Tied • jb [Terminada]

Capítulo treinta y cuatro

No One's POV:

Justin abrió la puerta de su casa y se hizo a un lado, dejando pasar a Abbie primero. Se lo agradeció con una pequeña sonrisa y entró, él lo hizo tras de ella y luego cerró la puerta, rompiendo con el silencio que había en la casa.

—¿Justin? —Se escuchó una voz acercándose por el pasillo.

El chico miró un tanto nervioso a su acompañante, en busca de apoyo.

—Tranquilo, todo irá bien.

Eso mismo le había estado diciendo en el camino hacia allí. Justin no le había dicho nada, pero ella había podido notar su nerviosismo por la forma en la que había estado repiqueteando el volante con sus dedos durante el viaje.

—Hijo... —Pattie apareció en el recibidor y se acercó corriendo a Justin para abrazarle.

—Hola mamá. —Correspondió su abrazo con fuerza.

Abbie observaba la escena enternecida y algo alejada de ambos.

—Me has tenido tan preocupada... —Tomó el rostro de su hijo entre sus manos— No vuelvas a hacerme esto, ¿entendido?

Fue entonces cuando Justin pudo ver bien la cara de su madre, algo más pálida de lo habitual y con grandes sombras bajo sus ojos.

—He estado bien, me he quedado en casa de Abbie.

La mujer alzó la vista por encima del hombro de Justin y pudo ver a la chica tras ellos. Le sonrió cálidamente y se acercó a ella para abrazarla también.

—Gracias por dejar que se quedase contigo —dijo antes de separarse de ella—. Espero que no haya sido mucha molestia.

—Ummm... No, para nada. —Sonrió algo incómoda.

De hecho nos lo hemos pasado muy bien, pensó.

—¿Segura?

—Mamá que no soy un niño pequeño... —Se quejó él.

—Lo sé cielo, solo bromeaba.

El silencio se hizo presente durante unos segundos antes de que Justin decidiese hablar de nuevo.

—Mamá... tengo que hablar contigo.

—Sí, creo que sí. —Asintió.

Pattie tenía más que claro que algo había sucedido entre su marido y su hijo. Algo lo suficientemente gordo como para que anoche, tras salir del despacho de Jeremy hecho una furia, Justin decidiese irse. Y tenía la sensación de que era algo que ambos llevaban arrastrando hacía tiempo ya que, aunque no mantenían una relación padre-hijo perfecta, había podido notar un claro distanciamiento entre ellos. Al principio no quiso entrometerse, pero parecía ser que había llegado el momento de hacerlo.

—Creo que será mejor que vayamos al salón —propuso.

—Claro.

Pattie se giró hacia Abbie, dispuesta a despedirse de ella, ya que se suponía que la conversación que estaba a punto de tener con su hijo era privada entre ellos dos. Sin embargo, parecía que él no lo veía de la misma forma ya que, tras quitarse su chaqueta, ayudó a ella a hacer lo mismo con la suya y colgó ambas en el perchero. Después apoyó su mano sobre la espalda de la chica y la animó a empezar a andar.

Pattie se quedó unos segundos observando como ambos se alejaban por el pasillo y creyó empezar a comprender algo.

Justin se giró y vio que su madre no les seguía.