miro a otro lado.

-No les agradamos – comenta Caly triste.

-Lo sé Caly y lo siento. Él no es para nosotras – Definitivamente Brentt no era para nosotras, él no era para nadie... era para todas. Era el lobo más mujeriego y despreciable que he conocido en mi vida.

Él y sus amigos, como también sus amigas siempre se burlaban de mi ropa. Ya que nunca me vestí bien pero siempre lo hice queriendo, en esta escuela reinaba la hipocresía y vistiéndome de tal manera alejaba a esas personas hipócritas. Pero también acercaba personas dignas, y esas personas eran mis amigos.

El resto de la clase la pase prestando atención porque era una de las materias que tenía que aprobar y cuando podía consolaba a Caly que estaba triste, en cambio yo solo esquivaba pensar del tema desde mi perspectiva.

A la hora del almuerzo nos encontramos los cuatro en nuestra mesa.

-Clea sabe quién es su mate – dice la chismosa de Beau.

-¿En serio? ¿Quién es? – dicen Gael y Amber al unísono.

-Brentt Owen – ambos se quedan congelados, ya me esperaba esa reacción de ellos.

-¿Qué hiso cuando se dio cuenta de ello? – logró articular Gael.

-Me miró con desaprobación y asco, luego me ignoro como yo a él... no estoy interesada en lo más mínimo.

Los tres se miraron y sabían que era más inteligente cambiar de tema y lo hicieron.

Después de que las clases terminaron y que para mi suerte no me cruce con Brentt, nos fuimos todos a casa a comer algo y celebrar de paso.

Ya estando en casa pasamos directo a mi habitación, pusieron un poco de música y nos dispusimos a pasar el rato esperando que la comida que pedimos llegara.

-Holaaa Clea, al fin puedo hablarte.

-¿Caly?

-No, soy Alinen tu loba.

-Caly es mi loba, no entiendo ¿Por qué dices que tú también lo eres?

-Caly también es tu loba al igual que yo. Somos dos ¿A que esto te parece tan genial como a mí?

¿Dos lobas? Esto no podía ser, seguro era Caly jugándome una broma. Estaba comenzando a marearme y luego todo se volvió negro.