23. Confesiones.

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Me quedé colgada por un par de segundos sin despegar mis ojos de los suyos, no podía con ellos. Eran hipnotizantes tanto que me daba miedo en que se volvieran una total amenaza, no quería caer, no tenía que caer.

Pero lo estaba sintiendo.

—Es tarde—me separé volviendo a mi lugar antes de perder la razón, tratando de evitar el huracán que se estaba formando dentro mio.

—¿Y qué con eso?—lo ignoré dándole la espalda y cerré los ojos.

¿En serio pretendes dormir Elenna?

—Tengo sueño y quiero dormir—contesté sin paciencia, era mentira era una completa mentira pero no quería arriesgarme.

—Estás lejos—lo oí y mi corazón se encogió.

—Estoy a centímetros de ti—respondí sonriendo con total libertad.

—No es suficiente—espetó sin filtros, me quede callada por unos segundos.

—Tenemos que dormir—remarqué tapándome mas con las sabanas creando una barrera entre su cuerpo y el mio.

Al no recibir respuesta de su parte suspire dispuesta a desconectarme de todo.

Pero mi cerebro termino concentrandose en su respiración, haciendo que mi tranquilidad que usualmente adquiría al cerrar los ojos esta vez desapareciera por completo.

Solo relájate Elenna.

En cuanto mi cuerpo comenzó a relajarse sus manos colándose debajo de mi camiseta acercándome a él hicieron que mis sentidos sufrieran una total alteración denuevo, me mordí el labio tratando de contenerme.

Trate de no alterarme aunque mi corazon parecia estar corriendo una maraton de lo rapido que iba. Su respiración chocaba en mi cuello y mis ganas de mandarlo todo a la mierda se aumentaban cada vez más.

—¿En serio piensas dormir?—me susurro en el oído, eso había sido malvado.

Sabía mis puntos débiles.

—Es lo que los mortales hacemos cuando es de noche —exclamé, una risilla provino de su parte.

Me di media vuelta con ganas de mirarle. Sus ojos estaban cerrados pero los abrio en cuanto estuve frente a él.

—Pero si tu te estas
por dormir —pellizqué su mejilla y el rió desganado. Sus ojos se achinaron más de lo normal.

—Sigo despierto y con la mente en el juego Cars, no te creas—expresó de forma burlona, hice una mueca.

—Aguantaré hasta el ultimo minuto-se puso serio esta vez, sus ojos clavados en mí—No quiero perderme esto-agregó esta vez.

—¿Esto?—pregunté sin pensarlo dos veces, tenía unas ganas tremendas de adentrarme en sus pensamientos, quería saber lo que sentía. Quería saber si sentía.

—Ya sabes...— balbuceo mirando para otro lado, di un suspiro.

—No, no lo sé —negué tratando de no colapsar, Jack era un maldito acertijo cada vez que se lo proponía.

—¿En serio me harás decirlo en voz alta?—salió esta vez haciendo una mueca desganada, yo asentí con una sonrisa maliciosa.

—Tú, aquí conmigo—comenzó llevando su mano a mi mejilla acariciandola levemente, cerré mis ojos—Como si no ocurriera nada, como si todo estuviera bien—susurró esta vez, sus palabras se adentraron en mi causándome un sin fin de sensaciones dentro mío.

Soportando a Jack. Where stories live. Discover now