Capítulo veinticinco

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Al salir de la terminal pude ver a un hombre alto y trajeado sujetando un cartel con mi nombre.

Alcé una ceja al verle. Estaba segura de que ese no era un servicio que Uber incluyese.

Jessica.

Ella me había dicho que se encargaba de llamar a la empresa por mí, pero evidentemente había tenido otra idea.

Suspiré y me acerqué a él; aunque la idea de pasar de largo e ir por mi cuenta cruzó mi mente el pobre hombre no tenía la culpa de que a Jessica le gustase llevarme la contraria.

—Hola —Le saludé al llegar a su lado.

—Buenos días señorita, permítame que lleve su maleta —Me pidió mientras la cogía de mis manos.

A decir verdad se lo agradecía. Según me dijo Jessica estaría como un par de semanas de aquí para allá así que cogí bastante equipaje.

Salimos del aeropuerto, encontrándonos por suerte a pocos fotógrafos, y subimos a una furgoneta negra; yo en la parte trasera y el hombre en el asiento del conductor. No tardó mucho en poner la furgoneta en marcha, para salir del aeropuerto.

No parecía alguien muy hablador y como probablemente no le volvería a ver en mi vida decidí sacar el móvil para entretenerme con algo.

En cuanto desactivé el modo avión fui directa a los mensajes con Jessica.

No sabía que Uber tenía un
servicio especial con el que te
venían a buscar con un cartelito
al aeropuerto :)

No tardó en contestar, probablemente esperaba un mensaje mío de ese estilo.

Me alegro de que hayas llegado
bien, en unas horas John y yo
estaremos allí
Hasta entonces

Era evidente que me iba a ignorar. Decidí dejar correr el asunto y volví a la pantalla que me enseñaba todas las conversaciones. Vi que tenía once mensajes de Justin. Extrañada abrí nuestra conversación.

Abbie, sé que estás en casa,
ábreme
Sé que no estás durmiendo, no te
gusta levantarte tarde
En serio no piensas abrirme??
No me coges ni el móvil?
Joder Abbie, me estoy
congelando
Espero que cuando entre me des
calor ;)
NO NO NO
Yo no quería mandar eso
Haz ver que jamás he enviado ese
mensaje, vale?

No pude evitar reírme al leer los últimos, provocando que el hombre —del cual aún no sabía el nombre— mirase extrañado por el retrovisor. Yo le dediqué una sonrisa tímida y volví a centrar mi atención en mi iPhone.

Bella me acaba de decir que tu
vuelo salía antes...
Así que me he tirado 15 minutos
delante de la puerta de tu casa
por nada...

A eso se le llama karma

Mi teléfono no tardó mucho en sonar, indicándome que tenía una llamada entrante de Justin. Pensé un momento si debería responder o no, pero creí que ya había sufrido bastante por hoy.

—Lo siento —dijo en cuanto descolgué.

—Eres imbécil —Traté de parecer seria, pero no pude reprimir una sonrisa.

—Lo sé.

—No debiste proponerme eso.

Busqué hasta dar con un botón que cerraba una ventana que separaba la parte delantera de la trasera. No creía necesario que nadie escuchase mis conversaciones.

Tied • jb [Terminada]Where stories live. Discover now