Capítulo 16

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La cuestión más importante era; ¿A ella le gustaba Toy Bonnie?

La cabeza de Mangle estaba a punto de explotar de tantas cosas que pensaba. Por una parte, era su mejor amigo y no quería perder su amistad; pero por otra, era el único que la había apoyado en todo.

Sacudió levemente la cabeza, intentando no pensar más en el tema y miró una vez más su cueva a medio montar. Una leve sonrisa se formó en sus labios. Actuaría. Lo había decidido.

Volvió al escenario, donde todos estaban. Menos Foxy, que se había quedado en su cueva. La animatrónica seguía con un leve sonrojo en las mejillas.

—Y-Yo me iré a dormir... Buenas noches a todos— Se despidió la pelirrosa, moviendo un poco la mano en señal de despedida y volviendo por donde había ido. Los demás se despidieron de ella.

Nada más entrar a la Pirate Cove, pudo ver la espalda y la roja cabellera del capitán. Estaba sentado en la cama, dándole la espalda a las cortinas. Jugueteaba con su garfio, pensando en cualquier cosa que no fuera ninguno de los modelos Toy... Pero su modelo Toy siempre le rondaba la cabeza.

—¿Capitán?— Preguntó la chica, intentando llamar la atención del mayor, el cual la ignoraba. El capitán se había puesto tenso solo de escuchar la voz de la pelirrosa.— ¿Capitán...? ¿Te encuentras bien...?— Preguntó de nuevo, ya un poco más preocupada por él.

No. El capitán no se encontraba bien. Se encontraba... Decepcionado. La única persona que le había marcado más en solo unos días, seguramente lo dejaría de lado.

—Me voy a dormir— Dijo él serio, levantándose de la cama y acercándose al sofá para tumbarse ahí.

Ella sacudió un poco la cabeza y pestañeó un par de veces. Se levantó rápidamente y se sentó ella en el pequeño sofá de cuero. Justo él se paró delante de ella, arqueando una ceja por su gesto.

—No. Yo ya dormiré aquí. No me... No me importa— Dijo la chica, alzando un poco la cabeza para mirarlo a los ojos.

—Apártate de ahí ahora mismo, Mangle. No quiero discutir— Respondió el zorro bastante serio. Ella no se movió del sitio.— ¡He dicho que te apartes!— Exclamó, perdiendo los nervios.

—No quiero— Respondió la chica, desviando la mirada unos segundos. Para cabezota, ella.

—¡Maldita zorra!— Los nervios lo habían comido por dentro, así que el ‹zorra› había sonado en el mal sentido, como si fuese un insulto, cuando solamente se refería al sentido de que era un zorro, pero en animatrónico y mujer.

Mangle simplemente agachó la cabeza. Era la cueva del zorro y no iba a quitarle su puesto. Lo miró de reojo y se tumbó en el sofá, dándole la espalda para no mirarlo y agachando las orejas para no escucharlo.

Foxy se sorprendió bastante al ver los gestos que hacía la contraria. Apretó el puño y la mandíbula, intentando calmarse. Se acercó a la cama y se tumbó sobre esta, refunfuñando.

Ambos volvían a estar en un punto muerto en su relación de amistad. Ninguno daría su brazo a torcer para caerle mejor al otro. Pero la chica no soportaba llevarse mal con nadie, así que intentaría solucionar las cosas con el pirata lo antes posible.

Toda la pizzería quedó en absoluto silencio, pues todos los animatrónicos se marcharon a dormir. Les esperaría un día largo.

[...]

A la mañana siguiente, la rubia y su modelo Toy comenzaron a llamar a todos los de la pizzería para que se fuesen preparando para sus actuaciones. Al parecer estas dos habían empezado con buen pie... Por ahora.

Toy Bonnie corrió a la Pirate Cove para ir a buscar a la animatrónica, pero alguien retorcería sus planes.

El capitán Foxy ya estaba despierto y se estaba preparando para su actuación: un sombrero pirata, un parche en un ojo (que por el momento no lo llevaba puesto) y la gabardina negra. En cambio, Mangle seguía dormida, acurrucada en el sofá. Su compañero de cueva, nada más despertar, había procurado que no pasase frío de mientras, para que así pudiese dormir a gusto los últimos minutos que le quedaban antes de despertar. 

Una vez Toy Bonnie puso un pie en la cueva, la mirada del capitán se posó sobre él, desafiante. Su ceño estaba levemente fruncido y, cual capitán de verdad con garfio en vez de mano, se pasaba un pequeño pañuelo por el hierro que hacía de mano, dejando este como los chorros del oro.

 —No tienes una invitación para entrar aquí, que yo sepa— Comentó el pelirrojo, relajando su expresión por una mueca de seriedad.

  —Tuya no, de ella sí— Se defendió el peliazul, entrando dentro de la cueva como si nada.

El zorro lo siguió con la mirada, mirando como entraba tan tranquilo y se acercaba a la chica. Contuvo la respiración unos segundos y, cuando el contrario estaba a apenas medio metro de la animatrónica que descansaba sobre el oscuro cuero del sofá, enganchó el garfio en el cuello de su camisa, tirando de él hacia sí mismo.

—Esta es mí cueva, aquí las normas las pongo yo— Respondió el pelirrojo en un gruñido. Todavía con el garfio en el cuello de su camisa caminó hacia la entrada de la cueva, desenganchó el garfio y le pegó un pequeño empujón.

Toy Bonnie se tropezó con el pequeño escalón que daba paso a la cueva. Cierto era que no podía replicarle, pues no era ni su cueva ni la de su mejor amiga. Apretó los puños a cada lado de su cuerpo, cerrando los ojos unos segundos, para después suspirar y volver al escenario. Foxy, parado en la pequeña entrada de la cueva, sonrió satisfecho al ver como el conejo se marchaba. Volvió dentro de la cueva, pudiendo ver como la pelirrosa estaba sentada en el sofá, frotándose levemente los ojos con el dorso de la mano. 

  —Buenos días... —Dijo ella, con la voz adormilada. Aunque guardó silencio al recordar la pequeña discusión que habían tenido esa noche y, sin decir nada más, se levantó y salió de la cueva, en dirección al escenario.

Él la miró salir y agachó las orejas, siquiera le había dado tiempo a preguntarle si había dormido bien o no, pero con la cara de cansancio que tenía ella suponía que no.

  —Agh... Se lo dije... —Se murmuró a sí mismo, pellizcándose el puente de la nariz para intentar no perder los estribos. A él no le importaba para nada dormir en el sofá, y más sabiendo que serían solo unos días y por ella.

Empezaba a preocuparse por ella, siendo inconsciente de sus actos.

Debía aprender a tener algo más de cariño para darle a los demás.

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Ya, ya sé, soy una horrible persona por no actualizar antes. ¡Pero la pereza me supera!

Feliz año nuevo a todos/as. Que tengáis un buen año. 💕

Nos vemos en el siguiente capítulo.

Mangled Girl [Foxangle]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum