Capitulo 5

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Les avisé a los chicos que se detuvieran, abrí esa ventanita y bajé, me acerqué a ella y la desamarré, tenía la esperanza de que al sentir que la había tocado me daría una paliza, pero no, ella no reaccionó. La cargué y la subí por aquella ventanita y mis amigos la recibieron, sería muy difícil ahora seguir el paso con ella inconsciente. Yo subí y seguimos.

Por favor, aguanta Alessia.

Después encontramos a Teresa, estaba con unos médicos y ella recostada en una camilla, pero consciente. No lo dudé y baje amenacé a los médicos y me llevé a Teresa, ellos avisaron a los guardias, los chicos bajaron junto con Alessia, rompimos ventanas, todo lo que encontramos a nuestro camino, pude conseguir un arma. Salimos por una puerta, forzándola. Era de noche y estábamos en el desierto, corrimos todo lo que pudimos, ya no nos estaban persiguiendo, encontramos un lugar que estaba un poco tapado por la arena, entramos.

—¿Qué es este lugar? —preguntó Minho.

Encontramos un generador y lo encendimos, se prendieron todas las luces.
En eso, veo que unas cosas que parecían personas comenzaron a perseguirnos, eran muy rápidos, pero al final pudimos con ellos, agradecí tener esa arma.
Después de que las cosas calmaron, Sartén y Minho acostaron a Alessia en una cama que había, todavía estaba sangrando.

—Tienen que ir a buscar medicinas, esto parece un centro comercial, algo tienen que encontrar, ropa y toallas y comida —dije—. Yo me voy a quedar con Alessia.

Ella en serio estaba mal, esperaba que despierte. Después los chicos me trajeron un poco de ropa, para cuando ella despierte se cambie, unas toallas, alcohol y algodón. Les dije que fueran a buscar cosas para dormir y demás, mientras yo la curaba, todos se fueron. Teresa estaba alejada en un rincón, estaba rara desde que escapamos. Me concentré en curar a Alessia. Cuando ya había terminado, me quedé ahí a su lado sentado, esperando a que despertara pero no y me quedé dormido.

—Oye, oye —dijo una voz—. Thomas, despierta.

Me desperté era de madrugada, todos estaban ya durmiendo. Esa voz era la de Alessia, había despertado y me había quedado dormido sobre su estómago.

—¡Despertaste! —observé, feliz.

—Sí, gracias, de verdad Thomas, por salvarme —agradeció y sus mejillas se tornaron algo rosadas.

—No me iba a ir sin ti.

Ella comenzó a llorar, lo cual me dio ganas de abrazarla, pero no lo hice.

—Dime lo que te hicieron esos malditos —dije pasando mi brazo detrás de sus hombros.

—Ellos sabían que yo no pertenecía ahí Thomas, siempre lo supieron —comentó ya tranquilizándose—. Me interrogaron preguntándome dónde están los míos, pero yo no lo sabía Thomas, ¡no lo sabía! —dijo sollozando.

—Tranquila, ya no te harán nada —aseguré abrazándola.

—Auch. Mi mejilla me duele.

—Sí, lo tienes un poco morado —dije mientras lo tocaba.

ALESSIA

Thomas se está acercando a mí, mucho... nuestras narices casi rozaban. Me sonrojé.

—Thomas —lo interrumpí—. Tengo hambre.

¿En serio? ¿Fue lo mejor que se me ocurrió?

—Está bien, iré a ver qué dejaron los chicos —dijo y se fue.

Qué tonta soy. Más tarde vino Thomas, con unas galletas.

—Fue lo mejor que pude conseguir —comentó con una sonrisa

—Gracias —agradecí y tomé una galleta.

Al terminar, Thomas me mostró ropa, que me habían traído sus amigos, era una remera y unos shorts, ya que mi ropa estaba con sangre.

—¿Dónde me puedo cambiar? —pregunté, tomando la ropa.

—Creo que por allá hay baños —respondió y señaló a lo lejos donde estaba un poco oscuro, lo cual e daba un poco de miedo.

—¿Me puedes acompañar? —Me miró, creo que se sonrojó un poco y asintió.

Caminamos hacia aquella dirección y encontramos carteles que señalaban baño de hombres y de mujeres, obviamente entré al de mujeres, Thomas entró conmigo, y entré a uno de los baños, me cambié y salí.

—Te ves bien —me dijo Thomas alzando los pulgares.

Salimos y volvimos a la que era mi cama, era grande. Miré alrededor y no había más camas, estaban ocupadas por el resto de nuestros amigos.

—Si quieres... puedes dormir conmigo —le dije, aunque no estaba muy segura de lo que le estaba proponiendo.

—¿Segura? —preguntó levantando ambas cejas.

Lo pensé unos segundos.

—Sí —respondí mientras me acostaba.

Thomas asintió y se acostó al lado mío. Estábamos enfrentados cara a cara, nos mirábamos, hasta que yo decidí cerrar los ojos. Y así me dormí.

El Laberinto  {The Maze Runner FanFic}  #1 (Los Inmunes)Where stories live. Discover now