Capitulo 14

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Acostada en mi cama miro el techo y pienso en lo que paso el día de ayer, fui a esa tonta fiesta, perdí mi virginidad y... dormí con Peter. ¿Por qué me siento bien? No lo sé lo más raro es que no me arrepiento de nada, Luego de nuestra conversación, nos despedimos de los chicos y me trajo al instituto, me beso y luego se fue, tenía que hacer un trabajo, creo. Cuando llegue al cuarto Euge no estaba, ¿Dónde demonios se metió ahora? Mi teléfono comenzó a sonar.



– ¿Hola? –pregunte, era un número desconocido.



–Hola nena –me dijo esa voz ronca a través del teléfono.



–Peter...–Susurre con una sonrisa estúpida en mi rostro.



– ¿Cómo estás? –me dijo, mi sonrisa no se iba ¿Por qué sonrió tanto? Por dios.



–Bien... ¿Y tú? –le dije.



–Cansado... –me dijo con voz sexy– Anoche no pude dormir mucho –me dijo, me sonroje como loca.



–Estúpido –le dije y sentí su carcajada.



–Solo bromeaba...quiero verte –me dijo, sentí como mi corazón se paralizaba.



–Yo...yo también –le dije, esperen...– ¿Cómo tienes mi número? –le dije alterada, sí recién me di cuenta de eso. El río.



– ¿Enserio? ¿Recién te das cuenta? –Dijo aun riendo– Tengo mis contactos.



–Hablo enserio –le dije seria, Peter volvió a reír.



–Yo igual –me dijo con voz de niño pequeño.



–Venga dime o te cuelgo –lo amenace, este volvió a reír.



–No hablas enserio –me dijo aun riendo. Colgué el teléfono. Una sonrisa triunfal se posó en mis labios.



El teléfono volvió a sonar, mire la pantalla el mismo número de hace un rato, sonreí y colgué, volvió a sonar con la canción You're mine deje que sonara y fui al baño, canturreando la canción.



*Ethan PDV*



Luego de mi pequeño trabajo con Martinez, ese hijo de puta, no quería pagar y tuve que matarlo, fin de la historia. Llegue a la casa, los chicos estaban jugando Xbox y tomando cerveza, cruce la habitación y subí las escaleras, me encerré en mi cuarto y me acosté en mi cama... ¿Por qué esa perra no sale de mi mente? Ya me la folle ¿Por qué aún sigo pensando en ella? Pero dios, es tan hermosa y joder...sus labios, mierda deja de pensar en ella. Trato de dejar de pensar en ella pero la escena de ayer me atormenta, fue el mejor sexo de mi vida, nunca una chica me había prendido tan rápido...nunca una me puso tan caliente, y saber que yo fui su primera vez me arranca una sonrisa, su cuerpo es mío, aunque este con otro chico siempre recordara que yo fui el primero. Además sabe de mi puto estilo de vida...y aún sigue aquí.



Saco mi celular del bolsillo de mis pantalones...busco en mi agenda y encuentro su número, se lo saque ayer mientras dormía. Me quede mirando el teléfono como por cinco minutos...apreté llamar.

– ¿Hola? –me dijo su dulce voz a través del teléfono.

–Hola nena –le dije, mierda mi voz sonó ronca.

–Peter... –Susurro, me encanto que supiera que era yo.

– ¿Cómo estás? –le pregunte, no sabía que decirle, pero quería seguir escuchando su voz.

–Bien... ¿Y tú? –me dijo con su voz tierna, sonreí.

–Cansado...–le dije quería hacerla enojar, no sé me encanta cuando se enoja, lo sé soy un enfermo retorcido– Anoche no pude dormir mucho.

–Estúpido –me dijo, lance una carcajada.

–Solo bromeaba... –le dije y lo siguiente lo dije sin pensar– Quiero verte.

–Yo... yo también –me dijo, sonreí de felicidad, ella se quedó callada un momento – ¿Cómo tienes mi número? –pregunto intrigada, me reí.

– ¿Enserio? ¿Recién te das cuenta? –Dije riendo, esta chica era increíble –Tengo mis contactos.

–Hablo en serio –me dijo, su tono de voz era serio, volví a reír.

–Yo igual –dije con voz de niño pequeño.

–Venga dime o te cuelgo –me amenazo, reí.

–No hablas enserio –dije, no podía controlar mi risa. Luego sentí como la línea se había cortado... no puede ser ¿Me acaba de colgar? Maldita perra.

*Lali PDV*

Salí del baño y mire mi celular Diez llamadas perdidas de Peter, reí y me acosté a dormir, mañana sería un día largo.

–Lali, despierta –me dijo Euge, me restregué los ojos y me senté en la cama, joder maldito lunes.

– ¿Dónde estabas ayer? –le pregunte, esta me miro nerviosa.

–Yo... ¿Por qué te fuiste de la fiesta?, ¿Dónde estabas? –me miro acusadoramente, se sentó en mi cama, oh no...quiere explicaciones.

–Bueno yo... ¡no se vale! Te pregunte primero, respóndeme –le dije, Euge se sonrojo.

–Bueno yo... ok aquí vamos –dijo soltando un suspiro– El día de la fiesta, bueno yo comencé a bailar y un chico, muy guapo por cierto, se me acerco y me ofreció una bebida, fuimos a la barra y comenzamos a charlar, me dijo su nombre...y yo le dije el mío, y platicamos casi toda la noche, luego el me beso –me dijo emocionada, yo reí – luego me llevo a una habitación...

– ¿¡Que!? No me digas...que tú –le dije, ¿Se acostó con el chico? Oh dios santo, ella asintió y se sonrojo.

–Sí, yo me acosté con el chico, y ayer en la tarde salimos a una cita, nos arrancamos del internado –me dijo, oh dios santo.

–Oh por dios, y mierda... ¿Te gusta? –le pregunte.

–Bueno me atrae es hermoso, gustarme es un paso muy grande, apenas lo conozco.

–Pero ya se acostaron... –-le dije, Euge asintió.

–Lo dices como si hubiera perdido mi virginidad –me dijo, ahora fui yo la que se sonrojo– ¿Por qué te sonrojas?... ¡oh dios mío! ¿Qué hiciste? –me pregunto, diablos me conocía muy bien.

–N-nada –le dije nerviosa.

–Venga cuéntame, ¿Con quién sucedió? –me pregunto emocionada.

– ¿Qué? –le pregunte, haciéndome la idiota.

– ¿Con quién perdiste tú virginidad? ¿Usaron condón? –me dijo ahora preocupada, diablos esto es vergonzoso.

–Yo... –No sabía que decir.

–Venga con quien, dime –me dijo emocionada Euge.

–Con Peter... –le dije, escuche como Euge pegaba un gritito, y luego me miro confundida.

– ¿Quién es él? –Me pregunto– ¿Usaron condón? –me pregunto, yo asentí, esta suspiro de alivio

–Ah todo esto... ¿Cómo se llamaba el chico? –le pregunte, esta me miro y sonrío.

–Nico –me dijo, la mire boquiabierta.

– ¿Pelo rubio y ojos celestes? –le susurre, ella me miro confundida y luego asintió.

– ¿Cómo sabes? –me pregunto, yo negué con la cabeza.

–No...no creo que hablemos del mismo –le dije, ella asintió y se fue al baño, yo comencé a buscar mi uniforme.

A pesar de todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora