Capítulo 20

5K 315 294
                                    

—No es un tema muy adecuado para hablar en la mesa— Dijo una voz a las espaldas de los Toy.

Los cuatro nuevos modelos se giraron para ver al dueño de susodicha voz.

Frente a ellos se encontraba otro oso, esta vez rubio y un poco más alto que Freddy. Llevaba un traje (o mejor dicho, un chaleco) dorado sin mangas, el cual dejaba ver la camisa negra que llevaba debajo. Sus ojos eran negros; sin embargo, sus iris junto a las pupilas eran blancas. De sus orejas (también doradas) de oso, salían dos o tres cables rojos o azules, dándole así el toque de descuidado. A pesar de su aspecto desaliñado, tenía su atractivo.

—¡Golden!— Exclamó Chica, alzando una mano y moviéndola en forma de saludo.— Ven, siéntate con nosotros.

El oso dorado repasó las cuatro miradas curiosas de los Toy antes de encaminarse hacia la silla vacía. No había tenido la oportunidad de conocerlos, así que no sabía quiénes eran.

—¿Y quiénes son nuestros invitados?— Le preguntó el oso a Freddy antes de tomar asiento y mirar a los nuevos animatrónicos.— No se me ha informado de tal llegada.

—Son los Toy. Son... Nosotros pero remodelados— Comenzó a decir el oso.— Son Toy Freddy, Toy Chica, Toy Bonnie, y Toy Foxy— Prosiguió el oso, mirando a su amigo rubio.

—Mangle— Corrigió rápidamente la pelirrosa llamando la atención de todos los presentes, incluso del oso rubio. Ella no es que estuviese muy contenta de que alguien se hubiera sentado en el sitio donde su original debía estar. Sí, se enfadaba por cosas muy tontas.

—Permitan que me presente; soy Golden Freddy, uno de los más antiguos de la cadena de pizzerías— Se presentó el dorado.— No estoy activo, pero mis compañeros hacen un gran trabajo, y junto a vosotros, seguro que mejor todavía— Prosiguió, con una sonrisa ladina en los labios.

—No sabía que podían haber más animatrónicos además de vosotros— Dijo esta vez Toy Bonnie, mirando a los antiguos.

—No os parecéis mucho— Comentó Golden mirándolos uno a uno, ignorando totalmente el comentario del conejo peliazul. Su mirada se posó en Mangle, la cual tenía en frente.— Sobretodo tú. Toy Foxy, ¿verdad?— Se le escapó una pequeña risa. Jamás habría visto al Capitán de una forma tan... femenina.— Perdona, Foxy es tan masculino que no me lo habría imaginado con su copia en mujer— Se disculpó por la risa que se le había escapado.

Golden Freddy, al ser uno de los más antiguos animatrónicos, tenía muy buenos modales al igual que la palabrería. Era uno de esos toques que lo hacían diferente.

—En realidad, me gusta más que me llamen Mangle— Le respondió la animatrónica, cruzando ambos brazos. Realmente le agradaba más su apodo, y no era porque (literalmente) estuviera destrozada.— No entiendo porqué tanto alboroto con el cambio de género... Me diseñaron siguiendo su modelo, no quiere decir que tenga las mismas funciones que él— Su tono era algo molesto, aunque no precisamente por hablar del zorro pelirrojo.

—Mis disculpas, señorita. No pretendía alarmarla— Volvió a disculparse el oso dorado, con un tono completamente relajado y los brazos cruzados sobre la mesa.

Mangle se quedó en silencio unos segundos, mirando al rubio de reojo. Asintió ante sus disculpas y sonrió levemente, para darle a entender que no estaba enfadada por aquello. No por el nombre, pero sí por el sitio.

El oso dorado se relajó. No quería buscarse problemas con nadie. Solamente se llevaba mal con una "persona".

Alguien que fue un buen amigo y compañero en un tiempo lejano.

—¿Foxy se porta bien contigo? A veces puede ser un poco... Gruñón— Le preguntó Chica a Mangle, ya que la pelirrosa había tenido que convivir unos días con el zorro y, ahora, vivía técnicamente a unos pasos de su cueva.

—Lo he podido comprobar, pero sí. Aunque...— Comenzó a decir, en un tono pensativo.— Su carácter cambia muchísimo con los niños.

Tanto Freddy, como Chica, como Bonnie y como Golden: guardaron silencio, formándose así, una leve tensión en la sala.

Golden fue el primero en hablar.

—Creo que... Deberíais ir a descansar, habrá sido un día duro. He podido escuchar a los niños y habían muchos esta vez— Propuso el oso dorado antes de levantarse de su asiento.

Todos lo siguieron y se fueron levantando.

—¿Alguna idea para quitar el hedor de mi cueva?— Preguntó Mangle, dejando escapar un suspiro.

Golden se acercó a ella y posó una mano en el centro de su espalda.

—Vamos, te guiaré hasta el cuarto de la limpieza. Encontrarás lo que buscas en esa habitación— Comentó el oso dorado, acompañándola.— Buenas noches, chicos.

Todos se despidieron los unos de los otros y se fueron a sus respectivas habitaciones.

En cambio, el capitán se encontraba en su cueva, con su cofre personal abierto. Miraba los dibujos que, cuando él había sido un niño, había hecho. Los tenía escondidos en el cofre, con un fondo falso; es decir, los dibujos los tapaba otra especie de madera que simulaba ser el fondo.

Habían tantos recuerdos en unos simples papeles...

Aunque fue interrumpido por un leve murmullo que se oía al otro lado de las cortinas.

Rápidamente escondió los dibujos de nuevo y los tapó con el fondo falso. Guardó sus cosas dentro del cofre y lo cerró con cuidado para no hacer ruido, levantándose despacio para después acercarse a las púrpuras cortinas que lo separaban a él de las dos personas que pasaban por el pasillo.

—Siento lo de antes, Mangle. Si puedo ayudarte con cualquier cosa, no dudes en pedírmelo— Comentó el oso dorado, sin apartar la mano de la espalda ajena y moviendo un poco la cabeza para poder mirarla.

—No te preocupes, Golden Freddy. Igual pienso que podré quitar ese olor de la cueva yo solita— Respondió ella, soltando una pequeña risa.— Pero si vuelven a vomitar en la alfombra, no dudes en que te voy a llamar para que lo limpies tú.

—Tus deseos son órdenes, querida. Y por favor, no me llames así, llámame Golden...— Y las voces se fueron perdiendo por el pasillo, puesto que ambos individuos estaban dirigiéndose al cuarto de la limpieza, lugar que estaba algo alejado de las cuevas y de todo en general.

El Capitán se había quedado, literalmente, con la boca abierta. No podía creerse lo que había visto.

Sentía envidia, ya que la pelirrosa, su propio modelo Toy, no se había comportado así en ningún momento con él.

Tan simpática. Tan divertida. Tan inocente. Tan pequeña.

Tan ella misma.

Lo peor de todo era que el Capitán había impedido que, cuando estuviera con él, Mangle se comportase tal y como era.

Por lo tanto, no había podido conocer esa faceta de su modelo Toy.

Y empezaba a arrepentirse.

--------------------------------------------------------------------
HOLA DE NUEVO, BEIBIS.
Sí, estoy aquí, no soy un holograma. Soy real. (?)

NADIE ADIVINÓ QUE GOLDEN HARÍA SU APARICIÓN Y SERÍA AQUELLA SOSPECHOSA VOZ. SORPRESA, SORPRESA. JEJE.

Sinceramente veo a Golden como una persona más seria y con un vocabulario algo más... Formal.
Espero que os haya gustado el capítulo, queridos míos. Nos vemos en el próximo.
Ba-bye~

P.D: Tendréis que esperar porque estoy de semana de exámenes. Pero ey, he subido dos capítulos en menos de 3 días. Eso es un logro. VOLVERÉ PRONTO.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jun 11, 2017 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Mangled Girl [Foxangle]Where stories live. Discover now