Capítulo 12

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Brentt en multimedia.


Desperté levantándome de golpe, mientras venían todas las imágenes de ¿hace un rato? Supongo...

Me vuelvo a recostar y me doy cuenta que estoy en una camilla en la sala del pequeño hospital de la manada.

Me levanté despacio y la puerta se abrió dejando entrar un aroma muy dulce, ese aroma que no me gustaba.

Adam entra por la puerta y me mira.

-¿Te sientes mejor?

-Sí ¿me puedes explicar un poco qué pasó después de que perdiera todo tipo de razón? – lo mire y me estaba sonriendo, mostrándome toda su dentadura - ¿Por qué me sonríes así?

-Te sonrío así porque me encanta como hablas – y sin poder evitarlo sentí mis mejillas calentarse – y ahora adoro como te sonrojas.

-Basta, ahora quiere que contestes mi primera pregunta – suspira y alza sus manos en modo de rendición.

-Está bien. El dolor que te provocó ese demonio fue tal que logró desmayarte, luego de eso Brentt te trajo y la enfermera te estuvo cuidando hasta hace un rato.

-¿Cómo esta Beau? – quise levantarme pero me lo impidió.

-Ella está bien, solo tuvo unos rasguños. Pero tenemos que hablar de algo muy serio.

-¿Puedo saber qué es eso?

-Sí, Clea... el demonio cada vez tiene más fuerza para controlarte, mientras dormías hicimos algunos estudios y probamos algunas cosas pero no hay manera de sacar el veneno que tienes, el veneno que le da poder al maldito demonio. Mientras más tiempo pase, las consecuencias van a empeorar.

-¿Cuál sería la mayor consecuencia?

-Que te provoque una muerte cerebral – parpadee en su dirección sorprendida por lo que me decía – una muerte cerebral es cuando...

-Ya sé lo que es una muerte cerebral – me levante ignorándolo, me puse mis ropas sin que me importe su mirada y salí.

No podía quedarme con los brazos cruzados y menos cuando los dolores que ese estúpido me provocaba eran lo peor que me podía pasar, lo peor que podía sentir.

Camine hasta la oficina de Arthur y golpee.

-Adelante – escucho y abro la puerta, pasando y luego cerrándola – Clea, que sorpresa verte ¿te sientes mejor? – ignore la presencia de Brentt y su asqueroso olor.

-Es delicioso.

-No lo es.

-¡Sí!

Ignore a mi loba y camine hasta quedar en frente del Alpha.

-Sí, me encuentro mejor gracias. Ahora necesito hablar sobre las estrategias o los planes que tienen.

-Vaya, me sorprendo que ahora te intereses en ello pero en cierta manera me alegra porque aunque no hayamos anunciado nada. Tú también eres una Alpha.

Y así empezó con su discurso, primero hablando de mi deber y de todo lo que tenía que hacer la mayor parte del tiempo. Y luego terminó contándome donde se escondían los demonios con los híbridos y que ya había mandado algunos lobos para buscar una hechicera.

-¿Una hechicera?

-Sí, para ver qué podemos hacer con lo que te está pasando. Ella conoce mucho de los demonios y podría decirnos qué hacer.

-Está bien entiendo. Gracias por contarme y ahora si me disculpan los dejo.

Terminé de despedirme, ya no aguantaba más estar en la misma habitación que él.

Camine un poco y me encontré con mis amigos.

-Al fin despiertas, siempre fuiste dormilona – se burló Gael.

-Solamente dormí un par de horas.

-Dormiste más de un día...

-Ah...

Me senté con ellos y comencé a mirar a todos lados.

-Si buscas a James no está por acá – ahora me habla Amber.

-¿Y dónde esta?

-Mm ¿te gusta?

-Sí Amber, ahora quiero saber dónde está.

-No sé, se fue con algunos cazadores. No dio explicaciones.

Me resigne y seguí pasando el rato con mis amigos, ya que hoy era un día de descanso en el cual las autoridades se dedicarían a planear y todas esas cosas.

-Tengo una rara sensación – digo llamando la atención de mis amigos.

-¿Buena o mala? – Beau me mira y se acerca a mí.

-Buena y vos Beau estas en ella.

-¿Yo? – se sorprende ante mis palabras pero puedo notar la ilusión en sus ojos.

-Sí tú, pero hay que esperar.

-Odio esperar – se queja.

-Lo sé pero va a valer la pena.

Y así fue. Una vez que ya estaba oscuro todos íbamos a cenar juntos hasta que sentí olor de lobos pero de otra manada y así fue como veía llegar a una manada entera.

Vi la cara de Beau y se la transformo, sabía que algo estaba sintiendo hasta que la vi olfatear.

No tarde en darme cuenta que estaba oliendo a su mate y ya lo había encontrado.

Un chico viene corriendo, dejando a su manada atrás y parándose enfrente de Beau. Ella contenía el aire, estaba en un total shock. Esto era increíble, era como ver una película. El lobo acarició la mejilla de mi amiga y se abrazaron.

No me había dado cuenta que me había quedado embobada viendo todo e imaginándome cómo hubiera sido encontrar a mi mate de esa manera.

Escuche un carraspeo a mi lado y vi el dueño de él. Me voltee y me fui lejos, tenía que estar lejos de él.

Aunque estuviera con James, aunque lo quisiera y sintiera muchas cosas por él, estaba Brentt y aunque intente todo el tiempo ocultar el dolor que me provoca mi mate no se compara, quisiera odiarlo pero no puedo. Somos dos malditas almas gemelas.

A veces me gustaría saber por qué la luna me emparejo con él y no con alguien mejor.



La profecía de la lobaWhere stories live. Discover now