Capítulo 6

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Habían desayunado juntos en la terraza, pasearon por las calles de la ciudad, y justo en ese momento estaban sentados mirando la ciudad desde una góndola, Tais se miraba radiante, sin duda el color azul oscuro le quedaba perfecto, hacía que su piel pareciera terciopelo.

-No sé cómo no podría enamorarme. - Edrik suspiro, estaba haciéndose ideas sobre ellos.

-No Tais, este viaje es solo una aventura de fin de semana y solo eso, para quitar esa tensión sexual que nos estaba ahogando, no te miro como algo más, es solo un viaje de placer. - dijo tranquilamente, como si hablaran del clima.

-No hablaba de ti Edrik, hablaba del lugar, me tiene encantada, es una ciudad mágica, créeme sé perfectamente cuál es mi lugar. - Tais volvió a mirar el paisaje, dándole completamente la espada.

Edrik se sorprendió pero no dijo nada, parecía molesta y en parte tenía razón, ellos habían dejado claro siempre la relación que tenían, solo era jefe y empleada, aún así, había lastimado su ego como mujer, a ninguna mujer le gustaba que la tratarán como objeto sexual, por más abierta que tuviera la mente.

-Lo siento yo no... - ella volteo a mirarlo, se dio cuenta que tenía un aspecto extraño. - ¿Te sientes bien?

Ella negó, por suerte acababan de llegar a la orilla, bajaron y ella corrió hasta un bote de basura, donde regreso todo lo que había desayunado, mientras Edrik se dedicaba a sostenerle el cabello y sobarle la espalda.

-Lo siento. - dijo Tais apenada.

-No es nada, ¿estás mejor? - ella sonrió y asintió.

-Pero necesito lavarme urgentemente los dientes, eso me da más asco. - se estremeció.

A Edrik le cruzó una vaga idea por la cabeza, pero no descansaría hasta saber la respuesta y no se quedaría conforme con algo que no le diera certeza absoluta. Pararon en un autoservicio para comprar lo necesario para la limpieza personal de Tais, además de otra blusa, ya que la que estaba a usando al alejarse del bote en el que vomito se engancho con algo y le hizo un pequeño desgarre. Cuando estuvo como nueva, Edrik tomó de la mano a Tais, no le dijo nada, solo la hacía caminar.

-¿Me puedes decir a dónde vamos? - Edrik la fulminó con la mirada.

-A un hospital. - ella soltó una carcajada.

-¡Solo fue un mareo!

-Por eso mismo. - ella rodó los ojos.

Llegaron al hospital, y Edrik habló con unas enfermeras, al poco rato la mandaron llamar, cuando le dijeron que le sacarían un poco de sangre, sintió como se le bajó la presión y todo se volvió negro. Edrik alcanzó a sostenerla antes de que tocara el piso, ahora estaba muy seguro de que le sucedida, estaba embarazada.

Las enfermeras aprovecharon que estaba inconsciente y tomaron una muestra de sangre, a los pocos minutos Tais recobró el conocimiento, cuando miro a Edrik, miro que estaba furioso, si no es que más que eso. Ella le sonrió pero él no le regresó el gesto, sintió que algo dentro se movió, pero no le dio importancia.

-Bueno, esperaremos los resultados, estarán listos mañana a primera hora, hoy necesita reposo. - fue lo que dijo el doctor antes de darle el alta.

-Gracias doctor, mañana a primera hora estamos aquí. - Tais no entendía nada.

Edrik y Tais estaban demasiado tensos, se fueron juntos al hotel, pero ninguno hablaba, reinaba la incomodidad entre ellos, Tais empezó a creer que ese viaje había resultado peor, mejor se hubieran quedado en casa, pero las cosas ya estaban hechas. Entraron a la suite, Tais no aguanto más la situación, se sentía culpable y ni siquiera sabía porque.

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