Soportando a Jack.

12. Mensajes y gomitas de oso.

-¡Está delicioso! -me halagó mi madre saboreando un poco de mi tarta.

Sonreí con satisfacción.

Nos encontrabamos en el sofa los tres, mamá habia llegado hace unos minutos dandole un calido saludo a Aaron.

Llegó con algunas bolsas aunque no me fije que habia en ellas.

-¿Quieres un poco?-me ofreció cortando un trozo de su plato.

-Ya estoy satisfecha-dije frotandome el estomago.

Aaron se levantó comiendo su ultimo trozo.

-Buenas noches rubia-habló mi hermano cariñosamente revolviendome el pelo.-Buenas noches Má-le besó la mejilla.

-Buenas noches campeón-respondi sin prestarle tanta atencion. Despues de un buen tiempo de risas y charlas

Aaron ya tenia sueño.

Ojalá se hubiera quedado despierto un poco mas de tiempo pero tuve un punto de consideracion por su viaje.

Estaba segura que había sido agotador.

- ¡Ah! Te he comprado algunos conjuntos de ropa interior, las pillé de rebajas-comentó mi madre pasandome la bolsa.

Les di una mirada rapida, dos negros de encaje y uno crema de algodon.

-Me encantan, gracias mamá -sonrei abrazandola.

Sin ganas de levantarme del sofa, me quede alli tirada. Despues de unos minutos mi madre fue a organizar sus cosas ya que se iría dentro de unos minutos.

La iba echar de menos, por lo tanto tenía que buscar alguna manera de pasar el tiempo aparte de mi hermano.

Habiamos platicado un poco sobre el asunto de conocer a alguien.

Me habia dicho que iba a encontrarse con una chica con quien hablaba en internet. Cosa que uno de estos dias me dejaria sola cierto tiempo, pero ya planearia algo con Cam y Candace.

Pude pillar algunas pelis que no habia visto aún. Me quede mirando una de comedia hasta el primer comercial, luego apague las luces y subi con la pequeña y coqueta bolsa en la mano.

Ya con el pijama puesto me quedé leyendo un fragmentode poesía.

"Es curioso que cuando tiene que pasar resulta de cualquier manera.
Que cuando el amor se presenta
no importa el lugar,
no importan las circunstancias,
no importan las personas.
Solo pasa y no se controla"

En ese instante alguien tocó la puerta interrumpiendo mi lectura.

-¡Pasa!-grité apartando la vista del libro.

Mi madre apareció en la puerta con una gran maleta al lado de ella.

-Ya me voy Elenna-se acercó.

Sali de la cama para luego darle un gran abrazo. Estos dias serian bastante raros ya que era la primera vez que viajaba por mucho tiempo.

-Te echaré de menos-remarqué acariciando su espalda.

-Yo tambien cariño-se separo sonriendo.-Cualquier emergencia llamenme, tomare el primer
vuelo-ordenó preocupada.

-Vale no te preocupes-asentí.

La acompañe afuera esperando el taxi, cuando finalmente llegó me despedi con un beso en la mejilla.

Subi a trompicones la escalera y me tiré de un salto en la cama.