Capítulo 37

217 16 10
                                    

Me desperté empapado en sudor y algunas personas a estaban caminando por los alrededores, mis amigos aún estaban dormidos. De a poco, me fui incorporando, pero de repente, alguien me tapa la boca, intenté sacarlo, patearlo, lo que sea, pero nada sirvió, me pusieron algo blanco en la cara y fui cerrando mis ojos y dejando de forcejear.

Me desperté en una especie de camilla. Abrí y cerré mis ojos para acostumbrarme a la luz, era como un hospital, o eso aparentaba. Dos cortinas estaban a ambos lados y en frente mío, solo podía ver la pared blanca con un cuadro de un bosque.

Unos pasos se acercaban. Cerré los ojos.

—¿Ya se lo han sacado a todos? —dijo una voz femenina.

—Sí. Solo queda Thomas —respondió una voz masculina.

Apreté mis labios.

—Abre los ojos Thomas, sabemos que estás despierto —dijo la voz femenina.

Abrí los ojos con lentitud.

—¿Quiénes son ustedes? —pregunté.

Era una mujer de tez morena con rastas acomodadas en una cola de caballo y un hombre con el cabello castaño, algo canoso y ambos llevaban el mismo uniforme de color blanco.

La mujer me sonrió.

—Thomas, él te ayudará. —Señaló a su compañero—. Él te sacará ese chip.

Asentí con lentitud.

El hombre se acercó, no me había dado cuenta que a mi lado, también había una bandeja repleta de artefactos filosos.

El hombre tomó uno de los artefactos e intentó tomar mi cuello, pero y lo esquivé y me levanté de la camilla, intenté tomar algo de la bandeja, pero él tomó mis dos brazos con mucha fuerza.

—¡Rápido, Carter! —gritó.

La mujer llegó rápidamente y me inyectó algo que me dejó inconsciente.

Cuando desperté, las cortinas estaban descorridas y a mi lado pude ver a Minho y a otra chica que no reconocía.

Me senté con pesadez. Me dolía todo el cuerpo, pero a la vez se sentía algo ligero, como si me hubieran sacado un peso de encima. Me toqué el cuello, ardía ligeramente.

Me levanté y me tambaleé. Me pregunto cuántos días estuve aquí.

Me acerqué a Minho. Se veía completamente tranquilo. Toqué su brazo y al instante se despertó respirando entrecortadamente. Me miró con el ceño fruncido mientras se tranquilizaba.

—Tuve el sueño más loco amigo, soñé que intentaban cortarme el cuello y yo le daba una buena paliza al bastardo. Y era como una especie de... —Miró el lugar, confundido—. Hospital...

Se tocó el cuello y arrugó la nariz.

—No fue un sueño, ¿verdad? —preguntó y negué con la cabeza—. Bueno, creo que él me dio una paliza a mí.

Reímos. El lugar hacía un poco de eco. Minho miró hacia la chica.

—¿Quién es? —preguntó.

Me encogí de hombros y negué con la cabeza.

Minho intentó levantarse, pero en cuanto lo hizo, cayó de espaldas.

—Auch —se quejó—. Siento como si hubiese bebido demasiado.

Negué con diversión y lo ayudé a levantarse. Ambos nos acercamos hacia la chica. Tenía el cabello pelirrojo casi naranja con algunas ondulaciones y tenía varias pecas en sus mejillas.

Minho hizo una mueca.

—¿Qué crees que le haya pasado? —preguntó.

La miré con atención.

—No lo sé.

Antes de que él volviera a hablar Jorge apareció por las puertas que estaban al final del pasillo.

—¡Chicos! Me alegro de que ya estén despiertos —dijo y puso una mano sobre nuestros hombros.

Fruncí el ceño.

—¿Por qué nos han traído a la fuerza? Podríamos haber venido por voluntad propia —comenté.

Jorge asintió dándome la razón.

—No era la primera vez que hacían algo como esto, ellos sabían que esa cosa que tenían intentaría defenderse, así que lo mejor era traerlos inconscientes —respondió.

Minho estuvo de acuerdo.

—Bien —dijo Jorge y comenzó a caminar hacia las puertas—. Es hora de irnos muchachos, tenemos una guerra que planear.

Ambos lo seguimos. Estábamos realmente en una especie de hospital, había toda clase de ese tipo de artefactos.

—Este era un cuartel abandonado de CRUEL —comentó Jorge mientras caminábamos.

Una vez que salmos de allí, un coche nos esperaba con algunos guardias de Vince. Nos subimos y volvimos de nuevo con el resto.

Cuando abrieron las puertas allí estaban Vince, Alexia, Dallas y ¿Austin?

Apreté mis puños.

Alexia sonrió y vino corriendo hacia nosotros y nos abrazó. Le devolvimos el abrazo.

—Me alegra de que ya estén bien —dijo cuando nos separamos y entró de nuevo.

Miré a Austin. Estaba distinto, quizás, parecía algo más maduro que antes. Su cabello estaba enmarañado y tenía una cicatriz que le llegaba desde el mentón hasta un lado del cuello.

Todos entramos y nos saludamos.

—Muy bien. Acompáñenme, ya están listos para saber el plan —comentó Vince y se dirigió nuevamente hacia el gran edificio.

Austin se acercó a mí.

—Hola, Thomas. Ha pasado tiempo, ¿verdad? —comentó e hizo una pequeña risa amarga.

Asentí.

—¿Dónde has estado? No te había visto —pregunté con cierto interés.

Él me miró de reojo, pero de todos modos respondió.

—Solo te diré que escapé a tiempo —escupió y se alejó.

Sentí un gusto amargo en la boca.

Vi a Brenda junto con unas niñas, lavando ropa. Al verme sonrió, se acercó y me abrazó muy fuerte.

—Sabía que todo iría bien —dijo con una sonrisa.

Asentí con una mueca. Luego entramos en el edificio y volvimos al último piso, allí ya estaba Gally esperándonos.

Vince repasó el plan y dijo que nuestra parte era la más importante, sobretodo para salvar a Alessia. Y lo mejor del plan, era que Austin también iría con nosotros. Aunque ahora mismo no tengo ningún tipo de resentimiento contra él. Lo miré. Se notaba que en verdad había sufrido, sea lo que sea que le haya pasado.


El Laberinto  {The Maze Runner FanFic}  #1 (Los Inmunes)Where stories live. Discover now