Capítulo 10

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—Tengo que hablar contigo...— Murmuró Foxy, para que solamente ella lo escuchase. Hablaba con un tono serio, lo que hizo que Mangle se pusiera nerviosa. No quería alzar la vista.

—Venga Foxy, vuelve a tu puesto, la pizzería abrirá en unos escasos minutos...— Les interrumpió Freddy. Foxy lo miró y después a Mangle, soltó su brazo, raramente lo hizo despacio, sin brusquedad.

—Lo hablaremos en mi cueva...— Prosiguió el zorro, para después marcharse de allí, yéndose a su cueva. Mangle lo miró irse y después entró a la sala de reparaciones.

Puppet miró a Toy Freddy y después entró dentro también, cerrando la puerta tras él.

Mangle se sentó en el suelo de la sala, apoyando la pared en la espalda. Se rodeó las piernas con los brazos, pensando en lo que le dijo Foxy. Temía por que le echase la bronca o cualquier cosa.

Foxy volvió a su cueva. Quizá había hablado demasiado borde con Mangle, pero le había salido así sin más. Él también volvió a su cueva pensando en Mangle.

Minutos después, la pizzería abrió, llenándose el local de niños alegres que corrían por todas partes para ver a sus animatrónicos favoritos... Además de que, esta vez, eran más animatrónicos, y aquello los hacía más felices.

Freddy, Bonnie, Chica, Toy Freddy, Toy Bonnie y Toy Chica actuaban para los niños, además de que las dos rubias repartían pizza en las mesas para los pequeños niños.

El Capitán Foxy actuaba para los niños valientes, contándoles historias de piratas, de nuevo con mucha fantasía, cosa que siempre encantaba a los niños, incluso a veces interactuaba con los niños, haciendo que ellos le diesen ideas e incluyendo aquellas ideas en la historia.

Un niño, el más pequeño, que estaba entre los niños que veían al Capitán Foxy, temía las historias y, además, a los animatrónicos, lo que hizo que se pusiera a llorar, buscando algún lugar donde no hubiesen animatrónicos, aunque estaban por toda la pizzería.

Mangle era un robot que cuidaba a los niños y jugaba con ellos, por lo tanto, al escuchar un llanto de un niño a lo lejos hizo que se tensara y se pusiera nerviosa. Ella miraba a sus dos amigos que estaban también en la sala y después miraba hacia la puerta, refiriéndose al llanto que se escuchaba débilmente. Puppet negó con la cabeza.

Si salía, podía liarla. Bastante.

La pelirrosa agachó las orejas para evitar escuchar el llanto y se abrazó a si misma, escondiendo el rostro entre las piernas. No quería seguir escuchando aquel lloriqueo del niño, pues sino debería salir para ayudarlo.

Se podría decir que Mangle les tenía demasiado cariño a los niños.

Puppet miró a la pelirrosa y después rodó los ojos, tras negar con la cabeza.

Foxy, al ver que un niño lloraba, agachó un poco las orejas. A ninguno de los animatrónicos les gustaba que un niño llorase. Les sentaba mal. Fue a dar un paso para salir de la cueva, pero vio a lo lejos a una madre que se acercaba rápidamente al pequeño niño, que lloraba mirando a los animatrónicos con temor. El niño se abrazó a la mujer, que seguramente sería su madre, y ella lo calmó poco a poco. Un don que tenían todas las madres con sus hijos, siempre conseguían calmarlos.

El llanto se fue disminuyendo poco a poco, lo que hizo que Mangle se tranquilizara y mirase hacia la puerta de nuevo. Foxy sacudió la cabeza, miró hacia los niños que estaban rodeando su cueva y sonrió un poco, para no levantar unas pequeñas sospechas o cualquier cosa. Para después seguir contando la historia de piratas que había comenzando.

En la pizzería, después del pequeño incidente con el niño con miedo, volvió la calma, y con ello, la tranquilidad de los animatrónicos, para que pudiesen seguir actuando sin problema alguno.

A los niños les encantaban los nuevos animatrónicos Toy. Aunque quizá era demasiado excesivo que hubiesen tantos animatrónicos en el mismo puesto, además de la cueva pirata y, próximamente, tres puestos más donde estarían Puppet, Balloon Boy y Mangle.

[...]

Las horas fueron pasando, algo más rápidas para los niños, algo más lentas para los animatrónicos.

Los animatrónicos que estaban en sus puestos, a cierta hora, cuando los padres estaban recogiendo y llevándose a los niños para irse, simularon apagarse, como siempre hacían a la misma hora.

La pizzería, en largos minutos, quedó vacía. Sin nadie. Solamente los animatrónicos y, próximamente, el guardia. El cual llegaría unas horas más tarde.

Foxy, que ahora podría estar tranquilo un rato, cerró las cortinas de su cueva y, como siempre hacía, se encerró allí, para que nadie le molestase.

Puppet abrió la puerta para que Mangle y Balloon Boy salieran, y los dos salieron para ir al escenario con los demás.

Los animatrónicos que habían actuado se sentaron en las sillas de las mesas que estaban frente a ellos. Por fin tenían un rato de descanso.

Mangle fue rápidamente a ver a Toy Bonnie, para preguntarle muchas cosas.

—¡Toy Bonnie!— Chilló la pelirrosa, acercándose rápidamente a él y abrazándolo con fuerza. El conejos Toy la abrazó también, no se esperaba tanto entusiasmo.— ¿¡Cómo ha sido!? ¿¡habían muchos niños!? ¿¡Han jugado mucho!? ¡Tengo muchas ganas de actuar yo también!— Volvió a gritar, esta vez más bajo.

Toy Bonnie soltó una carcajada al oír las preguntas de su amiga. Puso las manos sobre sus hombros para tranquilizarla, cosa que no funcionaba.

—Tranquila, Mangle...— Comenzó a decir Toy Bonnie.— Hm... Ha sido divertido...— Se llevó una mano al mentón, recordando las preguntas.— Sí, han habido muuuchos niños...— Prosiguió sonriente.

—¡Debe ser genial...!

—Y lo ha sido— Asintió, sin borrar la sonrisa del rostro.

Mangle se llevó la mano a la frente, y dramatizó como si se desmayara. Obviamente Toy Bonnie la cogió rodeando su cintura con los brazos, inclinándose un poco hacia ella. Mangle abrió un poco, le tocó la punta de la nariz con el dedo índice y después soltó una leve risilla, moviendo levemente las orejas a su vez.

Foxy, en su cueva, solamente había escuchado los gritos que había pegado su modelo Toy, lo que le hizo suspirar. Supuestamente había quedado con ella en su cueva... Aunque no cuando. Se levantó de la cama despacio, para después salir de la cueva. Caminó por el pasillo, mirando los dibujos que habían colgados, hasta finalmente llegar a la ‘sala principal’, donde estaban todos los animatrónicos. Abrió los ojos al ver una escena que no se esperaba en ningún momento.

—Pero qué...

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Hey, este capítulo es algo aburrido, but es lo que hay (?) Nah es broma <3. Aquí siempre habrá salseo e.e
Nos vemos en el próximo capítulo.~

P.D: Me hace ilusión que votéis y comentéis, sólo os pido eso. <3

Mangled Girl [Foxangle]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora