Capitulo 13.

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-Christopher, camina. - El Niño negó.

-¡Quiero mi helado! - El rodó los ojos.

-¿Rafaele? - No reconoció esa voz. Así que se dio la media vuelta cauteloso. - Ni en mis pesadillas podría imaginarme encontrarte aquí, ¿Tú hijo? - le preguntó.

-Hola Edrik, tanto tiempo. - se estrecharon la mano. - Sube al auto, tu madre nos espera.

El Niño al mirar a Edrik hizo lo que le dio la gana.

-Hola Me llamo Christopher ¿y tú? -También le tendió una mano.

-Edrik. - EL niño asintió.

-El no es mi papá. - Era la ultima que le pasaba a Chris.

-Súbete ya. - se encogió de hombros, pero aun así subió al coche. - Es hijo de una amiga pero lo quiero casi como si fuera mío.

-Fue un gusto Rafaele. - Le dio una tarjeta. - Llámame, estaré un tiempo en Grecia.

-Sin duda lo haré, llevo tiempo aquí y aún no hago las bastantes amistades. - Edrik asintió con la cabeza y se fue dejándolo con el pequeño. Tenía como unos 13 años.

Subió al auto que había alquilado, se quedaría ahí por un mes, en el auto lo esperaban Sophie y su madre, aunque la primera estaba pegada al celular, ya tenía 16 años. Su madre entorno los ojos.

-El niño que te saludo, me recordó mucho a cuando tenias 10 años. - Edrik asintió sin darle importancia. - Solo que él tiene el cabello negro azabache.

-Mamá, últimamente todos los niños que miras te recuerdan a mi. - ella se encogió de hombros, además ese niño seguro es más grande de lo que piensas.

-Es la edad Edrik, me hubiera encantado tener un nieto. - Desde el asiento de atrás Sophie protestó.

-¿No te basta conmigo abuela? - Su madre río.

-Pero tú eres la luz de mis ojos Sophie. - ella sonrió satisfecha.

-Perfecto, por qué quiero un helado, y tal vez, conocer a algún habitante de esta ciudad. - Edrik frenó de golpe.

-¡No tienes ni 24 horas aquí y ya estás mirando a quien te ligas! - le gritó Edrik.

-Equis, ni que me fuera a casar con el.

Edrik tenía una necesidad de jalarse el cabello, pero se controló, esa niña le había salido todo lo contrario a lo que él siempre esperaba, pero estaban ahí para que le dieran un tratamiento, era propensa a tener el mismo Cancer que habían tenido su padre y su hermana. Y a ella se lo estaban previniendo. Así que se tranquilizó y la llevo por ese helado.

Llegaron a la heladería y se sentaron cerca de la ventana, podían mirar quien pasaba por la acera, se acercó a Sophie para poder pagar los helados, cuando miro a una mujer con el cabello negro azabache hasta los hombros, con unas piernas largas y muy blancas, a su lado un niño y una niña de unos 10 años aproximadamente, justo la edad que tendría su hijo, su pequeño, al que no tuvo un lugar donde llorarle, porque no tuvo el valor de preguntar sonde estaba su pequeño cuerpo.

La mujer se dio la media vuelta, en sus rasgos no era ni la mitad de guapa de lo que había sido Tais, esa mujer que lo volvió loco y le robo el corazón, la miraba en cada mujer de cabello negro, en casa mujer que había pasado por su cama, y ahora estando en el lugar que la miro nacer, la miraba en cada mujer que pasaba frente a él.

Justo cuando se iban entro Maurice, el hermano de Tais, con un niño de la mano. Era un niño grande, cuando levantó la cabeza pudo mirar que era el mismo chico que se había encontrado con Rafaele.

EgoístaWhere stories live. Discover now