Capitulo 26

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Al mediodía hicieron que todos los de penúltimo año nos fuéramos al gimnasio por que nos anunciarían algo importante.


Me senté con Euge a mi derecha y Cande a mi izquierda, Stefano estaba a la izquierda de la china.


–Bien alumnos, ¡Silencio! –Dijo la Directora– como ya estamos a 27 de Agosto es momento de darles la noticia.

–Bueno –Comenzó de nuevo la directora– el 21 de Noviembre irán por 9 días a un campamento –dice feliz, y toda la sala aplaudió, grito y chillo de alegría, joder no...–Son como unas pequeñas vacaciones, pero sobre todo es para que compartan y como están en su penúltimo año, como ya saben en el último no tendrán tiempo para hacer cosas como estas, además de que esto es un internado... merecen pasar un tiempo al aire libre.

Y con esas palabras se fue, y todos salieron felices del gimnasio.

–Venga alégrate, te vas a divertir, además esto es perfecto para el plan. –me dice la china con una sonrisa.

****

Me tocaba física, pero no quiero entrar por que debo un trabajo así que ando de vagabunda en los pasillos.


Paso por enfrente de los baños de mujeres y escucho unos ruidos. Me acerco y abro la puerta.


Encima del lavado esta una chica castaña que no reconozco con un chico entre sus piernas. JODER que incomodo... el chico le besa el cuello y le mete la mano por debajo de la falda.


–Peter... –dice la chica en un gemido.


Espera... ¡¿Qué?!


–Mierda el condón –gruñe él, sí definitivamente era el gran hijo de puta de Peter– ¿Kate linda tienes uno?


Baboso idiota.


–No, dios Peter que bruto eres.


No sé qué me pasa cuando salgo y corro hacia mi cuarto, que no esta tan lejos, busco en los cajones de Euge y ¡bingo! Corro de nuevo hacia el baño, y como pensé; todavía están ahí.


– Peter dale... no aguanto más.


–Pero maldición, no tengo...


Me adentro y camino hacia él.


–Ten –le digo, él se sobresalta y me mira con los ojos bien abiertos, le paso el condón y camino hacia un cubículo para disimular que pasaba por ahí.


¿Por qué hice esa estupidez?


Escucho como Peter se disculpa con la tal Katherine y esta se va enfurecida, sus pasos se acercan.


– ¿Lali? –dice nervioso.


Salgo y lo miro, luego paso por su lado y me lavo mis manos.


– ¿Estás jugando conmigo, verdad? –Me pregunta.


– ¿Qué? –Me giro para mirarlo a los ojos, quería que se sintiera culpable.

–No, nada... yo iré a ocupar esto, gracias –Sostiene el condón entre sus dedos y se va.


Lali eres una completa idiota. ¿Qué pretendías dándole un condón? ¿Eh?.


Sigo caminando distraída, cuando tropiezo... maldita sea.


¿Dios, que hice en mi otra vida para merecer este karma?


–Cuidado –me dice un chico con voz ronca que me sostiene de la cintura.


Me doy media vuelta, este chico es, wow... perfecto; pelo negro, ojos azules y una sonrisa con hoyuelos.


–Eh...yo –Balbuceo nerviosa.


–Soy Pablo –Me sonríe.


–Lali –le susurro, el me mira los labios y luego los ojos.


–Eh... tú, yo, eeh gracias. –Siento como mi cara se sonroja, el chico ríe.


–No te preocupes linda.


Y con una sonrisa deslumbrante sigue su camino... ese chico Dios ¿Acaba de llamarme linda? sonrió inconscientemente y sigo mi camino.


– ¿Por qué tienes esa sonrisa estúpida en tu rostro? –Me pregunta la china cuando llegó a mi habitación .


–Eh ¿Qué? –Río tontamente.


– ¿Estas drogada?


–No... sólo, yo... no.


–Bueno... –la interrumpe el sonido de la puerta – ¡Pasen!


La puerta se habré y entran Cande y Stefano sonriendo.


– ¡Ya era hora! Vengan siéntense, crearemos el plan. Y como todo plan tiene pasos, y nuestro paso número uno es; Sacarle celos.


–Esto no va a funcionar, adiós –Comienzo a levantarme para irme.


–Tú, siéntate. Se preguntaran ¿Y cómo lo haremos? fácil. Lali escucha bien.


–Ignóralo –dice Cande – Eso lo volverá loco.


–Habla con otros chicos –dice mi mejor amiga.


–Provócalo –dice Stefano.


– ¿Y cómo lo hare?


–Tu sólo déjalo en nuestras manos- dijeron los tres al unísono con una sonrisa maliciosa.


****


– ¡Soltame! Ahh idiota, estúpido ¡déjame! –le grito, pero él me ignora, forcejeo para soltarme y alejarme de Peter, pero sus manos aprietan su agarre en mi cintura.


–Oh, perdón por joderte el ligue de esta noche –me dice irónico.


–Eres un estúpido insoportable.


–Que te hace gritar de placer, lo sé.


–Imbécil.


–Inmadura.


–Infantil.


–Fea.


– ¡Idiota! –le grito.


Nunca más, en la vida, dejaré que la china, Cande y Stefano creen un plan...

A pesar de todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora