14.Entre amor y un poco de paz.

6.9K 289 33
                                    

Su pregunta me atrapo desprevenida, en realidad me había descolocado un poco. Y para mi mala suerte mis nervios fueron bastante notorios como para responder un rotundo "no" o cualquier otra respuesta nula.

Pero la manera en la que había pasado justificaba mi reacción y sobre todo mi ataque de nervios.

¿Quien en su sano juicio esperaría un beso en medio de una discusión?

Carraspee antes de hablar fijándome en su rostro, seguía con su sonrisita pícara y burlona. Algo me decía que cualquier respuesta emitida no le iba a ser suficiente para dejar el tema libre durante estos días.

-¿Y tu que crees? cualquier beso recibido de esa forma tan inesperada me alteraría Jack-respondí tragando duro-Esto no tenía que haber pasado, definitivamente no.-suspire batiéndome el pelo, camine de un extremo a otro observando vagamente las calles, algún que otro coche pasaba a una velocidad rápida sin darnos la más mínima importancia.

El ambiente se encontraba silencioso, hasta se podría decir que medio vecindario fue víctima de nuestra estúpida discusión.

-No tuve otra opción-se limitó a decir después de unos segundos.

Reí tontamente sin poder creer lo que había oído.

-¿Otra opción? ¡Habían millones de opciones antes de plantarme un maldito beso!-eleve la voz histérica.

-De no haber hecho eso iba a reaccionar mal, estaba muy acelerado necesitaba hacer algo que me tranquilizara-justificó caminando hacia el coche, suspiro profundo y se sentó en el capot delantero tapándose el rostro. -¡Igual fue solo un jodido beso Elenna, por Dios!-exclamó irritado.

En parte tenía razón, tal vez lo había dramatizado un poco.

Pero no iba admitirlo tan rápido.

-¡Ni siquiera tuve ganas de hacerlo!- añadió mientras que jugaba con su encendedor sin prestarme atención.

-Ya entendí Jack-musité sin ganas de seguir escuchándolo. En cuanto pronuncié esas palabras sus ojos cayeron en mi.

-Repito tendré que llevarte a casa, esta zona es peligrosa-anticipo frotándose la frente.

Ni de coña volvería con él después de todo lo que había ocurrido.

-Llamaré a mi hermano-trate de sonar lo más dura posible mientras que buscaba en mi agenda su número.

El chasqueó la lengua mientras encendía otro cigarrillo, revolee los ojos.

-Haz lo que se te dé la gana, no estaré insistiendo como un gilipollas-soltó con un toque de amargura.

Inhale profundo, ya era hora de volver a casa.

Lunes.

-¡Elenna despierta, recuerda que el instituto sigue existiendo!-a lo lejos escuche la voz de Aaron.

Gruñí debajo de mi mantita sin las más mínimas ganas de salir de la cama.

Luego del largo sábado que mayormente lo había ocupado con el arrogante e idiota de Jack había llegado a casa con unas ganas inmensas de dormir como mínimo cien años. Y el domingo no me había sido suficiente.

Soportando a Jack. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora