El Laberinto {The Maze Runner FanFic} #1 (Los Inmunes)

Capítulo 34

Thomas

No pude contarles mi plan, ya que Jorge me calló de repente, todos lo miraron confusos.

—Hay algo que aún no les he dicho—comentó despacio—. CRUEL no está completamente fuera de su alcance. Ellos... pueden controlarlos.

Alexia abrió los ojos completamente asustada y miró a Newt con miedo, él le acarició la espalda y le dijo que todo estaría bien.

Yo no estoy seguro de nada a estas alturas, todo es confuso.

Siempre hay secretos, y cuando ya crees saberlos todos, aparecen más y más.

—No es posible... —dije aguantando la respiración.

Brenda tomó mi mano y la apretó.

—Ahora viene lo más complicado... —anunció y suspiró—. Cuando eran niños y los reclutaron para los cuarteles de CRUEL, les pusieron un chip a todos para poder controlarlos. Por eso no quería que fueras a buscar a Alessia, podrían estar utilizándote...

Sentí como si me hubieran dado una patada en el estómago.

—¿Cómo es que no lo sabíamos? —dije en un susurro.

Brenda me miró con compasión.

—También pueden controlar sus decisiones —comentó Jorge y evitó mis ojos llenos de odio.

Brenda me soltó la mano y yo las apreté con fuerza para formar puños.

—¿Cómo nos sacamos estas malditas cosas? —preguntó Minho.

Jorge hizo una mueca. Brenda asintió enérgicamente cuando la miró.

—Conozco a alguien que puede ayudarnos con eso. Pero está en Denver —respondió y los miró a todos.

Luego todos posamos nuestra mirada en Newt.

Alexia lo miró aterrada.

—¡No! ¡No lo harás! No seas imbécil —le gritó y comenzó a pegarle hasta el agotamiento.

Newt hizo una mueca y la miró directamente a los ojos.

—Es lo que hay que hacer, Alexia. —Intentó acariciar su mejilla pero ella lo apartó—. ¡Yo no soy inmune! Ya no pueden hacer nada por mí, no pueden salvarme —dijo y sus ojos se cristalizaron.

Alexia se apartó, dolida. Comenzó a llorar en silencio frente a él.

Newt se acercó con las lágrimes cayéndole también a él y tomó sus mejllas.

—Tú puedes salvarte, quiero que lo hagas. —Limpió con sus dedos las mejillas de Alexia—. Y mientras lo haces, quiero que estés lo más lejos posible de mí. Lo peor que me podría pasar además de no ser inmune es perderte, y por mi culpa.

Alexia comenzó a sollozar.

Yo también estaba dolido. Sabía que no podía hacer nada.

—Yo... yo me quedaré contigo, todo el tiempo que pueda. Todo lo que nos queda —dijo Alexia con un hilo de voz.

Ya no podía con esta situación.

Me senté en el suelo.

—¡Por Dios  no! Solo escúchame, Alexia. Por favor —dijo y avanzó un paso hacia ella para tranquilizarla—. Debes salvar a tu hermana, tienes que hacerlo. A mí ya no me queda nada, pero tú tienes tu oportunidad y debes aprovecharla. No pierdas tiempo conmigo. Por favor, por favor.

Alexia lo empujó algo enojada.

—¡Claro que tienes a alguien! Me tienes a mí —dijo y lo miró a los ojos.